—Debido a que te opones tendré que usar el dulce de uva.—dijo abriendo el frasco.
Se puso de rodillas detrás de mí, escuché la cremallera de su pantalón bajarse.
Me paré de inmediato y me cubrí con la sábana de la cama.—Prácticamente vas a violarme.—dije intentando abrir la puerta.
—Llegué a pensar que eso querías.—dijo volviéndose a poner el pantalón.
—¿Qué?.—me acerqué y le di una bofetada.Cerró sus ojos y parecía contar mentalmente para tranquilizarse.
Tomó mi mano y la puso en su desnudo pecho.—Como puedes sentir, estoy enojado.
Su corazón latía con violencia, pero hacía un intento por controlarse.
—¿Qué tienes ahí?—preguntó sacándome el cuchillo de mi no tan exitoso escondite, sonrió irónicamente.—Querías hacerme daño...
Lo golpeé con el puño cerrado en la cara, abrí la puerta rápidamente y salí corriendo. Forcejeaba la salida principal pero no tenía caso, estaba asegurada.
Grité, su mano jalaba mi cabello. La sábana resbaló, me elevó en sus brazos y me llevó hasta la habitación en su hombro.
Por más que le pegaba no lograba zafarme de su agarre.
Me aventó con fuerza en la cama, se bajó el pantalón hasta los tobillos. Tiró lejos aquél estúpido frasco, ni siquiera lo iba a necesitar.
Su mirada clavada en la mía mientras mantenía una sonrisa sádica, entró en mí sin piedad alguna. Mi cuerpo temblaba y mis ojos arrojaban incontables lágrimas.
Golpearlo era inútil, estaba logrando lo que tanto deseaba, porque vaya que parecía desearlo. Su sonrisa no se borraba, sus gesticulaciones emanaban el más grande placer.—Mi dulce niña.—jadeó.
Un dolor que simplemente no podría ser explicado. Acabó tranquilamente. No podía hablar, sólo me limitaba a llorar e intentar respirar.
—070781810707.—dijo y se sentó encendiendo un cigarrillo.
—¿Qu-qué?.—gemí de dolor.
—Es la clave de seguridad, anda. Lárgate.—me aventó mi ropa.A como pude me vestí, él me observaba con una sonrisa de lado. ¿Desde que día se convirtió en eso?. O quizás siempre lo fue y yo nunca había querido darme cuenta.
—Creo que estoy listo para hacerlo otra vez.—gruñó.
—Brian, ¡no!.—apenas se me entendía.Salí corriendo, mis piernas temblorosas fallaron y me hicieron caer ante la puerta de la entrada. Brian reía, se estaba burlando de mí.
—Ya lárgate, me jode tanto escucharte llorar.
Después de tres intentos por desbloquear la salida, logré poner la contraseña de manera correcta. Tanto la puerta como la reja se abrieron.
Corrí como si mi vida dependiera de ello, una luz blanca cegó mi vista pero para mi buena suerte —o mala—, alcanzó a frenar.—¡Santo cristo!, ¿Estás bien?.—preguntó bajándose del auto, se tomó un momento para examinarme.—Vaya, no tienes cara de estarlo. ¡Madre mía, casi te mato!.
—Hubiese preferido que lo hicieras.—respondí mirando el suelo.
—Ivon Bautista.
—Dayan Weldon.—me presenté intentando tranquilizarme.
—¿Eres de por aquí?.—dijo amablemente, la miré a los ojos.—Nena, ¿Estás bien?.
—Soy de por aquí, y no... No estoy bien.
—Puedo llevarte a tú casa si quieres, pero dime como regresar, vengo de México pero nací en Chicago, Chicago Illinois, estoy aquí por asuntos de trabajo.Acepté, me llevó hasta mi casa. Hablaba demasiado, había entrado en confianza. Pero yo me quedaba en silencio, llorando sin emitir sonido.
—Podríamos quedar para comer un día.—dijo leyendo la nota instructiva del trayecto del hotel donde se hospedaba hasta mi casa.—Me estoy quedando en el hotel de los Haner, son muy famosos y acogedores.
—Por supuesto, te veo después y muchas gracias.—dije despidiéndome con la mano.
—Hasta luego, te llamo otro día, supongo que hoy no tuviste un buen día.—respondió guardando su celular.«El dueño de tu hotel me violó y tú casi me atropellas, no le veo nada bueno».
—Hasta luego, Ivon.
Pero... yo ya no quería vivir otro día.
Entré a mi hogar gracias a la llave que estaba escondida bajo una maceta. En el comedor había una caja con un vestido negro y una nota."Paso por ti para el funeral de la tía Alice".
-Tu novio.Aventé la caja y tomé el vestido junto con un encendedor, no sabía si quemarlo solo o prenderme fuego con él puesto. Estaba dispuesta a hacer cualquier locura.
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Novio Psicópata |Synyster Gates|
Fanfiction» Lo mejor para una relación sana y estable es conocer con el tiempo a la persona para así saber como llevar por el buen camino el noviazgo, un estudio ha confirmado que las relaciones a corto plazo son impredecibles y algunas un total fracaso; Sin...