Capítulo 38

11.7K 615 15
                                    

-¡¿Y cómo se supone que me vas ayudar?! ¡No hay solución para esto! ¡Me tiene entre la espada y la pared!- Mis lágrimas comienzan a surgir. Le aparto la mirada y dejo que se pierda en la nada.- Sí no me acuesto con John esas malditas cintas aparecerán en la mesa del director y será expulsado pero, no quiero acabar cómo otra de las putas con quién se ha acostado.-

-Y no lo serás, Naiara.-

-¿A qué te refieres?-

-¿Me has dicho que habéis quedado mañana por la noche, no?- Asiento limpiando mis lágrimas.- ¡A esa hora es la fiesta de la victoria! Le dices de quedaros un rato, que quieres fardar de novio o algo así por el estilo, la cosa es alagarlo en todo momento y emborracharlo para que después esté tan exhausto que no sepa ni dónde vive.-

-Ya pero, hay un pequeño detalle ¿Y sí no ganamos?-

-Pues...- Silencio.- Reza para que ganen.-

-¡Miriam!-

-¡Tranquila! A ver déjame pensar en algo...-

-El problema es que ya no queda tiempo para hacer absurdos planes, Miriam. He perdido a Izan y no lo voy a recuperar.-

-No estés tan segura de eso, por el momento tengo planeado cómo deshacernos de John.-

-¿Cómo?-

-Venganza.-

-Me gusta pero, cómo no te explique mejor no llegaremos muy lejos.- Ella se ríe, pero yo lo digo seriamente.

-Vamos a pagarle con la misma moneda.-

-Explícate.- Le vuelvo a repetir impaciente.

-El último día que tenéis entreno es el martes de la semana que viene, sí lo tengo bien entendido ¿No?-

-Sí, los chicos no entrenan pero, supuestamente las chicas tenemos que seguir con nuestros entrenos. No sé para que la verdad porqué la temporada termine mañana pero bueno, cosas del entrenador.-

-¿Los chicos no entrenan?-

-No, ellos van al gimnasio y comenzarán a llevar mesas, sillas, a preparar la mesa del DJ y todas esas cosas para el baile del sábado de la semana que viene.-

-Genial.-

-¿Por qué?-

-Porqué.- Miriam hace un suspense.- Tú te quedarás la última en el vestuario, le enviarás un mensaje provocativo a John para que vaya y...-

-¿Y qué?-

-Haré un par de fotos de vosotros dos.-

-¿Haciendo que, exactamente?- Temo a lo que me pueda decir.

-¡Nada! Sólo que parezca, ya sabes...-

-¿Qué me acuesto con él...?-

-Sí, sí. Eso mismo.- Dice intentando alejar esa idea de su mente. Me río por su actitud.

-Okey... pero ¿Y luego...? ¿Y sí no se detiene?-

-Apareceré yo y lo cogeré de la oreja. No te preocupes, Naiara. Te prometo que no te pasará nada.-

-Está bien, gracias Miriam.-

-De nada, es un placer hacer justicia en está mierda de sociedad.- ¿Por qué se indigna tan rápido? Suelto una pequeña risa.

-En fin, debo irme. Tenemos que reunirnos en el gimnasio nuevo para ver a quién le toca hoy ser expulsado.- Digo mientras salgo de su coche.

-¿Recuerdas que yo también tengo que ir?- Ella cierra su puerta y finalmente pone el seguro de su coche.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora