El regalo

3K 138 5
                                    

Primero que nada quisiera disculparme por no haber estado subiendo capitulos las ultimas semanas, he estado un tanto ocupada ademas de que estuve lidiando con algunas situaciones inesperadas. Pero regreso con mi fanfic, y para recompensarlos por la larga espera; voy a darles dos capitulos, espero les gusten.

---------------------------------

Se siente como cuando estaba en la habitación esperando para despedirme de mi madre y Prim en la primera cosecha, cuando era un tributo a punto de subirse a aquel tren. Incluso me pongo en la misma posición que ese día, con mis manos me aferro al marco de la ventana y frente a mí la prueba que confirma mi embarazo. Es como si revivieran todos mis miedos y los metieran en la habitación conmigo, la paz que tenía hace unos días ha desaparecido completamente. 

Comienzo a tener ansiedad de nuevo y lo peor es que no se si hay algo que pueda calmarla. Es el sonido de la puerta lo que me saca de mis pensamientos y puedo sentir como los vellos de mi nuca se erizan, llego la hora de decírselo a Peeta.

Me seco las lagrimas y bajo las escaleras.

- Hola dormilona, dormiste bien? –me besa la frente-
- Tenemos que hablar.
- No me asustes, que pasa? –su rostro con una expresión preocupada me hace tartamudear.
- Peeta… -mi voz comienza a cortarse- estoy… -me comienzo a agitar- estoy… embarazada!- 
-hay un silencio que parece durar más de lo que realmente duro- Real?
- Me hice una prueba y salió positiva. –su expresión se transforma, va del asombro a la alegría, pero alegría genuina, algo puro y perfecto… y justo cuando comienzo a creer que simplemente me responderá con un silencio, grita a los cuatro vientos-
- ¡Te amo! –me toma en sus brazos y me levanta para darme vueltas- Te amo! –me besa tiernamente- Katniss te amo.
- Peeta…
- Lo sé, sé que no es lo que querías. Pero, porque no vemos esto como alguna clase de milagro? Yo te amo más que a nada. –no puede contener mas las lagrimas- Y si esto paso aun protegiéndonos, es porque es un milagro.
- Pero tengo mucho miedo. –las lagrimas inundan mis ojos- Mucho miedo.
- -me trae a sus brazos- Mi amor, lo sé. Se cuáles son tus miedos, pero juntos podemos enfrentar todo esto, se que si podemos. –me acaricia el cabello y yo empiezo a sollozar- Shht, todo va a estar bien Katniss. Todo estará bien.
- Estas feliz porque vas a ser padre?
- La verdad es que me acabas de hacer el hombre más feliz en todo el universo, la felicidad que estoy sintiendo en este momento no se puede describir. Quiero que sientas lo mismo que yo, quiero que seamos los dos los que se involucren en esta nueva aventura. –me llevo su mano a mi rostro y él me acaricia-
- Voy a intentarlo, pero Peeta, no va a ser fácil.
- Lo sé, pero yo estaré aquí para ti. –me besa la mano-
- Juntos?
- Juntos.
- Gracias. –me abrazo a él fuertemente y creo que no es tanto de agradecimiento, si no para asegurarme de que nunca se vaya de mi lado, cuando lo tengo junto a mi me siento completa, plena y segura-
- Oh, seguro Haymitch amara esta noticia.
- Aun debo ir al doctor, necesito saber cuánto tiempo tengo y saber que precauciones tomar.
- Mañana mismo vamos… -me toma del rostro y me mira fijamente, con esa mirada azul tan profunda y electrizante-  Katniss, no hay que pueda describir lo que siento por ti. Te amo, te amo más que a nada en este mundo, más que a mi alma y todo lo que he poseído hasta ahora en mi vida. El amor que siento por ti es tan inconmensurable que muchas veces me asusta lo que pudiera llegar a hacer por ti. Y jamás podre agradecerte por el regalo que me estás haciendo.
- Yo… yo quizás no sea la persona mas romántica, muchas veces no se demostrar mi amor por ti y no sé cómo expresar mis sentimientos. Sin embargo, esta es la manera que he encontrado para decirte cuanto te amo, yo se que va a ser mucho más difícil con el paso del tiempo, pero juntos vamos a poder superarlo. No hay un día en que no dé gracias al destino por ponerte en mi camino porque a tu lado he podido alcanzar la verdadera felicidad y escúchame bien porque no sé cuando pueda volver a hablar así. Eres la persona que le da sentidos a mis días, mis horas y mis segundos, sin olvidar cuanto tú me amaste primero, sin olvidar todo lo que hemos pasado, eres mi felicidad ahora y pronto vamos a ser tres, ahora hay una nueva razón para seguir adelante.
- Sabes? Durante el vasallaje, cuando invente todo eso del embarazo, solo lo hice porque quería tener esa ilusión, que las personas creyeran que era verdad me parecía una buena manera para yo creerlo también o siquiera imaginarlo. Era mi más grande anhelo, formar una familia contigo… y me estas cumpliendo el sueño.

Me acerco y lo beso con todo mi amor, entrelazo mis dedos en su cabello y el trae mi cuerpo al suyo, el beso se llena de pasión y de nuevo comenzamos a perder el control. Así que nos dirigimos a la habitación y la noche se pasa rápido. Despierto cuando los rayos del sol entran por la ventana, Peeta sigue dormido, se ve tan vulnerable al dormir, le paso la mano por el cabello, abre los ojos y me mira con esa mirada que me hace perderme en la galaxia.

- Buenos días. –dice y me quita los cabellos de la frente-
- Hola. –le sonrió-
- Dormiste bien?
- Muy bien.
- Lista para ir al doctor?
- Uhm… si.
- Bien, vamos a prepararnos. –me besa la frente y se pone de pie-

El baja a hacer desayuno mientras yo tomo una ducha rápida. Me cepillo el cabello y bajo a desayunar, solo para regresarme al baño a  vomitar, el olor a huevo me causo las nauseas, he escuchado que las embarazadas comienzan a detestar olores que antes les gustaban. Pues está comprobado porque ya no puedo tolerar ese aroma. Bajo de nuevo y le digo a Peeta lo que me paso y él se disculpa inocentemente, aunque no es su culpa. Promete no volver a cocinarlo y me dice que está todo bien siempre y cuando no sea el olor de el, el que comience a odiar.

Salimos de la casa y nos dirigimos al doctor y a mi literalmente me tiemblan las rodillas cuando finalmente llegamos, tengo miedo de lo que me pueda decir. Me hacen un chequeo rápido y una ecografía (donde Peeta comienza a llorar), donde puedo ver a mi bebe, bueno, lo que ahora es un pequeño bebe. Tengo 8 semanas de embarazo y nada parece fuera de lugar. La enfermera me da varias pastillas que debo tomar durante mi embarazo y finalmente me felicitan. Peeta les agradece por todo y nos retiramos.

Cuando salimos del lugar, tomo un respiro profundo… todo está en orden Katniss, todo está en orden. Sin embargo, eso no es lo que me preocupa.

 - Escuchaste su pequeño corazón? –Peeta me pregunta emocionado-
 - Es hermoso.
- Es mágico. 

SiluetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora