Capitulo 46

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Miro el reloj. Muerdo mis uñas después de tantos años ¡¿Dónde mierda se ha metido Miriam?! ¡Llega tarde! Sigo dando vueltas por el vestuario. Estoy atacada. Entre que todavía me tienen que enviar el mensaje sobre sí las pruebas han dado positivo o no, entre que no sé dónde narices está metida Miriam y estoy preocupada para que por fin acabe el juego de John, el corazón se me va a salir por la boca.

-¡Perdón por el retraso!- Por fin esa voz angelical llega a mis oídos.

-¡Menos mal! ¡¿Dónde te habías metido?!-

-El director Burdock me ha llamado para informarlo sobre sí sabía quién había estropeado todavía más la cara de su hijo.- La forma en que lo dice y su original expresión hacen que los músculos de mi cara se relajen y pueda permitirme esbozar una sonrisa.- ¿Has enviado el mensaje?-

-Estoy en ello.-

Saco mi teléfono y mientras veo cómo Miriam se esconde detrás de las taquillas envío el mensaje a nuestra próxima víctima. John Burdock te arrepentirás por todo el daño que nos has hecho a mi y a Izan, lo juro.

-Listo, en menos de cinco minutos llegará.-

-Genial ¿Te acuerdas del plan?-

-Incluso mejor que la palma de mi mano.- Mi voz es segura.

-A ver demuéstramelo.- Dios, que pereza.

-¿En serio? ¡Te he repetido al menos unas quinientas veces el mismo plan des del viernes!-

-¡Me da igual! ¡Vamos la última vez!-

Me armo de paciencia y vuelvo a contar detalle por detalle su increíble plan que rezo porqué salga tal y cómo lo hemos planeado. La cosa está claro hacer que lo hago con John y justo cuando Miriam tenga la foto sale de su escondite y lo chantajeamos ¡Y no hay más! ¡Es así de sencillo!

-¿Naiara?- La voz de John se encuentra detrás de la puerta.

-Ya ha llegado ¡Corre a tu sitio!- Le susurro entre dientes a Miriam.

La arrastro hasta detrás de las taquillas y me preparo para abrir la puerta del vestuario y recibirlo cómo dios manda: con una caliente y cruel venganza.

-Pensaba que no llegarías nunca.- Pongo voz de provocación.

Veo cómo John esboza una sonrisa viciosa y pienso cómo rápido se le va a ir cuando Miriam aparezca con la cámara de fotos.

-Bueno…- John se me acerca y pasa uno de sus dedos por en medio de mi pecho.-… lo bueno se hace esperar ¿No?- Será creído, sí por mi fuera ya te hubiera echado de una patada en el culo.

-Pues no esperemos más.-

Rodeo su cuello con mis brazos para llegar hasta su boca y sentir cómo su lengua perfora la mía ansiosa de llegar a más. Sus manos empiezan a buscar la cremallera de mi vestido que se encuentra justo en mi espalda. La desliza hasta el final y con un brusco movimiento hace que el vestido baje dejando mi cuerpo medio desnudo a su disposición pero, por poco tiempo.

Antes de que me quite alguna prenda más me alejo de él y me subo a los lavamanos. Se me acerca y abro mis piernas para que se acerque más a mí. Sus manos acarician mis pechos con descaro. El asco que siento ahora es demasiado grande. No es la primera vez que me acuesto con alguien que no amo, es más, antes de conocer de verdad a Izan y enamorarme perdidamente de él, el sexo lo había visto cómo al superficial y una forma de complacer el cuerpo con algo de diversión, nada más. John está comenzando a buscar el seguro de mi sujetador. Miriam debería de salir en menos que canta un gallo. Ahora es nuestra oportunidad. Se acabó lo que se daba John. Jaque mate.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora