Capítulo 51

9.1K 586 3
                                    

-No sé sí con dos horas bastará para explicarte cómo va de mal mi vida.-

-Bueno, podemos llegar tarde ¿Lo bueno se hace esperar, no? ¿O no era lo que siempre me decías cuando llegas un cuarto de hora tarde a todas nuestras citas?- Se sienta en mi cama y yo hago igual. Me río al recordar esos momentos tan agradables con él. Sabe cómo subirme la moral.

-Está bien… pero… todo esto no puedes contárselo a nadie, Jake. Por favor.-

-¿A quién se lo voy a contar? Natalie me importa una mierda, a mi grupo no le hablo sobre chicas y a Izan no lo trago.-

-Que social eres chico.- Escucho una carcajada suya.

-Supongo que al romper la mejor pareja de oro los dos bajamos del rango ¿No?-

-Supongo…- No me gusta recordar ese mensaje que lo estropeo todo. Él me dijo que se arrepintió de haberlo hecho y que ahora este aquí apoyándome cómo un buen amigo hace verme que de verdad le importo.

-Bueno comienza.- Se acomoda la espalda con un cojín y se apoya en la pared. Yo en cambio me coloco de rodillas a un lado suyo.

-No sé por dónde empezar…-

-¿Porqué no comienzas cómo te has librado de cerdo de John?- Al recordar ese nombre siento un escalofrió repugnante.

-Creo que antes tengo que explicarte otras cosas…-

-Estoy listo.-

Lo primero que comencé a explicarle fue sobre mis síntomas de un posible embarazo, me extraño que no me preguntara en ningún momento si lo estaba o no, creo que estaba demasiado concentrado en escucharme. Después le expliqué la escena del vestuario, cómo tuve que romper definitivamente con Izan para poder seguir con la venganza de John y cómo además tuve que fingir que las pruebas habían dado negativo, cosa que todavía no sabía sí era cierto o no. Más tarde acabe contándole mi desagradable conversación con Izan en el césped del campus y por último le aclaré que si estaba embarazada.

-Vale… espera que analice la situación. Son demasiadas cosas fuertes para habérmelas explicado en tan poco tiempo.- Su cara de perplejo me hace tanta gracia. En estos momentos aparte que Izan volviera a estar conmigo, él es el único que puede sacarme una sonrisa.

-Lo sé… ¿Ahora entiendes por qué ni siquiera me acordaba que hoy era el baile de primavera?-

-Sí, puedo hacerme una idea.- Coge mi mano y la acaricia.- Pero, Miriam tiene razón, tienes que decírselo.-

-Primero me gustaría arreglar las cosas con él pero, no sé ni cómo hacerlo, ni en que momento acercarme a él, que palabras utilizar y tampoco…-

-Naiara.- Me tapa la boca con su mano.- Tengo una plan.- Me la quita y puedo volver a respirar.

-No por favor.- Le suplico con la ayuda de mis manos.- ¡Otro plan no! Los planes me han hecho llegar a esta situación.-

-Pero esos planes no los he idealizado yo.- Mueve sus cejas de arriba abajo a una velocidad que me cuesta seguirlas.

[****]

-¡No sé ni cómo me has convencido para hacer está locura!-

-Vas hermosa, Naiara.- Coge mi mano y la besa.

-No me hagas la pelota para distraerme, Jake.- Nos reímos.- ¡Ni si quiera llevo nada pensado! ¡Esto va a ser un desastre!-

-¡Qué no! ¡Hazme caso! Las palabras saldrán por si solas. Tranquilízate.-

-¡No puedo!-

-A ver para.- Nos detenemos en medio de la calle.- Coge aire y expúlsalo conmigo al mismo tiempo.-

-¿Qué?- Suelto una carcajada enorme.- ¡No pienso hacer el ridículo en medio de la calle!-

-¡Que respiré puñetas!- Su reacción infantil me hace todavía más gracia así que el ejercicio de intentar tranquilizarme solo me ha hecho reír pero, al menos me ha quitado toda la tensión acumulado en mis cervicales.- ¿Mejor?-

-Sí, pero sólo porqué el profesor de respiración eras tú que sí no me hubiera dormido a la primera.-

-Ha, Ha. Eres muy graciosa.- Me duelen las mejillas de tanto forzarlas para mostrar una sonrisa.- Anda vamos, ya llegamos dos horas tarde.- Comienza de nuevo a caminar hacia el instituto.

-Espera…-

-¿Qué pasa ahora?- Se voltea algo molesto pero, se mantiene paciente.

-Es que no me veo bien… no creo que vaya a salir bien… en fin… es una locura, Jake. Me vuelvo a casa.- Me volteo y creo una nueva dirección familiar hacia mi casa.

-¡Eh, eh!- Me coge de la mano y me voltea para él.- Ni de coña te vuelves para casa.-

-¡Es que eso no es un plan!-

-¡Sí que lo es!- Sigue sonriendo, me da rabia porqué quiero reprimir las mías pero, no puedo, me hace sentirme bien.

-¡No, eso es improvisar sobre la marcha!-

-Te saldrá genial. Además a ti eso se te da bien.-

-¿A qué te refieres?-

-A ser el centro de atención.-

-Gracias.- Sarcasmo.

-Naiara.- Me coge de la cintura, me voltea y me coloca delante del escaparate de una tienda que tenemos justo delante.- Mírate.- Señala mi reflejo en el cristal.- Estas preciosa.

-No es cierto.-

-¿Des de cuando te has vuelto tan modesta?-

-Des de que Izan me enseño a ver las cosas con otros ojos. Con unos más bondadosos.-

-¿Más cómo a él te refieres, no?-

-Supongo. Es demasiado bueno para mí.-

-No lo creo. Ni nadie es tan bueno ni nadie es tan malo.-

-¿Quitando a John, no?-

-Ese es un caso aparte, está claro.- De nuevo carcajadas entre nosotros.- Ahora enserio. Mírate bien Naiara y dime que ves.-

-A ti y a mí.-

-Se más especifica.-

-¿Sobre qué?-

-¿Cómo te ves?-

-Con un vestido, unos tacones y unos complementos que llevo dedicándoles más de tres meses para está noche.-

Es cierto. Izan debería de estar aquí conmigo y decirme que me veo preciosa. Pero que Jake me haya sacado de casa arrastras me anima un poco. Y verme con este vestido también me hace sentirme cómo una princesa de cuentos: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=341391882602485&set=a.285617584846582.65993.280473955360945&type=3&theater ;

-No me refiero a lo físico, me refiero cómo te ves tú.-

-Débil, insegura, tocada y hundida.-

-Mira que eres pesimista cuando te lo propones, eh.- Esbozo una pequeña sonrisa.- Pues yo veo una chica que esta dolida. Le han hecho daño pero, aun así sigue siendo igual de hermosa e igual de fuerte.- Acaricia mi pelo.- No dejes que todo esto te derrumbe, Naiara. Ahora más que nunca necesitas esa confianza exagerada que siempre tienes en ti misma.-

-No sé sí seré capaz.-

-Sí lo serás.-

-Pareces seguro.-

-No es que lo parezca, lo estoy. Y ahora vamos, la noche no es eterna.-

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora