Sentí una relajación extrema, la luz de mi habitación era escasa y un olor a tabaco me abrumada las fosas nasales.
Me levanté con el pelo húmedo ya que me había quedado dormida después de bañarme y sólo me cubría una bata.
Estiré mi cuerpo.—¿Cómo dormiste?—preguntó una voz bastante conocida.
Me llevé la mano al pecho del susto, la iluminación era poca. Más yo sabía que ese perfume y esa silueta pertenecían a Brian Haner.
Se acercó lentamente y lanzó su cigarrillo por la abertura de la ventana. Agarré la cobija y la dejé caer sobre mi cuerpo para taparme.—Tu madre me ha dejado pasar—dijo sentándose a mi lado.
—Ya veo.—suspiré.
—Te traje esto—me dio una caja—Espero que te gusten.—sonrió.
—Chocolates.—dije y sonreí también.Me encantaban los chocolates, pero había un problema. ¡Eran afrodisíacos!. Podría comer cualquier afrodisíaco excepto chocolates, esos enserio me abrían el apetito y no precisamente de más chocolate.
Abrí la caja ya que Brian me lo pidió, todos se veían exquisitos. Tomó uno y lo posó sobre sus labios, sosteniéndolo con los dientes. Se acercó lentamente en señal de que se lo quitara pero yo no sabía que hacer.—Quítamelo—dijo con el chocolate en la boca lo cual me pareció gracioso.—Enserio.
¿Eso había sido una orden?, me acerqué lentamente poniéndome de rodillas sobre la cama mientras que Brian me sostenía con sus manos en mi cintura.
Tomé un chocolate y me lo metí en la boca, me levanté de la cama dejando a Brian con una expresión de sorpresa.—¿Podrías salir?, me voy a vestir.—le dije buscando mi ropa en el closet.
—Podrías vestirte en mi presencia—dijo formando una sonrisa en picardía.
—Ni siquiera lo pienses.—contesté.
—Soy un hombre respetuoso.—me guiñó el ojo.Se paró para caminar hasta la salida, le abrí la puerta en señal de que saliera pero la cerró de golpe y azotó mi cuerpo contra ella haciéndome sentir la frialdad de ésta.
Posó sus labios cerca de los míos, no se movía sólo emitía su respiración y me miraba a los ojos seguido de mirar demás partes de mi rostro. Podía percibir el olor a chocolate, miré sus labios y relamí los míos. De inmediato sentí su boca apoderarse de la mía.
Su beso era tan sensual que parecía un tabú.
Puse las manos en sus hombros y los apreté para no perder el control, desabrochó el nudo que aferraba mi bata y capturó mi pezón derecho en sus labios, un hormigueo recorrió cada parte de mi, en especial a mi centro.
Ronroneaba al hacerlo como si estuviese sintiendo placer, tiré de su cabello y jadeó.
Se puso de rodillas y empezó a besar mi abdomen lamiéndolo al mismo tiempo. Gemí fascinada y escuché un ruido detrás de la puerta, seguramente mi mamá estaba escuchando tras ella.
Se me cayó la cara de vergüenza, me cubrí rápidamente con la bata y jalé a Brian del brazo para que se levantara.—Llegamos demasiado lejos Brian—inhalé y exhalé para recuperar el control.
—Todavía no.—tomó un poco de aire y volvió a besarme.Me separé llevándome un susto al ver que había algo debajo de mi cama, pero me tranquilicé al ver a Pinkly.
Mi teléfono sonó y sin dudar lo contesté.—Señor Haner.—musité nerviosa.
Brian me quitó el teléfono y le hice señales para que no contestara.
—No fue a trabajar por mi culpa papá—me sonrió—Si, después de esto ella volverá de muy buen humor a su trabajo—se mordió el labio y colgó.
Dejó mi celular en la mesa de al lado de mi cama y posicionó sus manos en el borde de su camisa para por fin quitársela.
—Brian, no.—le dije tomando mi ropa y saliendo rápidamente.
Me cambié en el baño lo más rápido que pude, me cepillé el cabello y me puse un ligero maquillaje. Cuando salí casi me da un infarto al ver a mi mamá afuera viéndome. Algún día iba a morir de un susto.
—Más te vale que te portes bien con ese hombre, cuando salgas de la habitación espero ver ese labial arruinado—me amenazó.
Enojada me metí a mi habitación, él estaba parado examinándola. Con la mano me quité el labial y se lo embarré a Brian en el cuello. Estaba furiosa, lo tomé de la mano y bajamos las escaleras. Mi madre nos miró y me hizo una seña de aprobación la cual devolví enseñándole mi dedo medio.
—Pasaremos a mi casa por McKenna—me dijo abriendo la puerta de su auto.
—Está bien.—dije subiendo.Llegamos a la casa de Brian, bajé en búsqueda de Kenna pero no le encontraba por ningún lado.
—¿Dónde está McKenna?—pregunté mirando a la señora que limpiaba la cocina.
—En su habitación, de seguro—me contestó.Subí las escaleras de nuevo, no sabía cual era su habitación así que me dispuse a entrar a cada una. Intenté abrir una puerta muy linda de roble oscuro pero estaba cerrada, afuera de este cuarto había una cámara. Escuché el sonido de un láser y la puerta se abrió pero luego se cerró detrás de mi. Era como un detector.
Me quedé inmóvil, las paredes eran grises y había fotos por doquier, imágenes, dibujos, pinturas. Fotos que ni siquiera sabía que existían, nunca me había percatado de ello. Grité asustada y me repetí mil veces que no era real.
Fotografías mías en todas partes, de todos los tamaños.
Había miles Dayan Weldon por toda esa maldita habitación.
La puerta se abrió y la cara de Brian notaba su preocupación.—Esto no es lo que parece amor, créeme.—dijo poniendo sus manos en señal de que me calmara.
Tomé uno de los cuadros y se lo aventé el cual atrapó como un enfermo para que no se dañara.
—¡No te atrevas a llamarme así!—grité.—Aléjate de mí, maldita bestia.
—Dayan, ¿Estás bien?—escuché la voz de McKenna por fuera.
—Largo de aquí—gritó Brian mientras se acercaba.
—No te atrevas a tocarme.—le amenacé con un pincel y el rió.
—Tranquila, todo estará bien.—me dijo sacándose la camisa y arrojándola al suelo.
—No te atreverías—le dije asustada sin dejar de apuntarle con ese inservible pincel.
—Oh, pero claro que sí. Ya no voy a esperar más.Nunca voy a olvidar ese tono de voz y esa sonrisa tan psicópata.
Para las personas que piensan que esta historia está yendo rápido déjenme decirles que no es así, sólo me tomé la molestia de aclarar como empieza la relación de manera tan rápida y sin realmente conocerse del todo.
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Novio Psicópata |Synyster Gates|
Fanfiction» Lo mejor para una relación sana y estable es conocer con el tiempo a la persona para así saber como llevar por el buen camino el noviazgo, un estudio ha confirmado que las relaciones a corto plazo son impredecibles y algunas un total fracaso; Sin...