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-¡Liam, Deena! -grita Noah en cuanto llegamos a la recepción del hotel.

Va primero a abrazar a Liam, quien lo levanta en brazos y lo sacude un poco, haciéndolo reír, y luego abraza a Deena.

-Ya era hora, pensaba que íbamos a morir esperando -dice Deena cuando los gemelos y yo nos acercamos a ella.

Pues sí, deben llevar como tres horas esperando.

-¿Me has echado de menos? -le pregunta Louis, bromeando, y ella simplemente le ignora, pero puedo ver que no le ha hecho mucha gracia el comentario.

¿Qué ha sido eso? Ahora tengo curiosidad por saber qué hablaron ayer, pero a la vez no la tengo porque hay la posibilidad de que eso implique cosas sexuales entre mi mejor amiga y mi hermano, y no quiero saberlo.

-Entonces, ¿cómo ha ido? -me pregunta Deena, ignorando la tensión que se ha creado entre ella y Louis ahora mismo.

-Muy bien, en realidad, Ian ha accedido a darnos la custodia -le cuento, y ella sonríe ampliamente.

-¡Eso es genial! -exclama, emocionada.

-¿Y Sophie? -oigo que le pregunta Noah a Liam.

-Sophie se ha quedado en casa, pero tiene muchas ganas de verte -contesta el tatuado.

-¿Cuando vuelva a Londes me vendrá a ver? -pregunta el pequeño.

-Um... Supongo -contesta Liam, un poco inseguro.

Me acerco a ellos, y cojo a Noah en brazos.

-Noah, ¿no le has contado que vas a volver a vivir conmigo? -le pregunto al pequeño, y Liam levanta las cejas, sorprendido.

-Joder, eso es increíble -dice, sonriendo, y Noah se cruza de brazos.

-Li, eso es una palablota -le regaña.

-Lo siento -se disculpa Liam, sin dejar de sonreír.

-Ali, quelo comida, pofi -me dice el pequeño.

Solo lleva media hora a solas con nosotros y ya está exigiendo comida. Niño mimado.

-Está bien -digo, y él sonríe.

Ian y Milana han dejado que estemos con Noah esta tarde, ya que ellos tenían algo que hacer. En tres días volveremos a Londres, y entonces tendremos que esperar algunos meses para poder conseguir la custodia de Noah, pero merecerá la pena.

Sigo estando un poco extrañada de que mi padre nos haya dado la custodia tan fácilmente, tengo la sensación de que hay algo que no nos ha dicho, pero no voy a presionarle porque ya he conseguido que me dé la custodia y no quiero más problemas con él.

Vamos todos a una cafetería que queda justo al lado del hotel y, tras pedirle un donut y un batido de chocolate a Noah, nos sentamos todos alrededor de una de las mesas.

-Li, ¿tienes un tataje nuevo? -le pregunta Noah a Liam, señalando su brazo.

Vaya, sí que tiene un tatuaje nuevo, ni siquiera me había dado cuenta. Tiene tantos tatuajes que es imposible darse cuenta cuando se hace uno nuevo, pero al parecer Noah es muy observador.

-Sí, es la luna, ¿te gusta? -contesta el tatuado, y Noah asiente.

-Es bonito -sonríe-. Me guta la luna.


— o —


-¡Bieeeeen! -grita Noah, emocionado, y echa a correr hacia el mar pero Deena lo coge, evitando que se meta en el agua.

Conociendo a Noah [Saga Smeed 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora