Capítulo 42

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La helada agua recorre cada poro de mi piel llevándose con ella todo el estrés acumulado. He pasado una noche terrible. Sí no recuerdo mal creo que tan solo he llegado a dormir cuatro horas. Salgo de la ducha y seco mi cuerpo. Hoy es lunes y volvemos de nuevo a la rutina, como los llego a odiar. Y por sí fuera poco tenemos que entregar el trabajo de historia Izan y yo. Pero me animo al saber que mañana es el gran día. Mañana daremos por acabado el plan de Miriam y terminaremos con John para siempre y podré volver a empezar de nuevo con Izan. Solo un día.

De mi armario cojo esto: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=334986993242974&set=a.285617584846582.65993.280473955360945&type=3&theater ; Al ponerme los shorts siento una extraña sensación. Hacía mucho que no me ponía está prenda. Simplemente sí hoy me pusiera un vestido no me sentiría tan segura o al menos es la sensación que tengo.

Salgo de casa directamente sin desayunar nada. Tengo el estómago cerrado des de ayer por la noche. Después me compraré algo en la cafetería del instituto pero, ahora mismo solo tengo en mente una cosa. Ir a la farmacia y comprar una prueba de embarazo.

[****]

-¿Es que acaso no recuerdas el trato que teníamos, preciosa?- Y al escuchar esa voz mis pelos se erizan. A veces siento cómo John me acosa. Aparece de la nada y siempre me hace alguna de sus preguntas con sarcasmo y las finaliza con un: preciosa.

-Yo no recuerdo ningún trato, amor.- Me volteo y paso mis brazos por su cuello.

Cuando ya me encuentro a pocos centímetros de su cara me doy cuenta que la tiene masacrada. Tiene unos puntos en la ceja derecha y morados en su ojo izquierdo y el parte superior de su labio. Sus manos pasan por mi cintura y me acercan a él. Eso es buena señal.

-¿Porqué no me llamaste ayer?-

-Te llame pero, tu móvil estaba fuera de cobertura.- Miento.

-¿Enserio?- Asiento.- No recuerdo nada…- Su voz es apagada pero se puede notar una cierta furia en ella.

-¿Sobre que, amor?- Me hago la estúpida.

-De quién me hizo esto.-

Acaricio con cuidado sus labios con mis dedos. Él los besa. Finalmente se acerca a mi boca y las juntamos en una unión que el disfruta y que yo repudio. Esto es fantástico, John no recuerda nada de lo sucedido.

-¿Tú no habrás escuchado ningún rumor ni nada por el estilo del hijo de puta que se atrevió a ponerme la mano encima, no?-

-Sí me entero de algo te lo haré saber, amor.- Vuelvo a juntar nuestros labios.

-Buena chica.- Sus manos bajan hasta mis posaderas y las acaricia con descaro sin tener en cuenta que estamos en medio del pasillo de las taquillas.

-John…- Separo un poco nuestras bocas dando un respiro a mis pulmones.- Este fin de semana hemos dejado algo pendiente…- Mi voz es seductora.

-Muy cierto.- La suya es juguetona. Está vez se dedica a morder mi labio inferior.

-He pensado que mañana…- Lo beso.-…después del entreno...- Los vuelvo a unir.-…cuando no quede nadie en el vestuario…- Penúltimo beso.-…podrías hacerme una visita.- Se acabó no vuelvo a tocarlo ni con un palo. Cuando llegue a casa me lavaré la boca con desinfectante de ratas.

-¿Mañana?- Asiento mientras de nuevo a pesar de mis anteriores promesas vuelvo a besarlo.- ¿Y porqué no vamos ahora?-

Escucho una voz que carraspea a nuestras espaldas. Sin separarnos nos volteamos.

-Naiara, tenemos que ir a clase.- Mierda Izan ¿Qué parte no entendiste que no te acerques a mi hasta el martes?

-¿Y quién te crees que eres para decirle a mi chica a dónde tiene que ir?- John se pone delante de mí y se encara con él.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora