—Si quieres poner la habitación de cabeza, hazlo. ¿Sabes que le pagamos a los empleados por limpiar esto, no?.—dijo comiendo de su bolsa de papitas.
—Exacto y yo soy una empleada.—le dije riendo mientras tendía la cama.
—Tú eres mi novia, ni siquiera ocupas trabajar. Tu madre me comentó que de casa eres la única que tiene empleo, así que hicimos un trato.—dijo ayudándome con la cama.
—¿Hiciste un trato con mis padres?—le pregunto enojada.
—No exactamente—dice concentrándose en acomodar todo.—les ofrecí trabajo en el hotel, lo otro aquí es que tú ya no trabajarás. Estás despedida.
—¿Qué hice mal?—fruncí el ceño.
—Nada.Me tomó de la cintura y salimos de la habitación, subimos al ascensor. En cuanto estábamos apunto de llegar al último piso las puertas se abrieron y él me soltó.
Supuse que le ocasionaba vergüenza que lo viesen conmigo pero no dije nada, un hombre tan extravagante junto a una mujer común.
Subimos al automóvil y Brian me entregó un sobre.—Guarda eso muy bien, es mucho dinero—dijo concentrándose en el tránsito.
—¿Para qué es?.—dije acariciando el sobre.
—Tu paga, ¿no te dije que estabas despedida?.—rodó los ojos.Abrí el sobre y dios, parecía que había asaltado alguna tienda.
Brian se detuvo ante la luz roja del semáforo, besó mi cuello y empezó a poner su mano en mi entrepierna.—Joder, necesito hacerte mía.—susurró.
—¡Brian!—reí.—apenas somos novios.
—Que ingenua, hasta los desconocidos tienen sexo.—dijo negando con la cabeza.Los conductores se desesperaban ya que Brian no avanzaba, se enojó y arrancó velozmente.
Llegamos a mi casa pero no había nadie.—¿Dónde estarán?—fruncí el ceño.
—Trabajando—dijo Brian señalando el chaleco de mi uniforme .
—Hmm,si—suspiré.Subí hasta mi habitación y me di un baño mientras que Brian hacía el desayuno.
Me sequé y me puse una camisa holgada con un short de pijama, enrollé una toalla en mi cabello y bajé escuchando una voz que provenía además de la de mi novio.—Así que dueño de la cadena Haner—dijo la voz con cierta sensualidad.
—No, hasta que mi padre se jubile.—aclaró Brian.Caminé hasta la cocina y los encontré platicando con cercanía, era mi hermana. Katya Weldon.
—Cocinas bien, creí que los dueños de grandes franquicias no sabían hacer nada.—dijo bebiendo un poco de mi café, saboreándolo sin dejar de mirarle a los ojos.
Entré enojada empujando la puerta, ambos se asustaron y brincaron levemente de sorpresa.
—Maldita perra.—dije acercándome.
La toalla de mi cabello cayó al suelo, la tomé de sus estúpidas extensiones y se las arranqué.
Brian alzó sus cejas y nos miró divertido. Me arrojó al frío piso comenzando a golpearme como loca. Antes de que pudiese hacer algo Brian la tomó en brazos y la aventó a mi costado, pateó sus costillas. Katya gimió de dolor. Nunca había visto a un hombre golpear a una mujer. Me tomó de los brazos y me levantó.
Me guió hasta la silla sentándome en la misma.—Desayuna mi amor—sonrió acariciando mi cabello.
—La... golpeaste—susurré mirando a la nada.
—No tiene el derecho a tocarte.—sonrió de lado como en mi pesadilla.Katya se levantó intentando tomar aire para regresarme el golpe, pero Brian le tomó los brazos y los pasó detrás de su espalda como si estuviese presa.
—Tranquila—susurró en su oído con voz amenazante.
—Suéltame bestia.—le advirtió pero después le escupió en la cara.Brian la giró y le dio una bofetada tan fuerte que hizo brotar sangre de su pómulo.
—Brian—grité para que no lo repitiera.
—Vámonos de aquí.—respondió.Me subió al automóvil dejando la puerta de la casa abierta. Katya me miró con cara de que me iba a matar.
Tanto Brian como yo no emitimos ninguna palabra, sólo dejábamos fluir el silencio. Fijaba su vista en la carretera, creo que ni siquiera él sabía a donde íbamos.—¿Te asustaste?—preguntó seguramente refiriéndose a lo que había pasado.
—No.La verdad es que no me asustaba, ¿acaso la odiaba tanto que hasta ver a Brian agredirla me parecía fascinante?.
Katya Weldon jamás iba conocer el dolor real, ese dolor que ella misma me causó cuando decidió meterse con él, a quién enserio amé o creí amarlo. Pero al ver a mi propio novio hacer eso no me causaba el más mínimo remordimiento, incluso me daba la seguridad que él no la tocaría. Brian Haner estaba causando una revolución dentro de mí, tanto que sí mi propia hermana se entrometía sería capaz de matarla con mis propias manos.—¿Estás bien?—preguntó entrelazando nuestros dedos y besando mi mano.—¿En qué piensas?.
«Sí, pienso en matar a esa perra si se te acerca o viceversa».
—Más que bien y sólo me dedicaba a pensar a dónde íbamos.—sonreí.
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Novio Psicópata |Synyster Gates|
Fanfiction» Lo mejor para una relación sana y estable es conocer con el tiempo a la persona para así saber como llevar por el buen camino el noviazgo, un estudio ha confirmado que las relaciones a corto plazo son impredecibles y algunas un total fracaso; Sin...