No quiero ser tu luna

Epílogo

  –¿Qué? – pregunto incrédula a lo que me acababan de decir. 

  – Ya escuchaste hija lo que acaba de decir la... 

– Pero es que no lo puedo creer, creo que debería haberme dado cuenta –  les digo un poco más convencida. 

  – Ether escúchame –  la hermosa mujer que tenía delante mío, endurece su tono de voz y me hace mirarle –  Apenas has pasado por la mejor parte, acuérdate que ahora tu organismo no es el mismo a cuando eras una humana. Llevas más de la mitad del embarazo, pero apenas pasas la etapa de los cuatro meses y medio, vienen los dolores y todo lo que te acabo de explicar hace unos momentos.

 – Entonces... ¿Dentro de poco tengo que comenzar a tener miedo y no ahora? 

  – Tenes unos días para aprovechar diría yo, pero va a valer la pena –  la doctora me guiña el ojo y sigue hablando –  Lo siento mucho, pero me necesitan. Espero que les haya quedado todo claro, cualquier cosa ya saben dónde buscarme.

Todo había sido demasiado rápido. Hoy por la mañana veía mamá de visita, desayunamos todos juntos hasta que lo noté un poco nerviosa, o rara mejor dicho. 

Me dio la pequeña excusa de salir a dar un paseo y terminamos en el pequeño hospital de la manda, en la división donde solamente eran atendidos los licántropos.  Hasta que finalmente mamá se acercó a hablar con alguien mientras yo estaba totalmente perdida, y a los pocos minutos ya estábamos en frente de la doctora haciéndome un "chequeo", que terminó dando el resultado que estaba embarazada. 

Es imposible, se supone que yo tendría que haberme dado cuenta ¿No? Todos hemos notado mi aumento de peso, pero todo es culpa de Duster, prácticamente por todo ha estado celebrando. Desde que nos casamos no dejaba de repetirme lo feliz que era, por eso vivía celebrando, pero aun así...

Por Dios ¿esto realmente estaba sucediendo?

¿Cómo iban a tomar la noticia? Supongo que Duster iba a ponerse demasiado feliz y haría otra fiesta por eso, pero a pesar de todo siempre en mi mente esta Lean. 

¿Se tomará bien la noticia? 

Últimamente estábamos un poquito alejados pero solamente era por el tema de que ahora a mi vida habitual se le habían sumado unas cuantas responsabilidades. Desde que acepté ser la "luna" de la manada, ahora tenía otras responsabilidades y puedo decir que me encanta tenerlas, pero eso lamentablemente me ha alejado un poco de mi hijo. 

  – ¡Ether! –  escucho el grito de mamá y dejo a un lado todos mis pensamientos.

– ¿Qué pasa mamá? –  pregunto mientras comienzo a levantarme de la silla en donde estaba sentada, tomando mis cosas y pretendiendo salir de la sala.

– Estabas perdida en tus pensamientos, me cansé de llamarte.

– Lo siento mamá, creo que todavía tengo que digerir un poco más la noticia –  ya estábamos fuera del hospital y habíamos comenzado a caminar. Una idea acababa de pasar por mi cabeza, solamente espero que mamá la acepte – Mamá ahora mismo necesito un tiempo para mí misma... ya sabes. ¿Podrías guardar el secreto y venir esta noche a casa a cenar? 

  – Claro que sí, nos vemos esta noche mi cielo. No te atormentes tanto, tienes que estar disfrutando... te ha costado mucho llegar hasta acá.

Asiento dándole la razón para después despedirme con un abrazo y caminar en la dirección contraria.

 Mis pies inmediatamente comenzaron a tomar vida propia y siguieron su camino hasta el bosque. Nunca podría cansarme de venir aquí. No era el mismo que tenía en casa, donde fui todos los años de mi vida, pero se sentía muy familiar y sobre todo me sentía segura. Mucho más segura que antes, hora que sentía una extraña conexión con la naturaleza.