00:30 am
Me vuelvo a subir las medias, poniéndome bien la ropa, y me dispongo a salir del compartimento del baño cuando una mano me para.
-¿No vas a darme ni un besito de despedida? ¡Qué poco romántica! -ríe.
-Que te jodan, Chris -ruedo los ojos, y salgo del compartimento.
-¡Acabas de hacerlo! -grita él, y salgo del baño para volver con la música alta y la gente ebria.
Veo una conocida cabellera rubia viniendo hacia mí y suspiro, cansada.
-Has estado con él, ¿verdad? -pregunta, cabreada. Esta chica está loca-. Has vuelto a follarte a mi novio, maldita pùta.
-No, Bianca, por enésima vez, no me he follado ni me follaré nunca a Frank, relájate de una jodida vez -digo, cansada de sus constantes ataques de celos.
Frank y yo hemos estado juntos literalmente desde que nacimos, ya que lo hicimos el mismo día y nuestras madres estuvieron ingresadas en la misma habitación y se hicieron amigas -las dos eran unas perras, así que congeniaron-, así que Frank y yo prácticamente nos criamos juntos. Vivimos juntos desde los dieciocho hasta hace un par de meses -que se mudó con Bianca-, y aún así nunca, absolutamente nunca nos hemos acostado. Ni una sola vez. Pero eso Bianca no lo entiende, y estoy empezando a cansarme de sus mierdas.
Bianca entra en el baño igualmente para comprobar si me he tirado a Frank o no, y sale unos segundos después sin dirigirme la palabra. Se habrá dado cuenta de lo ridícula que está siendo.
En fin, ya me ha puesto de mala leche.
-Dime que has traído algo -le digo a Diego, un chico argentino genial pero demasiado metido en el mundo de las drogas.
-Tengo poca cosa -contesta con su peculiar acento-. Coca y algo de yerba, nada más.
La coca me está tentando pero decido que mejor que no, ya que mañana estaré hecha polvo si la tomo y tengo que ir a buscar a Noah. Maldito niño.
Termino con un par de gramos de marihuana y me lo fumo con Deena, ya que Frank está discutiendo con su novia cerca de nosotros.
-Maldita sea, ¡¿es que no entiendes que te amo?! -le grita Frank, y veo cómo Deena hace una mueca de tristeza.
No me jodas.
-Deena... -empiezo.
-Cállate, no digas nada -me interrumpe, y le da otra calada al porro.
-Como quieras -me encogo de hombros y sigo a lo mío.
- o -
02:00 am
-Y luego va la muy perra y me dice que la tengo pequeña -se queja Frank en la barra del bar, con un vaso de vodka seco en mano, cuando Bianca hace poco que se ha ido-. Y que no la satisfazgo sexualmente, ¿te lo puedes creer? Yo creo que la tengo bastante grande, ¿tú qué opinas, Alice?
-Yo opino que deberías mandarla a tomar por culo -contesto sinceramente, harta de sus idas y venidas con esa pija de mierda.
-Pero joder, la amo -lloriquea.
-No entiendo por qué cøño os metéis todos en relaciones destructivas, con lo bien que se está solo -gruño, cansada de tener que tragar la mierda de todos.
-Ya claro, ¿y lo que tuviste con Josh qué fue? -suelta una carcajada amarga, y noto toda la sangre congelándose en mi sistema.
-Cierra la pùta boca -escupo, enfadada-. Te dije que no volvieras a mencionar su púto nombre, pedazo de idiota, que estés hecho mierda porque la zørra de tu novia te trata como quiere no significa que debas sacarle mierda a los demás.
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Conociendo a Noah [Saga Smeed 1]
Roman d'amourHistoria ganadora de la 1ª edición de los WOW Awards en la categoría "Romance" A sus veinte años, Alice está descontrolada. Hace tiempo que ya no tiene nada que perder, así que solo se dedica a salir de fiesta. Hasta que, un día, se entera de que su...