-Ali estos celeales son raros -comenta Noah, mirando la caja de Froot Loops con desconfianza.
-Bueno, son diferentes a los que tú tomas, pero no son raros -le contesto-. Pruébalos, ya verás como están buenos.
-Vale -se encoge de hombros y le echo un poco de cereales en el bol con leche.
-Estan buenos, Noah -le dice Sophie, y él coge su cuchara sin dejar de fruncir el ceño.
Los prueba y de repente sonríe.
-Mmm, ebtan buebos -intenta decir con la boca llena de cereales, haciendo que algunos caigan de su boca y Sophie ría.
-No seas guarro -le reprocho, intentando aguantar la risa.
Cuando los pequeños ya han terminado de desayunar, termino de vestir a Noah y salimos por la puerta de la casa de Sophie y Liam tras coger sus mochilas.
Por raro que parezca, conseguimos llegar a la escuela cinco minutos antes de que abran las puertas. Noah y Sophie van corriendo con Gustave, quien está con su madre en la puerta, y otra amiga suya.
La madre de Gustave se me queda mirando y yo la miro a ella sin disimular, preguntándome de qué coñō me suena tanto.
Entonces abren las puertas de la escuela y los pequeños entran tras decirnos adiós con la mano. Me quedo sola con Liam, intentando salir de la marabunta de niños que entran en el centro.
-¿Sabes? Hoy mientras te cambiabas me he fijado en tus tatuajes -dice Liam cuando estamos ya un poco más alejados, y yo le miro levantando una ceja-. ¿Qué? No es como si no te hubiera visto desnuda antes. La cosa es, ¿tienen algún significado?
-La mayoría sí - contesto-. Menos las rosas en mi hombro, esas simplemente me gustaban. Las iniciales en mi nuca son las de mis hermanos, aunque ahora tendré que añadir una N de Noah.
En mi nuca hay tatuadas las iniciales NLA, de Nate, Louis y Alice, puestas en orden de edad -Nate nació primero en el parto-. Luego tengo un tatuaje en la cabeza, justo detrás de la oreja, donde pone "Pieces", en honor a la canción de Sum 41 que fue mi favorita y la de Frank hace años, cuando mi familia terminó de irse del todo a la mierda.
-Alice -oigo una voz detrás de mí, con un notable acento francés, y me giro encontrándome a la madre de Gustave.
-¿Cómo sabes mi nombre? -le pregunto, extrañada.
-¿No me reconoces? Bueno, tampoco me extraña, han pasado muchos años -sonríe, pero puedo ver la nostalgia en sus ojos-. Soy Marie, solía ser amiga de tu madre.
Y entonces todo encaja en mi cabeza. Los recuerdos de esa mujer invaden mi mente, ella estuvo en mi casa muchas veces cuando mi madre seguía con nosotros, eran muy amigas.
-Oh -es todo lo que sale por mi boca, me he quedado sin palabras, me siento bloqueada ante la mención de mi madre y odio que me pase esto.
-Ya, sé que es raro y que probablemente no me recuerdes...
-Te recuerdo -la interrumpo-. Y, ¿sabes algo de ella, o también te abandonó?
-Nunca supe nada más de ella, sólo que había vuelto a París -dice, pero es algo que yo ya me suponía, que mi madre había vuelto a su ciudad natal-. La cosa es que hace cosa de una semana contactó conmigo para decirme que había vuelto a Londres, y que tiene intención de ir a verte. Sé que te afectó mucho que se fuera, solo hace falta ver las revistas de cotilleos de esa época, y por eso quería avisarte.
Noto cómo toda la sangre huye de mi rostro y mi mirada se pierde en los ojos de esa mujer. Mi corazón late desbocadamente y mi pecho duele, duele porque estaba relativamente bien y ahora acaba de caerme un gran peso encima.
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Conociendo a Noah [Saga Smeed 1]
RomanceHistoria ganadora de la 1ª edición de los WOW Awards en la categoría "Romance" A sus veinte años, Alice está descontrolada. Hace tiempo que ya no tiene nada que perder, así que solo se dedica a salir de fiesta. Hasta que, un día, se entera de que su...