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—Brian...Cállate, no quiero saberlo.
—Sólo dile a tu hermana que se largue de aquí antes de que le haga algo.

Le di mi mano para que se levantara, me dio un beso en la frente y se dirigió al baño. Escuché la llave del agua de la bañera abrirse así que supuse que se daría una ducha. Le abrí la puerta a Katya y también un empleado con la comida esperaba afuera.

—Aquí está su comida, señora Haner.—dijo el chico, le hice una seña a mi hermana y a Jonathan para que pasaran.
—Muchas gracias.—dije cerrando la puerta.
—Señora Weldon.—corrigió Katya con molestia.
—Haner.—dije sonriendo porque sabía que le molestaba.

Mi teléfono sonó, era un mensaje de Brian diciendo que los sacara de la habitación.

—¿Qué quieren?.—pregunté quitándome el suéter.
—Te llevaremos a Huntington.—dijo Jonathan revisando la cama.
—¿Buscabas algo?.—le pregunté evitando burlarme de él.

Coloqué la comida en un mueble y volví a donde ellos.

—N-no...Sólo veía que todo estuviera en orden.—se sonrojó.
—Con Brian todo está en orden, siempre.—sonreí falsamente.
—La cama es un desastre.—dijo Katya sentándose en la orilla de ésta.
—Bueno, eso es culpa de Brian—me senté al lado de mi hermana—...y mía—añadí sin dejar de ver la cara de Jonathan.

Hervía de celos y Katya de enojo porque sabía que aún sentía algo por mí o lo suficiente para enojarse e imaginarse cientos de cosas.
Mi teléfono volvió a sonar pero no lo contesté.

—Si me disculpan, tengo que ir a darme una ducha.—dije guardando mi celular.
—Pero Brian está en el baño.—dijo Jonathan.
—Exacto.—le di un leve golpe en el brazo.
—Vámonos Katya.—pidió serio.
—Quiero ver a ese hombre salir del baño.—se cruzó de brazos.
—Pero... es probable que salga en toalla... O desnudo.—dijo Jonathan digiriendo lo que Katya había dicho.
—Pues por eso.—bufó.

Inmediatamente la tomé del cabello y la saqué de la habitación.

—Dayan, tranquila.—dijo Jonathan tomándome las manos.
—¡Katya es una zorra!.—grité—y en frente de ti.
—Vámonos.—dijo Katya jalándolo.

Jonathan se despidió con la mano y cerré la puerta enojada, me acosté en la cama mientras Brian salía del baño con el cabello húmedo y una toalla enrollada en la cintura.

—Sí quieres puedo volver a entrar y darnos esa ducha.—dijo riéndose.—y en efecto, sí...Tu hermana es una zorra. Que bueno que tú no saliste como ella.—sonrió despeinándome el cabello.
—Imbécil.—dije dándole un golpe en el brazo.

Tocaron la puerta, yo me quedé mirando a Brian y él abrió sin importar que le vieran solamente en toalla.

—Se-señor Haner, a-aquí están sus tra-trajes.—tartamudeó la rubia, Brian explotó en risas.
—Gracias.—dijo cerrándole la puerta en la cara.

Lo miré sorprendida, caminó hacia mí y me dio una de las cajas que tenía en las manos.
Me metí a bañar mientras él veía televisión y comía.

—Te veo en el salón de eventos.—gritó.
—Está bien.—le respondí desde la bañera.

Terminé de bañarme, me puse la lencería y el vestido carmesí que venía en la caja. Había un par de zapatillas, no me gustaban pero tenía que usarlas. Al menos para no hacer enojar a Brian.
Tocaron la puerta y abrí.

—Señorita, nos han mandado para peinarla y maquillarla.—dijeron presentándose.
—Oh...está bien.—dije haciéndolos pasar, no sabía que decir.

Después de media hora terminaron de arreglarme, me acompañaron hasta el salón de eventos. Miré a Brian junto a varios empresarios, de inmediato los dejó y caminó hasta mí. Se veía tan bien con ese traje, todas las mujeres lo veían y eso me molestaba.

—Wow.—suspiró.—No tengo palabras para describir lo que estoy viendo.
—¿Tan mal me veo?.—pregunté ofendida.
—¿Eres estúpida?, te ves hermosa.

Me tomó la mano y caminamos hasta el bar, había música en vivo e importantes personas. Me sentía como un animalito atrapado en un lugar desconocido.
Después de beber un poco, Brian subió al escenario y tomó un micrófono. Ivon me abrazó mientras Brian hablaba y daba las gracias por asistir aunque la fiesta era de un cliente.

—Mi futura esposa y yo les agradecemos su preferencia por el hotel Haner.—dijo señalándome.—Ven aquí, amor.—me llamó, creí que me desmayaría.
—Anda, todos te están mirando.—susurró Ivon.

Caminé hasta Brian y me tomó la mano, bajó y nos dirigimos hasta donde estaba Ivon.
Las personas nos saludaban, incluso otras se tomaban fotos con él.
Seguí caminando hasta que choqué con alguien.

—¡Dayan Weldon!.—me abrazó.
—¡Matthew Sanders!.—dije mientras me elevaba en sus grandes brazos.
—Bájala.—dijo Brian.

Matthew me bajó y Brian me jaló antes de que pudiese decir algo.
Me llevó hasta el ascensor y me dejé, no quería que Brian gritara enfrente de la gente.

—¿Qué haces con Sanders?.—preguntó enojado.
—Lo estaba saludando.—bufé.
—Pues que manera de saludar.

Caminé de regreso hasta Matt pero Brian me jaló el cabello.

—¿A dónde vas?.—preguntó llevándome hasta la recepción.
—Con mis amigos.—respondí enojada y me acomodé el peinado.

Caminé de prisa hasta Matt, supuse que Brian no me haría un escándalo si estábamos rodeados de tantas personas.
No me siguió, después de charlar un rato con Ivon y Matthew busqué a Brian. Ni lo encontraba por ningún lado hasta que lo miré besándose afuera de nuestra habitación con la chica que se besaba el día de la fiesta de Derek, parecían tener sexo con la ropa puesta.

—Eso es todo, me largo.—dije sin ganas y la verdad es que no las tenía, Brian la empujó y me sujetó la mano para que no me fuera.—Y pensar que hace un momento me llamaste futura esposa.

Le di una bofetada muy fuerte, él estaba por devolverla cuando le detuve la mano y evité que lo hiciera.

—No Brian, ya no.

Novio Psicópata |Synyster Gates|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora