Prim

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Estoy entrando en mi octavo mes de embarazo, Peeta y yo hemos estado buscando nombres para nuestro bebe, será un niño. Y Peeta esta que no cabe de la felicidad, no es que le desagradara la idea de tener otra niña, pero ahora podrá tener a ambos. Effie nos ha dado infinidad de nombres, pero ninguno me convence. Lo único que suena en mi mente es el nombre de Haymitch, pero no quiero darle tremendo gusto, eso solo le echaría fuego a su ego. Peeta ha estado parloteando acerca de querer llamarlo Rye, no tiene significado alguno, simplemente le gusta. Pensé en llamarlo Mitch, lo cual es el diminutivo de Haymitch, pero aun así se que encontrara la forma de fastidiarme por ello. También considere Abernathy, ignorando el hecho de que es su apellido, pero es que de alguna forma quiero que mi hijo lleve el nombre de quien será su abuelo. Después de todo, Haymitch ha sido un padre para mí y aunque en ocasiones lo odie a muerte, se que él me quiere y yo a él.

- Ya lograste decidirte? –pregunta Peeta, quien está descansando su cabeza en mi regazo, nuestra hija duerme plácidamente sobre una manta justo a un lado de nosotros-

- Sigo echa nudos. –paso mi mano por su cabello, el cual está más largo de lo común, miro alrededor, estamos en el prado disfrutando de un día de primavera, la estación favorita de Peeta-

- Vas a tener que darte prisa con eso, o el bebe nacerá sin un nombre. –se burla-

- Bueno, en dado caso, te dejaría a ti ese cargo.

- Yo sé lo que quiero Katniss. –sus palabras me hacen sentir mal, porque es cierto, no lo he dejado decidir, solo opinar-

- Rye será. –afirmo-

- No quiero que lo hagas solo porque yo lo quiero. –levanta su cabeza y me ve a los ojos-

- Lo hago exactamente por eso, es tu turno de elegir.

- No se trata solamente de eso Katniss...

- Qué significado tiene para ti?

- No lo sé, simplemente lo pienso y me hace sonreír.

- Entonces ahí está, démosle el significado que nosotros queramos. –Peeta sonríe viéndome fijamente y lleva su mano cálida a mi mejilla-

- Sabes que te amo, verdad?

- Me lo dices cada día, y no me canso de escucharlo. –se acerca y me besa-

- Deberíamos ir a casa a preparar la cena, le dije a Haymitch y Effie que fueran para cenar juntos.

- Corrección, deberías ir a preparar la cena. –suelta una risita-

- Trato hecho. –se pone de pie sin esfuerzo y me da su mano para ayudarme a levantar, Peeta me llama una exagerada, pero siento que mi vientre creció más en este embarazo y me es aun mas difícil moverme como estaba acostumbrada a hacerlo, ahora con una caminata corta siento que se me acaba el oxigeno- Eres tan hermosa. –sonríe y entonces se agacha para tomar a Nadia en brazos y después me toma de la mano-

- Sabes que eres un mentiroso?

Caminamos en calma desde el prado a casa, hablando simplemente acerca de nosotros, de nuestra vida, nuestra familia, nuestro amor. Y resulta tan sencillo, ha pasado tanto tiempo en el que hemos construido tantas cosas maravillosas. Mirar atrás cada vez me es más sencillo, aunque sigo evitándolo. Hay tanto ahí que puede provocarme un inmenso dolor pulsante. En lugar de eso, intento ver hacia el futuro. Sin contar las constantes pesadillas donde sueño como me arrebatan a mis hijos. Intento mantenerme positiva e imaginar a Peeta y a mí como ancianos, rodeados de nietos. Es una imagen bonita, es a lo que trato de aferrarme cuando los fantasmas regresan. Y de cierta manera, me consuela que no soy la única que aun sigue su lucha contra el dolor, se que Haymitch a veces tiene crisis donde quiere beberse todo el licor que este a su alcance, pero sé que tiene a Effie para ayudarlo a sobrellevarlo y eso me reconforta. Sé que Peeta sigue teniendo sus momentos, y aunque a veces me asusta como pueda reaccionar, yo estoy ahí para él, así como él lo está cada noche que las pesadillas me paralizan. Sé que no se van a detener jamás, así que simplemente las dejo pasar. Llegara el día en el que tenga que explicarles a mis hijos porque cada noche despierto hundida en el terror, porque me es imposible hablar sobre la hermana que una vez tuve, o porque su padre en ocasiones debe recordarse a sí mismo que no es un muto. Peeta, como siempre, se mantiene positivo cada vez que tocamos el tema, me dice que será una forma de hacer fuertes a nuestros hijos y en parte se que tiene razón, solo desearía que no fuese tan complicado.

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2015 ⏰

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