Medianoche

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Ni siquiera ha pasado la mañana, pero mi mundo se ha brevemente detenido ya varias veces. Gale entra con grandes zancadas y se dirige a mí.

- No tengo mucho tiempo, así que escucha con atención –me dice tomándome de por los hombros, viéndome fijamente a los ojos- Sabes, Peeta y yo tuvimos una conversación hace años. El estaba seguro de que tú me elegirías a mí y yo de que lo elegirías a él. Le dije que tú te decidirías por la persona sin la cual no podrías vivir. Siempre supe que sería el, porque él te amaba entonces tanto que daba su vida por ti, se sacrifico con los profesionales para protegerte en la arena, fue voluntario en los últimos juegos para estar contigo, su deseo de cuidarte y estar contigo fue tanto que supero el secuestro de su mente, por periodos. –duda- Yo se que él te impidió tomarte la jaula de noche luego de matar a Coin, fue egoísta, no quiso perderte, por más que ese fuera tu deseo. Ahí fue cuando me di cuenta de que yo nunca hice algo así por ti, salvarte de ti misma… y que él era mejor para ti de lo que yo jamás seré. Entre nosotros jamás existió una rivalidad respecto a ti, yo siempre odie el hecho de que el te protegió cuando yo no pude, pero jamás lo odie, me era imposible. Y hasta la fecha sigo profundamente agradecido con él, por haber dado todo por ti. –guarda silencio al ver mi expresión impasible.- Piensa en esto, se que te ha provocado mucho dolor el que se aleje de ti, pero es necesario que pienses en cuanto el ha hecho por ti. –me suelta y yo tomo una respiración profunda-

- Gracias. –me limito a decir antes de que Johanna le diera una patada a mi puerta y entrara escandalosamente-

- Bueno, Peeta me regalo bastante pan. –dice poniendo en alto las dos bolsas llenas que trae con ella-

- Eso nos vendrá la mar de bien con la carne que Katniss prepara. –dice Gale haciéndome despertar de mi shock emocional, y haciéndome cocinar de nuevo-  

Termino de preparar la comida y nos sentamos los tres a comer, mientras ellos cuentan su breve pero intensa historia de amor. Mientras yo finjo escuchar con atención, pienso en esto que Gale vino a decirme. La intensidad en su mirada al decirme todo esto me estaba quemando los ojos, yo recuerdo haber escuchado aquella conversación, pero no tenía idea de que esos fueran los pensamientos de Gale. Es agradable tenerlo de vuelta como amigo y más ahora que me confiesa su agradecimiento por mi esposo, podría llegar a sentir aprecio por él? Claro que si, Peeta se hace querer y además, Gale ahora tiene a Johanna para entregarle todo ese amor que yo no quise recibir. Y ya no habrá incomodidad con respecto a mí, como si yo fuese tan importante. De lo que más me alegro es que ambos estén enamorados, a su manera, pero enamorados al final de cuentas. Y en el momento en que ambos se besan frente a mí, pienso en cuanto extraño los labios de Peeta. Sus caricias, su forma de hacerme el amor, su voz de terciopelo susurrándome ‘’te amo’’ al oído, el sonido de su risa y la luz de su sonrisa… no, no puedo estar sin él.

- Creo que es hora de marcharnos, son cerca de las 2pm. –dice Gale sacándome de mis pensamientos-

- Oh, se van ya? –pregunto-

- Si, es un largo viaje de regreso a casa. –asiente-

- Oh… bueno, agradezco mucho su vista, de verdad. –los tres nos ponemos de pie-

- Y nosotros agradecemos la comida Catnip, estuvo deliciosa. –Gale sonríe, sonríe de verdad-

- Un placer…

- Dile a Peeta de mi parte que el pan estuvo delicioso. –dice Johanna- Su pan es delicioso… uhm. –dice en tono juguetón-

- Claro, en cuanto lo vea.

- Esperamos vernos pronto de nuevo, quizás para una cita doble. –dice Gale mientras ambos caminan hacia la puerta, se detienen y abrazo a ambos con cariño- Hasta luego Catnip. 

- Hasta luego –les digo y me quedo viendo unos segundos como atraviesan la aldea tomados de la mano-

Bueno, de nuevo me he quedado en soledad. ‘’Medianoche’’, pienso, cuantas medianoches no he pasado hundida en soledad? Pero recuerdo que esa fue la promesa que no pude cumplir. Fue la promesa que cambio nuestras vidas. ‘’Te veo a medianoche’’ pero nunca fui capaz de verlo, hasta que lo vi convertido en alguien totalmente fuera de él. Mi corazón se acelera con el solo hecho de recordar aquella húmeda noche, la picazón de mi traje y la furia en mi corazón. Jamás quisiera volver a pasar por esa desesperación, la misma que me envolvió en un miedo atroz cuando pensé que habían asesinado a Peeta en traición. Y esa misma necesidad de verlo, toma lugar en mí ahora. Quiero salir corriendo a donde quiera que este y envolverme en sus brazos. Pero me detengo y me calmo, voy a casa de Haymitch y le cuento todas las cosas que han pasado desde la noche anterior.

- Me alegro de que la loca te haya hecho cambiar de opinión, eso mismo te abría dicho yo.

- Necesito que me hagas un favor…

- Mas favores? –levanto la ceja- Vale, está bien, lo que sea preciosa.

- Podrías llevarle esta nota a Peeta por mi? Por favor… -le entrego un trozo de papel-

- Veamos que dice… -abre cuidadosamente el papel-

Te veo a medianoche
- Katniss

- Vaya, claro… yo se la llevo. Ahora hazme un favor y ve a dormir un poco, te ves muy mal.

- Primero iré a ver a mi hija, ya después te tomare la palabra. Gracias!

Me paso el resto de la tarde en compañía de Effie y Nadia, y me doy cuenta de que me siento mucho mejor, tenía lo que parece ser mucho tiempo sin sentirme realmente viva. El color ha vuelto a mis mejillas y una pequeña sonrisa asoma por mi rostro. Cuanta diferencia puede hacer una mañana en vida… desperté segura de destruir mi matrimonio y justo ahora estoy más segura que nunca de cuán grande es mi amor y mi necesidad de Peeta. La gravedad no es quien me mantiene en la tierra, es el. 

Cuando cae la noche, de nuevo comienzo a sentir la ansiedad incrementarse gradualmente por todo mi ser… pongo en orden mis pensamientos, tratando de crear una carta en mi mente. Y cuando dos toquidos seguidos suenan en la puerta, mi estomago baja al suelo y mi respiración se detiene. ‘’Ha llegado la hora’’, me dice mi subconsciente. Abro la puerta lentamente y allí está el, muy sereno, de pie frente a mí.

- Medianoche.

Susurra. 

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