Capítulo 3

18.1K 975 30
                                    

-A ver ¿De qué se trata?- Izan se estaba comenzando a interesar por la conversación. Lo podía saber por su mirada inquietante.

-Te propongo un trato. ¿Qué es lo que los dos nos interesa?- Empiezo lo que sería mi plan para convencer a Izan se cometer una pequeña locura.

-¿Puedes plantearme la cuestión con otro contexto?-

-¿Y tú a mí me puedes hablar en cristiano?-

-Que me hagas de nuevo la pregunta pero dejando la idea más clara.-

-A ver, tú quieres agradar a las chicas ¿Cierto?- Él asiente.- Bien este es el trato: Yo voy ayudarte y tú me ayudarás a mí. Haciendo que los dos salgamos beneficiados.-

-Explícate.-

-Yo te convertiré en un chico malo. He salido con muchos de ellos y se cómo se comportan, como visten, que estilo llevan, etcétera.-

-Sigue.-

-Y tú me ayudarás a mí con Jake.-

-¿Cómo?-

-Izan te creía más inteligente ¿Cuál es la mejor arma para atraer a un ex?-

-¿Los Celos?-

-¡Bien! ¡Sabía que debajo de esa melenita rubia había un cerebro activo!- Despeino su flequillo dorado y cuando termino Izan hace un movimiento de cabeza haciendo que en menos de dos segundos su pelo vuelva a estar en la misma posición perfecta.

-¿Quieres que me haga pasar por tu chico?- Asiento.- Todos saben que somos amigos des de pequeños. No va a colar ni de coña Naiara.-

-Claro que sí. Hay muchas personas que eran íntimos de pequeños y hasta que no se hicieron mayores no vieron el amor entre ellos.-

-¿Así? Dime un ejemplo.- Mierda… Piensa rápido Naiara, piensa.

-Pues… bueno… ¡Vale! No se me ocurre ninguno ahora pero, lo aré.-

-Naiara tú plan es de locos.-

-Bueno pero tu piensa que voy a cambiarte de arriba abajo. No solo físicamente si no también tu actitud. Así que no sería tan extraño que me enamorará de ti.- Su reacción de autodefensa es alejarse de mí medio metro.- Ya me entiendes, que la gente lo pensará.-

-Está bien. Acepto el trato pero, con una condición. Pase lo que pase, seguiremos siendo amigos ¿Vale?-

-¡Claro! ¿Acaso dudabas que iba a dejar de ser tu amiga? ¡Si eres como mi hermano Izan!-

Ahora los dos más relajados y con miradas cómplices nos dedicamos una sonrisa. Miro el despertador de mi amigo que se encuentra encima de la mesita de noche. Son las seis y media de la tarde.

-Vamos, si nos damos prisa todavía podremos empezar hoy. Venga, a ver que tienes en tu armario.- Me levantó de la cama y me dirijo hacía su closet.

-¿Cómo?- Una carcajada sale de él.

-Empezaremos por el look. Las primeras apariencias son lo que más importan.-

-Pensaba que lo que importaba era el interior de las personas.-

-Ya claro, eso sirve en un cuento de hadas dónde entras en un castillo embrujado y la única forma de librarte de una bestia es enamorándote de ella.- Izan niega con la cabeza.

-Qué superficial eres a veces.-

-Oye ¿Estamos juntos en esto o cómo vamos?-

-Estamos, estamos.-

-Pues entonces no me insultes y comencemos a trabajar.-

Vaciamos todo su armario. Tenía miles de marcas. Des de las más caras y desconocidas hasta las más baratas y conocidas. En verdad Izan vestía bien. Era el típico chico de buena familia adinerado pero, los niños pijos ahora no nos llaman la atención. Se piensan que por tener el mejor coche y un bolsillo arrebosado de dinero nos tienen a su disposición como putas. No, a nosotras nos iba más el royo chico malo por fuera y cuando estás con él a solas que sea tierno. Una comparación perfecta como un bombón. Chocolate duro por fuera y una capa dulce por dentro.

-Vamos al patio.- Cogí las bolsas dónde habíamos guardado la mayoría de su antigua ropa.

-¿Para qué?-

-Para quemarla.-

-¡¿Qué?! Ni de coña Helker.- Se pone enfrente de mí impidiendo que salgo por la puerta.

-Izan, no te va a servir de nada está ropa.-

-Pero podríamos guardarla en la guardilla.- Levanto mi ceja izquierda.- Vamos Naiara. Hay ropa ahí dentro que son recuerdos y regalos.-

-Está bien pero, por qué me lo has pedido con esa cara. Por cierto: no la vuelvas a poner nunca más. Esas muecas de lástima no las pondría nunca un chico malo para conseguir lo que quiere.-

-¿A no? ¿Y qué cara pondría?-

-Una seductora.-

-¿Seductora?- Repite dudoso.

-Ya te enseñaré. Ahora estamos con tu físico no te adelantes, macho man.-

Dejamos las cosas en la guardilla tal como me pide su amigo y nos vamos al centro comercial más cercano para comprar el nuevo vestuario que debería de vestir Izan en estos días. Estoy segura que el proyecto chico malo será un existo.

Recorrimos todas las tiendas y lo más fuerte es que cuando acabamos me di cuenta que no había comprado nada para mí. Es la primera vez que había ido de compras y no había sacado mi tarjeta de crédito ni para una triste pulsera. Todos los que vamos al instituto privado de Barcelona conocido como King’s Academy somos de una familia adinerada. Así que no nos resultó ningún problema a la hora de renovar su armario.

Después de siete viajes conseguimos subir las veintisiete bolsas de ropa, zapatos y complementos que me había encargado que se comprara mi amigo.

-Dios, nunca pensé que compraría tanto. Recuérdame que nunca más vuelva a ir contigo a un centro comercial.-

-Desagradecido. Lo único que hacías era mirar lo que te compraba ¡Yo soy quién está agotada!-

-Pero si disfrutas comprándome ropa.-

-Bueno un poco.- Soltamos un carcajada al mismo tiempo.- Mientras estabas sentado en un banco haciendo nada, yo me he metido en una tienda y he comprado esto.-

De una de las bolsas saque una caja dónde había la máquina de rapar el pelo. Me había costado un dineral pero, el hombre de la peluquería me había asegurado que era muy buena.

-¿Qué es eso?-

-Un regalo.-

-¿Sin envolver?-

-No seas pesado y siéntate aquí.- Le indico la silla que se encontraba enfrente de mí.-

-¿Para qué?-

-Hombre no esperarás que te deje ir con esos pelos.-

-¿Qué le pasa a mi pelo?-

-Qué no es de chico malo.-

-¡A no! Por ahí ya sí que no paso, Naiara.-

-¿Qué no pasas?- Él niega con la cabeza.

Lo llevaba claro. A este le cortaba el pelo como que me llamaba Naiara Helker.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora