-¿Y por qué se supone que tengo que dejarte que hagas el trabajo con él?- John se cruza de brazos.
-No seas crío, tengo que hacerlo. No quiero que me bajen la media para selectividad.-
-Esto no estaba dentro de nuestro trato.-
-Sí que lo está. Tú me dijiste que sí dejaba a Izan y estaba contigo esas cintas no irían nunca al director. Y que yo sepa hacer un trabajo con alguien no le estas pidiendo matrimonio a nadie ¿No?-
-Me gustas tanto cuando te pones vacilona.- Se acerca más a mí y sostiene mi barbilla con sus manos.
Une nuestros labios en un beso apasionado (por su parte) y simplemente asqueroso. Le odio con todas mis fuerzas. Nunca deseo el mal a nadie pero se merece un destino peor que el propio infierno. Separa nuestras bocas y deja mis labios húmedos ¡Puaj! Naiara escapa de ahí ya.
-John, tengo entreno con las chicas.-
-Te acompaño.-
-No hace falta.- Dios, que hombre más pesado.
-Y de nuevo te vuelvo a preguntar ¿Quién tiene las cintas?- Dice con una sonrisa maliciosa que tanto odio.
-Tú.- Digo entre dientes.
-¿Quién? No te escucho bien.- Pone su mano en su oreja.
-Tú.- Digo alto y claro.
-Bien y ahora que tenemos claro esto ¿Quién manda a quién?-
-Tú a mí.-
-Bien, bien. Veo que el dicho de que las rubias sois las tontas es mentira.- Y vuelve a juntar nuestros labios. Que tortazo le pegaría sí pudiera.- Vamos.- Pasa su brazo por mis hombros y comenzamos a caminar pasillo abajo.
[****]
De camino al campo de fútbol pienso en estos tres días. El lunes fui amenazada por el chico con más poder del instituto y corte con Izan. El martes soy presente de una pelea de John e Izan. Consigo que Izan se aleje de mi por el momento haciéndonos más daño con esas palabras tan feas que le dije y me doy cuenta que Miriam es una profesora muy enrollada y dispuesta ayudarnos a mi e Izan. Ayer miércoles, me cogen por sorpresa y me dicen que tengo que hacer un trabajo con Izan. Y hoy que es jueves ya por la tarde ¿Qué se supone que me tiene que pasar? Está semana se me estaba haciendo más larga de lo que me pensaba.
-Ya puedo continuar sola.- Me alejo de su lado.
-Naiara.- Me llama y me hace una seña con su mano indicándome que me acerque a él ¿Me está tratando cómo un perro? Lo odio.- Después vendré a por ti.-
-Después de entreno me gustaría descansar para mañana estar descansada. Últimamente no puedo pegar ojo.- Me excuso con una verdad.
-No te preocupes.- Dice mientras se acerca más a mí y acaricia mi mejilla hasta sujetarme la cara con una de sus manos de mi barbilla.- Ya tendremos tiempo de descansar después de esta noche.- Se acerca a mis labios y los besa intentado provocar una reacción a mí. Lo único que siento son náuseas y un increíble asco hacia él.
-John...- Por primera vez le temía. Ahora me daba cuenta que había caído lo más bajo, tenía miedo a John ¡A John!- No sé sí estoy lista...- Intento parecer inocente, pero seguro que se sabe mi historial de relaciones mejor que yo.
-No te preocupes, te trataré cómo nunca te han tratado preciosa.- Y dicho esto vuelve juntar mis labios y más tarde se aleja de mi mirando las largas piernas de mi equipo de chicas porristas mientras calientan para el ensayo.