-¿Has visto a Izan?-
-No, no lo he visto des de ayer.- Me dice una de nuestras compañeras de clase.
Estoy desesperada. Mis resultados de la búsqueda de Izan son pésimos. La última vez que lo vi fue ayer cuando salió del vestuario. Una vez que agradecí la ayuda de Miriam me marché en busca de mi chico malo. Fui al gimnasio dónde todos los chicos del equipo estaban decorándolo pero, él no se encontraba allí. No me atreví a preguntarle a los chicos básicamente porqué me deben de odiar por ser la rompecorazones de su amigo. También pensé en preguntárselo a Jake pero, es algo absurdo. Ellos dos se odian y él no sabría dónde se encontraría Izan ni en broma.
En ese momento pensé que se había marchado a casa. No me presenté por qué no lo vi necesario aparte, aunque tuviera muchas ganas de darle una explicación y decirle que por fin se acabó y podríamos de estar de nuevo juntos, había algo que me lo impedía. Era encontrar las palabras adecuadas para decírselo. Espero que nuestra ultima conversación no lo haya jodido todo… ¿Pero que dices Naiara? Izan está enamorado de ti y te prometió esperarte y ahora que podemos estar de nuevo juntos ¿De verás piensas que lo va a echar todo a perder? ¡No, ni de coña! Izan y yo tendremos nuestra historia y comenzará hoy mismo, bueno cuando lo encuentre…
Salgo de clase y me introduzco en el pasillo. Germán está apunto de llegar así que no puede tardar mucho en llegar a clase. Hablando del rey de roma, mi profesor de matemáticas al que tanto quiero se acerca a mi des del fondo del pasillo.
-Señorita Helker ¿Se puede saber a que espera para entrar dentro?-
-Estoy esperando a mi compañero, Izan Sierra.- Le recuerdo que mi chico malo es mi compañero de clase ya que su memoria suele flaquear bastante.
-Hoy no vendrá. Ha llamado su madre diciendo que estaba enfermo y ahora entre a clase.-
¿Qué…? Pero sí ayer Izan estaba en perfectas condiciones. Estoy segura que hay gato encerrado. Me volteo y me dirijo hacia mi sitio. En ese momento cruzo miradas con Álex, el mejor amigo de Izan de ellos tres. Llamo su atención con mi mano y algo molesto se acerca a mí.
-¿Qué le ocurre a Izan?-
-Nada que te importe.- Lo dicho, me odia y no le culpo.
-Álex, me han dicho que está enfermo ¿Es cierto?-
-¿Des de cuando te importa la vida de Izan? Pensé que quién te interesaba era John.-
-Es una historia muy larga que no te involucra así que no pienso contártela.- Se queda callado. Entiendo que no le caiga bien pero, no tiene que hablarme con repudió.- ¿Y bien?-
-Está en casa. No ha querido venir.-
-¿Izan? ¿Faltar a clase?- Suelto una risa irónica.- ¡Por favor! ¡Es Izan! Él nunca falta a clases y menos las de Germán.-
-Si es así, pregúntate que ha podido dejarlo tan mal para ni si quiera tenga ganas de venir al instituto.- Esas son las ultimas palabras que escucho porqué Álex se dirige a su sitio.
¿Acaso no se ha presentado por lo que ocurrió ayer? Mierda… sí Alex tiene razón es posible que lo que me insinuó John pudiera ocurrir. Quizá Izan se ha cansado de todo y ya no le intereso… Espero equivocarme.
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Mi gran esfuerzo para tener unas bonitas uñas para el baile de primavera se han ido al garete. Estoy de los nervios. Des de ayer estoy intentando comunicarme con Izan pero, no hay manera. Ayer llame a su casa unas quinientas veces y eso es decir poco, incluso me acerque a su casa pero, nadie mi abrió. No entiendo por qué hace todo esto. Él no es así. Sí hoy no venía al instituto tomaría mesuras drásticas sí hacen falta.
