Capítulo 45

9.8K 603 10
                                    

-Nunca me vas a perder, Naiara. No vuelvas a decir esas estupideces porqué me duele que pienses que a la mínima te voy a dejar tirada.-

-No es que lo piense pero,…- Acabo de limpiar yo misma mis lágrimas.- Tengo miedo.-

-Pues no debes tenerlo. No sí yo estoy aquí contigo.- Asiento con ayuda de mi cabeza.- Ahora explícame que es lo que pasa.

Izan me lleva hasta el grifo y me sube al mueble para estar a la misma altura. Echa uno de mis mechones por detrás de mi oreja. Que tierno es. Ahora comenzaba a controlar mi llanto y podría darle una explicación más clara.

-Izan lo que tuve ayer no era ningún virus que me hacía vomitar.-

-¿Y qué era? ¿Estás enferma?- Solo me faltaría eso.

-No, no… esos vómitos son normales en mi estado…-

-¿Estado…?- Izan no es tonto y creo que por su cara empieza a entender a lo que me ocurre.- ¿Y cuál es tu estado ahora mismo…?- Retiro lo dicho. No sé sí se está haciendo el loco conmigo o es que de verdad no lo ha entendido.

-Izan, estoy embarazada.- Más claro imposible. Cómo no lo haya entendido con estás palabras tiene un problema.

-¿Cómo que embarazada…?- ¡Lo dicho! ¡Este hombre tiene que ir a un psicólogo y que se lo haga mirar!- Pero no es posible nos hemos cuidado y siempre comprobábamos que los preservativos no se hubieran roto ni nada.-

-Excepto aquella vez en el vestuario.-

Izan se queda pensativo. Se aleja de mí. Deja un espacio corto entre nosotros. Pasa su mano por su cresta y se la desordena. Se voltea y da una patada a la puerta de los lavabos. Ahora es el momento en el que no lo reconozco ¿Quién es este chico? No es Izan, es la primera vez que veo está reacción en él.

-Sabía qué sí te decía algo te pondrías así… sí ahora no quieres saber nada mi lo entenderé. No te culpo.-

Izan está de espaldas. No se gira. No se molesta ni a voltear su cabeza. Sus puños están cerrados. Me bajo de lavamanos y me acerco a él.

-Di algo por favor.-

-Perdóname, Naiara. Todo esto es culpa mía.- ¡¿Qué?!

-¡¿Pero que tonterías dices?! ¡La culpa fue mía!-

-¡Naiara yo he sido quién te ha estropeado la vida no tu!- Se voltea. En su mirada se refleja culpabilidad.

-¡Fui yo quién dijo de hacerlo sin preservativo, Izan!-

-¡Pero yo fui quién no tuvo la suficiente voluntad para rechazarte! ¡Lo he echado todo a perder Naiara…! La que debe odiarme eres tú a mi no yo a ti.-

-No sería capaz de odiarte nunca…-

-Pues deberías.-

-No me has destrozado la vida, Izan. Me la hubieras roto sí dejarás de amarme por esto.-

-No vuelvas a decir eso nunca, Naiara. Ahora más que nunca voy a apoyarte en todo.-

-No quiero que te comprometas por obligación…-

-Es que no me estás obligando a nada. Es decisión mía.- Sus facciones esbozan su primera sonrisa. Eso calma el ambiente y mi corazón.

-Izan…-

-Siempre con tu permiso me gustaría que me aceptarás cómo el padre de nuestro hijo.- Su mano la coloca en vientre. Ese dulce gesto y esas tiernas palabras hacen que alguna que otra lágrima más caiga por mis ojos.

Proyecto chico malo, en marchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora