-Te odio.-
-Mientes muy mal.- Pego un brinco para atraparlo.- ¿No me digas que no te quedaste a gusto diciéndole todo eso al viejo de Germán?-
-No.- Llegamos a su taquilla y deja sus libros.- ¿Te has dado cuenta? Ahora tengo que quedarme castigado toda la tarde con él y todo por el maldito proyecto.-
-¡Eh, eh! Menos, que este maldito proyecto está haciendo que todas las miradas de las chicas se crucen contigo y si no, echa un vistazo tú mismo.-
Mi amigo se voltea y empieza a inspeccionar el pasillo. Un grupo de chicas de un curso menos que nosotros contemplan a Izan con sonrisitas estúpidas y miraditas coquetas.
-¿Qué? ¿A que ya no encuentras tan estúpido el proyecto chico malo?-
-Aun así, te odio. Tengo cosas mejores que hacer que quedarme castigado un miércoles por la tarde.-
-¿Y quién ha dicho que te tengas que presentar?-
-¿Qué insinúas?-
-Fal-ta.- Digo con ritmo separando las sílabas de las palabras mientras me alejo hacia mí taquilla.
[****]
Guardé mis libros en ella y saqué mi mochila colgándomela en el hombro. La cerré con doble vuelta de muñeca y cuando me disponía a guardar las llaves la tranquilidad en esos pasillos se había esfumado con su presencia.
-¿Qué diablos le hiciste a Izan?- Se acerca Jake riéndose. Por si no lo recuerdan es el capullo de mi ex que es el motivo número uno por el cuál estoy haciendo el proyecto chico malo.
-Creo que no es asunto tuyo o ¿Es que encima tengo que darte explicaciones después del mensaje que me enviaste?-
-¡Oh, vamos! Ya sabes por qué lo hice. Si te hubiera dejado en persona me hubieras montando uno de tus números delante de todos.- Suelto una carcajada amarga.
-¡Eres un superficial, solo te importa lo que piensen los demás!- Jake comienza a reír de una forma exagerada en mi cara ¿De qué iba? ¿Me estaba vacilando?- ¿De qué te ríes imbécil?-
-De lo gracioso que es oír eso saliendo por tu boca.- Jake se acerca más a mí obligándome que mi cuerpo impacte con las taquillas.- Espero que te des cuenta algún día que no hay persona más superficial que tú.- Coge mi barbilla y me obliga a mirarle a los ojos.
Jake aun habiendo cortado conmigo y sentir esa rabia e impotencia en mi interior no había cosa que deseará más que volver a sentir sus labios. Era irresistiblemente y añadiendo que era el chico más perfecto de todos.
-¡Eh, Elder! Ya estás tardando en soltarla.- Esa voz. Jake se voltea y se encara con Izan.
-¡Hombre Sierra, menudo cambio te ha dado Naiara. Así incluso pareces un chico malo, pero.- Jake da círculos por el alrededor del cuerpo de Izan. Veo como los puños de mi amigo se cierran con presión ¿Sentía rabia?- No basta con parecerse. Tienes que comportarte como tal.-
-Cuéntaselo a quién le interese.- Izan le guiña un ojo. ¿Qué estaba pasando? ¡En la lista yo no había añadido tanta información!
Jake agarra a Izan por su camiseta blanca y lo estampa a un lado mío contra las taquillas.
-¿Seguro? No me importa repetir las cosas dos veces.-
-¡Jake, basta!-
-¡Señor Elder!- Genial, Germán el profesor que había castigado a Izan salía en su ayuda. ¿Qué irónico suena todo esto, no?
Jake suelta a Izan, él se coloca su básica y su cazadora vuelve a estar en posición correcta. El profesor de literatura se nos acerca con cara de pocos amigos.
-Usted y usted se vienen conmigo a hacerle una visita al director Burdock.- Jake e Izan se quedan paralizados.- ¡Vamos, andando!- Explota finalmente señalándoles pasillo abajo dónde se encuentra seguramente una bronca por parte del director y un castigo de los grandes.
Los tres se alejan, veo la mirada de mi amigo que me observa caminando hacia su destino. Por la cara que me ponía me daba la sensación que era como si le había condenado a ir a la guerra. Alzo mi mano a mi boca y con los dedos hago la señal de que más tarde le llamaría. Des de lejos pero no lo suficiente puedo distinguir como de nuevo uno de sus ojos me guiña. Era la hora de preparar a este chico malo.
