Novio Psicópata |Synyster Gates|

12

Capítulo extra.

La palabra "ex novia" en mi mente una y otra vez como de costumbre.
Brian me ofreció ir a su casa, después de cambiarme con algo más decente o adecuado.
Estábamos en su recámara cuando decidimos recordar viejos tiempos. Yo me escondía y Brian me buscaba.

—Sí te atrapo te vas a quitar una prenda y así sucesivamente.—propuso Brian.
—E-está bien.—dije nerviosa.

Brian se encerró en su habitación y yo corrí por el lugar hasta encontrar un buen escondite. Me pareció perfecto debajo de las escaleras así que lo hice.
Me coloqué hecha bolita limitándome a esperar.

—Te voy a encontrar.—gritó bajando.

Puse mis manos en mi boca intentando no reír, lo miré pasar por el pasillo de al lado y me eché a correr escaleras arriba. Brian me seguía pero la adrenalina de ser alcanzada recorrió mi cuerpo hasta hacerme llegar antes que él.

—¡He llegado!, ¡te gané!—exclamé llena de felicidad.

Brian sonrió, cerró la puerta de la habitación y se posó frente a mi.

—Quita lo que quieras.—dijo tomando aire.
—¿Yo?. Creí que tú lo quitarías.—respondí sonrojada.
—Hazlo tú.—gruñó.

Me reí y levanté tímidamente su camisa hasta sacarla por encima de su cabeza, su cabello se despeinó un poco acomodándose de lado.
Tomó mis manos con las suyas para pasarlas sobre su desnudo abdomen, tan fuerte y duro.
Comenzó a besarme con prisa mientras movía mi mano con un propósito, llevarla hasta su pelvis. Me detuve avergonzada pero pude sentir como liberaba el botón de su pantalón.

—Sigamos el juego.—pedí nerviosa.
—Esta vez te atraparé.—susurró entre besos.

Asentí y salí de la habitación para continuar el juego, corrí hasta el baño para esconderme.
Escuché el abrir de la puerta, reí porque parecíamos dos niños jugando a las escondidas.
La puerta se abrió lentamente, maldición.

—Te atrapé.—sonrió cerrando la salida.

Me mordí el labio con nerviosismo, sus manos recorrieron mi espalda hasta el amarre del sostén. Mis pechos quedaron liberados bajo la tela de mi blusa, sacó la prenda y la sostuvo entre los dientes. Tomó el yacimiento de mi pantalón y comenzó a desabrocharlo. Gemí al sentir sus anillos en mi abdomen.

—Brian... —musité.
—He esperado tanto.—suspiró.—Te toca buscarme linda.—dio un beso corto en mis labios.

Brian salió del baño.
Me quedé contando... 8...7...6...5...4...3...2...1.
Emprendí camino rumbo al pasillo, habían dos baños pero no se encontraba en ninguno.
Seguí por la puerta posterior de una buena madera de abeto. Intenté abrirla pero no pude.

—Señorito Haner, no vale asegurar la puerta.—dije poniendo los ojos en blanco.

No obtuve respuesta así que la forcé hasta que conseguí abrirla.

—¡BRIAN!.

Me quedé petrificada.
Había un cuarto casi vacío, a excepción de un mueble con armería, una mesa, una silla, una lámpara. Un maldito gato mutilado colgando de la pared.