Siluetas

Atlas

Vamos regreso a casa desde el bosque, el sentimiento de preocupación crece y azota en mi pecho con cada paso que damos y no vemos señal de Peeta. Un nudo comienza a hacerse en mi cabeza y rápidamente lo deshago, no necesito esto a esta altura de mi vida. Quizás sea terca e irracional, pero después de todo por lo que he pasado y todo lo que he visto, debería entenderme un poco. Llegamos a casa y le lanzo una mirada a Haymitch en señal de que necesito privacidad con Peeta, y él lo entiende.

- Creo que deberíamos irnos directo a casa Effie, dejémoslos descansar. –Effie asiente-

- Gracias por cuidarla. –tomo a Nadia en mis brazos-

- Oh, es un placer. –Effie besa la frente de mi hija y esta se ríe- hasta luego. –suspiro antes de entrar a casa y entonces abro la puerta-

- Peeta? Estas aquí?

- Arriba! –grita- Ya bajare. –me dirijo a la cocina y coloco a Nadia en su silla, le busco unas galletas y se las doy- Hey! –aparece Peeta con el cabello mojado-

- Dónde estabas? Me preocupe por ti. –se sienta en una silla junto a Nadia-

- Me vine a casa, quería darme un baño, lo siento.

- Estas molesto?

- Porque te fuiste? No. –me ve a los ojos- Te conozco, sabía que lo harías.

- Tan predecible soy?

- No es eso, es que te conozco bien.

- Tienes hambre? –cambio de tema-

- No –niega con la cabeza-, y tú?

- Tampoco, la verdad es que me siento algo agotada. –son cerca de las 4:30pm pero mis pies ya no resisten tanto de pie-

- Deberías recostarte, yo me encargo de Nadia.

- Estoy bien, te ayudare a bañarla y luego a darle de cenar.

- Katniss, está bien, puedo hacerlo solo... ten un poco de confianza en mí.

- No es que no te tenga confianza, es que siento que no paso tanto tiempo con ella como debería y eso me hace sentir mal. Se lo que es eso, se lo que es que tu madre te deje de lado y se aislé, crecí con ello. –los ojos de Peeta están clavados en los míos y un sentimiento de lastima cruza por ellos-

- Yo también lo sé, pero aun así creo que es mejor que descanses. La bañare y cenara, pero después la llevare a la cama con nosotros para que este contigo, que te parece?

- Está bien. –me encojo de hombros- Me daré una ducha rápida y me recostare.

- Gracias. –se levanta y se acerca a mí para besarme-

Subo a nuestra habitación y me desvisto mientras entro al baño, me doy una ducha deprisa tanto que no me deja procesar mis pensamientos. Me pongo una cómoda pijama, cepillo mi cabello y me meto a la cama la cual me recibe con suavidad y calor. Mis ojos comienzan a cerrarse pero me aferro a permanecer despierta y cuando no puedo más, me dejo ir. El sueño me arrastra a un sitio lleno de oscuridad, pero no le temo, contrario a eso, siento una sensación de paz. Es como dormir sin sueños, sin pesadillas, simplemente dormir.

- Katniss... -Peeta susurra- Katniss...

- Uhmm... -no logro decir nada-

- Oh gracias a Dios, estabas tan quieta y tan callada que tuve miedo.

- Qué hora es? –mi voz es apenas audible-

- Cerca de la 1am. –Peeta se recuesta junto a mí y pasa su brazo por mi cintura hasta mi vientre- No quise despertarte, dormías cuan roca. Pero cuando el tiempo paso, me entro la duda. Que estabas soñando? –su mano llega a mi cabello y comienza a acariciarlo-

- Nada, no soñaba con nada.

- Te sientes bien? –acaricia mi mejilla-

- Sí, me siento... bien. –evaluó mi condición actual y extrañamente me siento llena de paz- Tuve miedo, miedo que estuvieses molesto conmigo.

- Katniss...

- Lo sé, pero no pude evitarlo. –me muevo para verlo a los ojos- No quiero que nada mas vaya mal entre nosotros, temo que algún detalle te moleste y perdamos todo lo que hemos construido. Y no quiero decir que por tu culpa, se cómo puedo ser en ocasiones. Solo sé que te amo demasiado, y que jamás toleraría perderte... Jamás.

- Nada va a separarnos mi amor. –con delicadeza besa mis labios y la sensación es dulce y tibia, el calor crece en mi pecho y siento la necesidad de obtener más, acerco su rostro al mío y el beso se torna apasionado- Te amo, más que a mi vida... siempre.