-¿Hola?- Me asomo por la puerta de la enfermería y me doy cuenta que no hay nadie. Entramos dentro.- ¿Hay alguien?- No tengo respuesta, mierda.
-Parece que no hay nadie.- Izan se acerca a mí y antes de que pueda notar su presencia más cerca de mí me alejo a por el Kit de primeros auxilios.
Gasas, tiritas, desinfectante, alcohol, algodón,... genial, me harán falta muchas de estas para curar su herida. También me dirijo hacía la nevera y cojo cómo la última vez una de esas bolsas de hielo para bajar el hinchazón de su labio inferior.
-Siéntate.- Al instante el me obedece.
Me acerco a Izan y dejo las cosas encima de la camilla dónde se ha sentado a un lado de él. Me trae viejos recuerdos este lugar, aquí es dónde nos besamos por primera vez porqué los dos lo deseábamos así.
Cojo algodón y lo mojo con un poco de alcohol.
-Esto quizá te escueza un poco.- Y al rozar la piel irritada y dañada por el puño de John con el algodón no veo ni un cambió en sus facciones. Se quiere hacer el duro.
-¿Con qué Burdock es tu nuevo proyecto, no?-
-¿Eso piensas?- Sigo limpiando su herida sin mirar a sus ojos.
-No lo sé, dímelo tú.-
-Supongo que eso será.- Él se ríe sarcásticamente.
-Eres una hipócrita.- Dejo de limpiar su herida y está vez creo un campo visión directo de nuestras miradas, intercambiando incredibilidad por parte de los dos por motivos diferentes.
-No sé por qué dices eso.- Continuo con una nueva gasa limpiando con un poco más de alcohol su nariz y su labio superior.
-Púes deberías. Es más, sí quieres mentirme y decir que quieres a John a prende a hacerlo sin fruncir el ceño.- Me muestra su sonrisa. Quiero reírme con él, abrazarlo de nuevo, besar esos labios tan cerca que tengo delante mí pero, que no puedo sentirlos tal y cómo he soñado estos días.
-No miento, Izan.-
-Y has vuelto a fruncir el ceño.- Sus manos se colocan en mis posaderas y me acercan a él.
Me estremezco al notar sus manos rozar de nuevo mi cuerpo. Aunque el roce sea mínimo al tenerlo otra vez tan cerca de mi cuerpo mi corazón se agita y no sé qué hacer, bueno sí, seguir limpiando su herida que está comenzando a parar de sangrar.
-Te la voy a desinfectar, quédate quieto.- Digo mientras preparo una nueva gasa con el desinfectante.
-¿Por qué lo haces?-
-¿El qué?- Ahora su piel roza con esta nueva substancia, tampoco parece afectarle.
-Salir con John.-
-Me gusta y le gusto, no hay más.-
-Ya claro ¿Y por eso cuando le has visto la nueva cara que le he dejado te has reído, no?- Mierda...
-¡No me he reído!-
-Pero querías.- Aparta mi mano de su herida con una de sus suaves manos.
-Izan,...-
-Sólo quiero que me des una razón.-
-¿Una razón?-
-Sí pero, una razón que pueda ser realista.- Pienso por unos instantes mi respuesta. Recuerdo que John sigue teniendo en su poder la cinta con la grabación de Izan robando las llaves y reaccionó como tengo que hacerlo por el bien de él.