Capítulo 18

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Izan rueda los ojos. Escuchamos unos pasos que se acercan hacía nosotros. Me volteo y es Jake y su grupito de gorilas siguiéndole como de costumbre.

-¿Qué pasa Sierra tienes miedo a que te parta la cara?- Izan suelta carcajadas contagiosas que de verdad me hacen reír, es decir, me rio pero no por fastidiar a Jake si no porqué en serio quiero reírme con él.

-Anda que dices, venga recoge tú poca dignidad y vete.-

-¿Mi dignidad? Cómo puedes hablar de eso, eres un cobarde. Habíamos quedado en el descanso en la salida y no te has presentado.- Sus amigos le siguen el royo burlándose y emitiendo sonidos de las gallinas.

Izan se levanta de mi regazo, bueno más bien se reincorpora del todo y se pone en frente de su propio equipo de fútbol y de su propio capitán. Yo lo imito, esto me huele a pelea y ahora que mi amigo ha hecho un gran cambio no sé de qué es capaz.

-¿En serio te comportas así porqué te he quitado la plaza de aparcamiento con mi moto? o ¿Es por qué te he quitado la chica?-

Los ojos de Jake se dirigen fugazmente hacía mí y después vuelven a Izan. Reflejan rabia, impotencia, coraje. Cosas que ni a Jake ni a nadie le gusta pasar y más el ridículo que está haciendo. La gente comienza a acercarse. Al igual que yo saben que nada bueno va a salir de esta conversación.

-Será mejor que vayas a la entrada y lo solucionemos allí, no quiero romperte la cara y dejarte en ridículo delante de todo el mundo.- La sonrisa de Jake es asesina, nada buena en ella.

-Naiara, vámonos lejos de estas mierdas.- Izan entrelaza nuestras manos y con intención de comenzar a avanzar noto otra mano que me sujeta del otro brazo que ya no es liberado.

-Ella se queda.-

-¿Qué? ¡A mí no me mandas imbécil!- Digo incrédula todavía de lo que mis oídos escuchan ¿Pero de que va?

-¡Eh! te me relajas muñeca. Sí tú enamorado te quiere tanto te defenderá ¿No es así?-

-Suéltala ahora mismo.-

Mi mano ya no está unida por Izan, el esfuerzo que estoy intentando hacer para que me suelte del brazo requiere todo el cuerpo.

-¡Ah!- No puedo evitar gritar, me estaba apretando con todas sus fuerzas o al menos es lo que parecía para provocar a Izan.

-¡Se acabó tú te lo has buscado hijo de puta!-

Después de eso veo cómo mi amigo se acerca a Jake y lo empuja. Soy liberada y me quedo escondida, protegida, segura de nuevo detrás de la espalda de Izan. Después de eso puedo ver cómo el cuerpo de Jake queda en el suelo y su nariz sangra. Sus quejidos retumban, retorciéndose de dolor en la hierba pero, aquí sólo acaba de comenzar la pelea, lo peor está por venir.

-¡Izan para!- Intento detenerlo cogiéndolo del brazo pero con un simple movimiento para él se libera de mí y se pone encima de él.

Veo los puños de mi amigo golpear la cara de Jake sin piedad. Todos observan pero nadie los detiene.

-¡Joder haced algo!- Miro a los del equipo para que los separen pero ellos sólo miran esperando a que su jefe remonte.

Cosa que no tarda en hacer. Con la ayuda de dos chicos del equipo cogen a Izan por la espalda y lo tumban en el suelo. Él intenta con todas sus fuerzas librarse de ellos pero no hay forma. Jake se limpia la sangra con las mangas de su uniforme inconscientemente y ahora a quién toca descargar toda la rabia es a él.

Veo el primer puñetazo ir directo a su boca. Otra vez, una vez más, pierdo la cuenta. Izan grita de dolor, pero no se rinde con los pies intenta quitárselo de encima pero llegan más jugadores y cada uno lo sujeta por una extremidad.

-¡Jake para joder lo vas a matar!-

-¡Eh, eh! ¡¿Qué pasa aquí?!-

Mierda, mierda y mierda. El señor Germán, genial. De esta no se libran. Cuando todavía solamente se puede ver la calva del profesor de historia todos los jugadores que mantenían agarrado de las cuatro extremidades a Izan desaparecen por arte de magia.

-¡Elder levántese de Sierra!-

Jake mira al profesor y detiene el próximo puñetazo que iba a enviar de nuevo a la cara de mi amigo y se queda en el aire. Él se incorpora y yo voy en busca de Izan. Con cuidado le levanta la cabeza, él se queja. La coloco en mi regado. No... Su labio esta hinchado y sangra una barbaridad.

-¡Jake eres un bestia! ¡Un animal!- Tengo ganas de llorar pero mantengo las lágrimas en mis ojos.

Jake me ignora y se dirige dónde está su equipo.

-Jake Elder e Izan Sierra vayan a enfermería para que les curen las heridas. Después mantendremos una charla muy seria junto con el director Burdock.-

Escucho el gruñido de Jake y se aleja con los demás. Mi vista se centra en Izan, tiene los ojos entre abiertos.

-Izan vamos, te llevaré a la enfermería.-

Lo ayudo a colocarlo sentado y más tarde paso uno de sus brazos por mis hombros y hago el estúpido intento de levantarlo del suelo pero que digamos que mi vestido y mis tacones no son unos complemento muy útiles.

-Deja Naiara ya lo llevamos nosotros.- De repente puedo ver a Álex, Demián y Max que se acercan a mí.

-Gracias chicos.-

Ahora es cuando me doy cuenta que Izan se ha ganado unos amigos, que se ha ganado ese respeto que le hacía falta. Pero de nada le va a servir, en cuanto pueda mantendré una charla muy seria con él y sí tengo que terminar con este proyecto lo haré.

Los chicos se alejan con el cuerpo de Izan ayudándolo a caminar. Cuando me disponía a seguirlos una estúpida voz con el vulgarismo de su tono me detiene.

-A ver John ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me llames preciosa?-

-Cómo siempre una más, preciosa.- Suelto un gruñido de molestia, me vuelvo a girar y me alejo de él.- Sabía que ese tal Izan en verdad era un blandengue. Sólo ha aguantado diez segundos encima de nuestro capitán de fútbol.-

-¡Pero si eran cinco contra uno! ¡Eres un imbécil! Ya me hubiera gustado verte en su lugar, seguro que hubieras gritado piedad.-

-Ya, cosa que no sucederá preciosa, soy el hijo del director y todos me temen. Así que pobre del que se atreva a tocarme un pelo. Incluyendo la copia barata de tu chico malo.

Estoy en frente de él, con la rabia hirviendo por mis venas. Me gustaria pegarle una ostia pero, me retengo. Recuerdo que hay cosas más importantes cómo Izan, así que sin decirle nada lo dejo atrás con su enorme ego.

-Recuerda.- Escucho esa voz y me detengo sin voltearme.- Serás mía.-

Le lanzo mi dedo corazón con malas intenciones. Sigo mi camino y me dispongo a hablar con mi amigo mientras escucho las risas de John. Imbécil.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora