Pálida luna

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Han pasado unas semanas desde que Peeta me confesó todo aquello sobre su secuestro, mi respuesta a eso fue ‘’nada que confieses me hará amarte menos’’, porque nada que haya vivido en aquel infierno, cambiara mis sentimientos tan profundos por él y todo lo que representa.
Los días han pasado rápido, y es que la vida junto a Peeta es sencilla, el hace que todo parezca perfecto, una noche por fin me mostro la pintura en la había trabajado un par de noches… Es Nadia, sonriendo, acostada en medio del prado.

- Es preciosa. –digo con asombro y puedo escuchar que Peeta sonríe- De verdad, es perfectamente preciosa. Es lo mejor que has pintado, debemos colgar esto en la casa.

- Me alegro de que te gustara. –me pone ambas manos en los hombros y yo deslizo mis dedos por el lienzo-

- Todo lo que venga de ti me gusta.

- Oh si? –dice en tono de burla-

- Pues claro –encojo los hombros-

- Ven, vamos a cenar –se inclina y me besa la mejilla-

Ha caído una nevada, una fuerte nevada y la chimenea está encendida, Haymitch y Effie están en la sala hablando acerca de cuanto echan de menos el verano. Nadia esta en brazos de Peeta y yo sirviendo la comida, pongo todo en la mesa y los llamo a cenar. Pasamos una muy buena velada, ya había pasado mucho tiempo desde que no teníamos una. Y agradezco esto, me gusta pasar tiempo con mi familia, riéndonos de cosas del pasado y claro, de Haymitch. Quien por alguna extraña razón, ya no está molestándome. Creo que por fin, el hombre se ha calmado y ha decidido respetarme.

- Oh cariño, debemos darnos prisa si queremos volver a casa. Esta nevada se ve horrible. –le dice Effie a Haymitch-

- Porque no se quedan la noche aquí? No usamos la habitación de abajo. –dice Peeta, ¿Qué?-

- No creo que la nieve esta tan alta como para no poder salir. –se pone de pie y se asoma por la ventana- Oh! –exclama- Bueno, me parece que si pasaremos la noche aquí. –abro demasiado los ojos y Haymitch lo nota- No te preocupes preciosa, no husmeare cuando tu y Peeta… ya sabes, estén en acción.

- Haymitch! –le reprende Effie-

- ¿Qué? No dije nada que fuera mentira, ¿o sí? –el hombre nos lanza una sonrisa llena de burla-

- Por favor Haymitch, no me hagas asesinarte mientras duermes. –le suelto-

- No te atreverías preciosa, pero sería un honor. –sonríe-

- Oh bien, yo me encargo de todo este desorden, ustedes vayan a descansar y a llevar a esta preciosa niña a dormir. –nos dice Effie- 

- Gracias Effie. –dice Peeta mientras lleva a Nadia en brazos, escaleras arriba- Buenas noches.

- Que descanses. –le dice Haymitch- O no… -me ve a mí con expresión divertida levantando mucho la cejas-

- Te ayudare. –le digo a la mujer mientras recojo los platos-

- No, no, ve con tu esposo y tu hija, anda. –me quita los platos de las manos- Y descansa.

- Gracias, en la habitación hay todo, sabanas y cobijas… lo único es que no tiene baño propio pero ya saben, en el pasillo esta el otro totalmente disponible para ustedes. Cualquier cosa, no duden en decirnos, que pasen buenas noches.

- Oh Katniss, tienes alguna pijama que me prestes?

- Cierto, quizás no te queden bien, pero si tengo una por acá… -me dirijo al cuarto de lavado y encuentro una pijama blanca de seda que nunca he usado, regreso con ella en mano y se la doy a Effie- No la he usado jamás, si te va bien, puedes quedártela.

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