Capitulo 48

9.1K 586 15
                                    

-Izan, estás muy equivocado. Yo nunca quise hacerte daño y que pienses eso de mi me duele mucho.- Noto cómo mi voz se quiebra en un hilo de voz. Soporta el peso de las lágrimas Naiara, no es la primera vez que lo tienes que hacer.

-¿Entonces porqué me has hecho esto? ¡¿Eh?! ¡Yo no te e hecho nada para merecerme toda está humillación y este desprecio por tu parte!-

-¡Lo hice por ti Izan! ¡Para que no…!- Mierda Naiara, cállate la boca.

-¿Para no qué?-

-Nada, vamos a dejarlo.-

-¡No! ¡Quiero saber la verdad!- Me coge de las muñecas y me acerca a él.- ¿No me equivoque a qué no? Es cierto que todo esto es por mi ¿Cierto?-

-Izan…-

-¡¿Sí o no, Naiara?!-

-¡Sí, sí!- Me libero de sus muñecas y le pego un empujón con la fuerza con mis manos que van directas a su pecho y lo hacen retroceder un paso.- ¡John me chantajeo!-

-¿Enserio pensabas que no me había dado cuenta? Pero lo único que no comprendo es ¿Qué tiene que ver John conmigo?- Olvidaba que Izan era listo pero eso sí, cuando le interesaba.

-Tiene las cintas de la grabación cuando tú robaste la llave maestra al director.-

Los ojos de Izan se abren cómo platos. Esto sí que no se lo esperaba.

-¿Entonces me has estado mintiendo todo este tiempo, no es así?- Parece incrédulo a lo que ve y escucha.- ¡Contéstame maldita sea! ¡No te quedes callada!- Empieza a perder los papeles.

-¡Lo hice por ti!- Ahora las lágrimas caen por mis mejillas. No hay nada que hacer porqué ya no soy dueña de mi descontrolado hipo y de mi llanto roto en lágrimas.- ¡Sabía que sí te lo decía matarías a John y eso solo crearía más problemas! ¡Todo el mundo se enteraría y llegaría a oídos de Burdock y no solo te expulsaría del instituto!- Recupero oxigeno perdido.- ¡Te habría puesto una denuncia y eso hubiera echado tu expediente a la mierda! ¡¿O es que no lo entiendes?!-

Acabo de echar todo el acumulo que se encontraba en mi interior hacia fuera. Me siento tan bien pero, la cara de mi amigo hace que mi angustia se mantenga. Por favor, no soporto este silencio. Necesito que de su boca salga algo una palabra, un suspiro, un beso, lo que sea.

-¿Sabes que es lo que más asco me da?- Limpia una de mis lágrimas.- Lo poco que confías en mi.-

-Izan… yo…-

-Sí me hubieras contado todo lo que me acabas de decir ahora mismo, todo esto nunca hubiera ocurrido.-

-Izan… yo lo hice por tu bien… Te quiero.-

-Y yo a ti Naiara pero, una cosa no quita la otra. Yo no puedo volver a estar con una persona que me ha demostrado que no confía lo suficiente para contarme las cosas.-

-Claro que confío en ti, Izan… no digas eso.- Acaricio su mano que todavía limpia una de mis lágrimas.

-Lo siento, Naiara. Estoy cansado de palabras y echo en falta hechos.-

Se acerca a mí y besa mi frente. Siento cómo sus cálidos y carnosos labios por unos instantes concentran todo su amor en mí. Solo en mí y en nadie más. Intento memorizarlo en mi cabeza, tengo el presentimiento que no volveré a presenciar la textura de su boca sobre mi piel. Su aroma tan adicta llega a mi y al notar cómo poco a poco se va reduciendo y va separando nuestros cuerpos destruye mi interior.

-Te deseo lo mejor, de verdad.- Y son sus últimas palabras porqué veo cómo su cuerpo se desplaza a una velocidad lo suficientemente lenta para que el dolor sea infinito.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora