Capítulo 16

14.4K 850 33
                                    

-¡Vale espérame aquí, no te muevas eh!- Izan suelta nuestras manos.

-Sí pero, no tardes.-

No me hacía ninguna gracia en la calle dónde me había traído. Estábamos alejados del centro y tenía miedo que apareciera un ninfómano de la esquina y quisiera violarme. En los próximos dos minutos más largos y estresantes de mi vida espero a Izan con impaciencia. No entendía nada ¿De qué sorpresa hablaba? Quizá después de todo se había dado cuenta que a veces sus comentarios me ofendían y se quería disculpar pero, dudo mucho que haya algo en este espantoso lugar que me pueda interesar.

Escucho el motor de un vehículo de dos ruedas que se acerca por una de las calles. Al doblar mi esquina puedo verle. Es Izan ¿Conduciendo una moto? Él aparca la moto justamente a mí lado y se baja de ella de la forma que lo haría un chico malo. Abre los brazos esperando mí repuesta pero me he quedado sin saber que decir exactamente.

-¿Des de cuándo tienes moto? ¡¿Es más, des de cuando te gustan las motos?! ¡Te recuerdo que las temes!-

Es cierto, cómo ya había mencionado antiguamente Izan de pequeño yendo de acompañante con su padre en una moto se cayó y le dejo un trauma de por vida.

-Sí pero, para ser un chico malo necesito una y ya era hora que superará el miedo a ellas.- Dice con una enorme sonrisa.

La verdad es que la moto era de un total chico malo, era así: http://2.bp.blogspot.com/-ClKTQFzMr4Y/Td-nOS6SAcI/AAAAAAAAAt4/vD7dTcBG9VQ/s1600/barcelona+2011+080.jpg ;

-¿Y cuándo te has sacado el carnet?-

-De eso se trata, está tarde tengo la prueba y me haría ilusión que me acompañaras, ya sabes por los nervios.- Él deja soltar una risa avergonzado y yo me río a carcajadas.

-¡Claro que sí tonto! Aunque no te lo merezcas.- Ahora voy a desviar la conversación, quería escuchar una disculpa de su boca.

-¿Por qué?- Pone muecas de no entender de que le hablo.

-¡Lo de esta mañana memoria de pez!-

-¡Ah!- Alarga él cómo si la bombilla que tiene en su cabeza se iluminará de repente.- ¡Vamos! ¿En serio te has enfadado por esa tontería?-

-¡Para mí no es ninguna tontería! ¿Sabes lo que he tardado en conjuntar este vestidos con unos zapatos decentes y en conseguir que el pelo me quede así?- Indignación por mi parte y por la suya solo risas.- ¡Pero no te rías que te estoy echando la bronca!-

-Lo siento, no puedo evitarlo. Cuando te ríes frunces el ceño y te ves muy graciosa.- Ese comentario hace reírme a mí también, no Naiara, no. No le rías las bromas.

-¡Bueno ya! ¿Entonces qué?-

-¿Entonces que de qué?- Uf... a este chico le tengo que dibujar un mapa para que pille mis indirectas.

-Estoy esperando tu disculpa.-

-Norma número tres, un chico malo nunca pide disculpas.-

-¿Cuándo te he dicho yo eso?-

-¡El primer día!-

-Púes esa norma olvídala conmigo, a mí sí me puedes pedir perdón y más si tienes la culpa.- Él se ríe.

-Está bien: Lo siento.- Se cerca a mí y pone sus manos en mi cintura.- ¿Me perdonas?-

Entre esa sonrisa que me derretía y esa carita de cachorrito se me era imposible negarle la disculpa.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora