Papá me toma de la mano y me guía hasta mi habitación, cerrando la puerta tras de sí.
Me mira por unos segundos para luego frotarse los ojos y exhalar profundamente.
– Sé que estas muy confundida pero sólo quiero que me escuches sin interrupciones. Antes que nada tienes que ver algo – sale da la habitación y luego vuelve sosteniendo un portaretratos. Inclina el marco frente a mí y puedo observar el contenido de ello.
Era una simple y gastada foto. Sólo habían dos mujeres posando en la foto, con vestidos elegantes y sombreros a juego. Pero especialmente me centré en una de ellas. Cada facción de su rostro, sus ojos, el oscuro de su cabello... hasta su figura. Todo era exactamente.
Era yo.
– Sé que esto es muy confuso. Ella es Lenna, mujer del hombre que conociste en el bosque. Esta mujer era una de las brujas más famosas, sus poderes eran extraordinarios y su inteligencia eran la principal razón por la que turistas venían a estas tierras. Pero siempre la codicia gana mi niña, y ella quiso más, comenzó a practicar magias oscuras y desde allí todo fue diferente. Marcus y los demás líderes no soportaron la idea y fueron detrás de ella. Muchos dicen que prometió volver, pero... Eres nuestra niña, Ether. Eso tienes que saberlo.
Escuchaba las palabras que salían de su boca pero no podía creerlas. ¿Todo este tiempo supo de la existencia de otros seres antinaturales y jamás pudo contarme sobre ello?
Alarmas sonaban en mi cabeza. Sabía que si había estado ocultándome ésta información era porque tenía sus motivos.
Quería decirle muchas cosas, pero sólo me atreví a dar una vaga pregunta –: ¿Qué... qué haremos?
–Tenemos que evitar que Darius se acerque a ti, porque tú no eres ella. Él te quiere para volver a la vida a su esposa, ella tomará tu mente... y... –no se anima a terminar.
Una áspera y ronca carcajada salió desde lo más profundo de mi garganta, haciendo eco por la pequeña habitación.
–¿Es en serio? ¿Tomarán mi mente?
–Ether, ¿te has olvidado todas esas historias que te he contado?
–No, no lo he hecho.
–Esas historias eran ciertas, todo es cierto. En nuestro pueblo desde hace más de doscientos años no se permite la estadía de brujas, de mujeres tienen el don de recurrir a la magia por eso nunca has oído hablar de una.
–La verdad es que no sé qué creer.
–Sólo tienes que pensar en lo que acabo de contarte. Te quieren para reencarnar a alguien que ha dejado este mundo, están utilizando a seres del más allá obteniendo su ayuda. Sé que es muy difícil de creer todo esto, pero aún no termina. Lo bueno de todo esto, es que sabemos quién es tu pareja, sólo tienen que unirse y todo saldrá bien. Lo prometo.
– Si esa mujer vuelve, ¿qué puede pasar? ¿mi pareja? ¿Allen?
Si pensaba que mi padre no podía decir algo más ridículo, se estaba superando. Porque seguía diciendo palabras sin sentido para mí.
Desde pequeña supe que no podía estar destinada a estar con un licántropo. Lo sé.
Eso es imposible.
–Nada bueno puede pasar con ello. Ella era una mujer que no tenía piedad y si vuelve, se enfrentara a la raza que odia, los licántropos. Y sobre tu pareja, bueno... él es... tú lo conoces... El hijo de Marcus, Duster.
Antes de que dijera una sola palabra más, dije –: ¿Puedes dejarme un segundo a solas? Por favor.
Estudia la habitación mientras piensa en la idea, a pesar de no estar conforme con sus palabras, se aclara la garganta y habla –Está bien, pero no te tardes mucho, Marcus quiere hablar contigo.
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No quiero ser tu luna
WerwolfEther tiene 17 años y es aventurera, extrovertida, rebelde, valiente, inquieta, con un gran corazón y amante del arco. A ella le encanta salir todas las mañanas a cazar. Cuando cumple 18 años, se ve implicada en tomar una decisión que no pensaba que...