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—¡Deténganse!—pidió Arin.
—Suficiente, Brian. Dejen de pelear.—le dijo Zachary.
—Eres un malnacido, mal amigo. ¡Confié en ti!.—gritó Brian.—¡Agradece que no te maté!.

Lo tomé de la mano y lo saqué del baño, Ivon y James nos siguieron.

—Me las vas a pagar, Dayan.—amenazó Matthew.

Nos quedamos un rato en la fiesta, bebimos, bailamos. Pretendiendo que nada había pasado y que todo estaba bien.
Sentía la mirada de Zacky en Brian y por alguna razón me sentía mal, porque de algún modo yo quería a Zachary y no me gustaba verlo sufrir por alguien, mucho menos por Brian.
Mientras que éste hacía escenas románticas frente a Baker, a mí me molestaba porque ambos se miraban y bueno, tenía que admitir que me daban celos.

—Eres un hombre maduro, deja de hacer estupideces.—le regaño.
—Tienes razón, alguien como Brian Haner no debe comportarse así en público.—me dice y se sienta.

Me siento rara, me siento ebria. Hay un vacío en mi interior que me pide un abrazo. Miro a Brian a los ojos, a él nunca le nace hacer nada. No puedo verme pero sé que mi rostro expresa tristeza. Me examina dudoso y después me abraza, cierro los ojos. Nunca había sentido tanta dulzura en unos brazos, estamos tan cerca que siento su corazón palpitar de una manera violenta al ritmo del mío.
Si Brian no me ama entonces, ¿Cómo podría explicar esto?.

«¿Porqué no me besas?, ¿Qué estás esperando?».

Nos miramos como si quisiéramos descifrar lo que cada uno está pensando. Cierro mis ojos de nuevo y agacho la cabeza dejando mi frente en su barbilla. Maldito alcohol, me hace sentir tan rota. Quiero arruinar la fiesta con mi llanto.
Sus ásperas manos se colocan en cada lado de mi cara, levanto la vista hacia él porque sé que está esperando por ello, la sorpresa es que me besa cuando lo hago. Ahora mis ojos expulsan lágrimas mientras lo hace, porque sus besos son tan hermosos e inesperados que no se ven todos los días, son de esas cosas que llegan determinado tiempo pero valen cada segundo la pena y la espera.

—Te amo.

Estoy acostumbrada a no obtener respuesta, en cambio esta vez recibo otro beso.
Ivon y James se despiden ya que ella tiene que trabajar temprano, Brian se ofrece en llevarlos pero ellos prefieren irse solos así que les llama a uno de sus chóferes y se van.
Él se pone a hablar con Zacky y yo me quedo sola hasta que tocan mi hombro, era Arin Ilejay.

—¿Cómo te sientes?.—me pregunta sentándose.
—Bien, un poco sorprendida por lo de hace rato.—le digo buscando un cigarrillo en la caja que ha dejado Brian en la mesa.
—¿Qué haces?—me lo quita—Es de pésimo gusto ver a una mujer fumando.
—¿Me veo mal fumando?—cuestiono levantando las cejas.
—No, pero si lo haces aquí vendrán muchas, muchas cámaras y en la semana que viene saldrás en una portada importante que diga "La futura esposa del empresario Brian Haner Jr es una distribuidora de cáncer".—ríe.

Este hombre con cara de niño me causa ternura.

—No estoy lista para eso.—le digo bebiendo un poco de whisky.
—Luego te acostumbrarás.—me da una palmada en el hombro.

Volteo hacia la mesa principal, ahí está Brian con cara de enojo porque estoy hablando con Arin, lo saludo con la mano y Arin también lo hace. Me tira un beso y yo sonrío.
La música era suave, Arin me llevó hasta la pista de baile. Puse mis manos en sus hombros pero él no hizo nada, miré hacia donde el veía. Brian nos separó y me tomó por la cintura.

—¿Bailamos?.—preguntó.
—¿En-enserio?.
—S-si.—rió.

Sonaba Yellow de Coldplay, como alguna vez la habíamos cantado en su casa. Ninguno de los dos sabía bailar, bastaba con mecernos al ritmo de la canción.
Mi cabeza estaba en su hombro, ¿esto era verdad?. Parecía que estaba bailando con otro hombre.
Zachary y Matthew nos veían desde su mesa, Zacky con celos pero la expresión de Matt era de venganza.

—Dayan.—dijo sacándome de mis pensamientos.

Sus manos acariciaban mi espalda, me sentía tan bien. No quería que esto terminara, no quería que la canción acabara.

—Te quiero.

Sonreí, Brian me quería.
Seguíamos moviéndonos pero ahora mis brazos estaban en su cuello, abrazándolo. Nunca había sentido un te quiero y con eso me refería a que nunca había sentido algo cuando alguien me lo decía. Pero ahora se sentía diferente, ahora tenía más motivos para hacer de Brian una mejor persona.

Caminamos hasta la mesa que Brian reservó, me dijo que se iría a despedir y que no tardaba. Me dejó su celular, tenía una foto mía durmiendo a su lado como pantalla de bloqueo.
Me empecé a reír e intenté descifrar la contraseña para cambiar la foto.

Volteé para ver si venía pero sólo miré a Sanders con una cerveza en mano frente a mí, me la da mientras se queda la suya.

—Te miras tan tranquila.—dice dándole un sorbo a la bebida.
—Lo estoy, ¿debería estar preocupada por algo?.
—Por supuesto.—sonrió.
—¿De qué?.—pregunté tomando mis cosas y levantándome.
—Porque haré que Brian te odie, te voy a destruir.—me acaricia la cara.
—¿Me está usted amenazando, Matthew Sanders?.—digo quitándome su mano de encima con brusquedad.
—Le estoy advirtiendo, Dayan Haner.—rió.—Dayan Weldon, nunca serás Haner. Eres tan bonita.—vuelve a poner su mano en mi rostro.—Sería una lástima que Brian arruine eso muy pronto y con sus propias manos.

Novio Psicópata |Synyster Gates|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora