Día cero

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Me quedo en silencio, porque en realidad no sé qué decir, lo último que supe de ellos fue que eran completamente felices y pensaban en vivir juntos. ¿Qué quiere decir que lo de Gale ha terminado? Y Johanna embarazada? Eso si es algo extraño

- Bueno, ven a visitarnos y me cuentas todo, vale?

- Gracias Katniss, llegare mañana.

- Bien, te esperamos.

- Gracias. –dice y cuelga-

Me quedo de pie junto al teléfono algo debatida por la reciente noticia, jamás me lo habría imaginado, Johanna con un hijo? Y sobre todo, un hijo de Gale… Un sentimiento desconocido se expande por mi pecho, que es? Resentimiento, coraje, celos? No, no puede ser nada de eso, yo soy perfectamente feliz ahora, con Peeta. Respiro profundamente y entro en la cocina para ayudar con el desayuno, pero a medida que el tiempo pasa, esto que siento comienza a notarse y debo recordarme a mi misma el mantener la calma. Mientras corto algo de jamón, debo dejar el cuchillo en la barra y pasarme el cabello por detrás de ambas orejas, no es algo que yo haga comúnmente. Haymitch lo nota. Y viejo se acerca conmigo prudentemente y en casi un susurro me dice.

- Katniss, que tienes? Te ves ansiosa… -finge ayudarme para que los demás no nos presten atención-

- Johanna llamo, parece que termino con Gale. Va a venir mañana para hablar conmigo.

- Y porque eso te altera?

- Cree ella que está embarazada.

- Aun no veo el motivo de tu ansiedad. –dice secamente-

- Yo tampoco, estoy comenzando a sentir algo, pero no tengo idea que sea.

- No es algo que deba afectarte, te diga lo que te diga, recuerda que tú tienes mucho ahora. Eres una madre, una esposa y tienes una vida prospera por delante. Recuerda eso cuando ella llegue aquí.

- Vale, gracias Haymitch.

- De nada preciosa, te quiero! –me pasa la mano por el cabello y vuelve a ser el mismo de siempre- Ahora apúrate que muero de hambre.

Pasamos el desayuno entre risas e historias, Haymitch nos platica cuando cambio a Nadia por primera vez y no puedo evitar carcajearme, carcajearme de verdad, como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Cuando terminamos, Peeta sale al patio con una pala en mano, y Haymitch pone los ojos en blanco.

- Este muchacho no se puede poner quieto? –se pone de pie-

- No puede ir a la panadería y eso lo estresa. –le digo-

- Ya veo, iré a ayudarlo. –se pone la chaqueta y sale tras de el-

- Hombres! –exclama Effie-

- Lo sé, ellos y su fuerza bruta.

- Bueno, Haymitch no es precisamente fuerte, pero el hombre hace lo que puede. –sonríe-

- Effie, espero no se imprudencia, pero jamás he tenido la oportunidad de preguntarte como te sientes con Haymitch? O sea, su relación, tú me entiendes.

- Bueno cariño, en un principio fue difícil llegar a él, ya sabes, es un hombre muy marcado por su pasado. Con las pérdidas que tuvo que afrontar, y la tortura de ver cada año morir a dos niños de su distrito, a quien el mentoreaba. No fue nada sencillo poder entrar en su corazón, en realidad solo había dos personas a las que él quería y son Peeta y tu. Intentar ganarme su confianza fue algo que tuve que hacer poco a poco, y mientras eso pasaba, me esforzaba para que el notara que me importaba. Me tomo tiempo, pero lo conseguí. Y bueno, me gane su cariño, para mí ha sido sencillo quererlo y desde que el me quiere también, ha sido mucho más fácil. Conmigo es una persona diferente, cuando estamos solos. Es distinto, pero sigue siendo el.

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