Golpes, escucho golpes a lo lejos. Y en medio de mi sueño lucho por alejarme. Abro los ojos lentamente y la luz de la habitación me sofoca, ya es tarde. Me levanto de inmediato y corro a la habitación de Nadia, pero no está en la cuna, en su lugar esta una nota:
‘’Me lleve a Nadia a la panadería conmigo, puedes visitarnos si gustas. Te amo. Peeta’’
Bueno, eso me da tiempo de darme un relajante baño y… el teléfono comienza a sonar, bajo con rapidez las escaleras y respondo.
- Bueno?
- Hey! No lo estoy. –reconozco la voz de Johanna-
- No estás qué?
- Ash, me harás decirlo? No estoy preñada, ya sabes.
- Oh. –digo en un tono poco correcto-
- Vale, mira, yo ya me voy… seguiré de turista, nos vemos descerebrada y gracias por la ayuda. Adiós. –cuelga-
- Eh… adiós. –miro confusa el teléfono, que fue eso?-
Bueno, eso soluciona… en realidad nada, porque a mí no me afectaba. Ahora sí, un delicioso baño… pero cuando estoy a medio camino en las escaleras, llaman a la puerta. ¡Tienen que estar de broma! Donde sea Haymitch, juro que le cierro la puerta justo en la cara. Pero no lo es, al abrir con impaciencia, me quedo helada y no necesariamente por el clima.
- Hola. –dice Gale-
- He… hey. –consigo decir-
- Lo siento, este es un mal momento? –dice al notar mi confusión-
- Eh… me acabo de levantar, estaba en proceso de bañarme. Pasa, te ofrezco algo? –lo dejo pasar-
- No, gracias. Solo estoy de pasada… -recorre el lugar con la vista- Peeta está aquí?
- No, está en la panadería.
- Me refiero a si volvieron…
- Oh, ah… si. –me siento avergonzada de mis palabras, que me pasa? Porque me siento tan nerviosa?- Si. –digo con más firmeza-
- Es fantástico, mira… Johanna... –levanto mi mano para que pare y él se detiene-
- Lo sé, me ha contado. –asiento-
- No que se pasa conmigo, pensé que ella seria la elegida y resulta que yo no puedo amar a nadie más. –no me gusta el rumbo de esta conversación-
- Lo lamento. –agacho la mirada- Gale, eso es todo lo que vienes a decirme?
- Ahm… sí, bueno no… -arqueo las cejas como gesto de impaciencia-
- Como sea, la presidenta Paylor supo de mi viaje al 12 y me pidió de favor que les diera esto. –saca un sobre color negro mate, en la parte de enfrente dice Peeta & Katniss Mellark en color plata, y claro, esta sellado- Me hizo prometer que te la daría personalmente y que te dijera que ‘’no faltaras por favor’’. –tomo el sobre-
- Sabes de qué es? –el niega con la cabeza- Claro, bueno… gracias.
- De nada. –suspira- creo que es hora de que me vaya.
- Espera, a que vienes al 12?
- Ya no importa. –esboza una sonrisa media llena de tristeza y mi subconsciente susurra ‘’no quieres saberlo’’-
- Bien, nos vemos después, supongo.
- Claro, supongo. –abre la puerta- Adiós Katniss.
- Adiós. –se gira y se va-
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Siluetas
FanficDespués de la guerra, Katniss decide poner en orden sus sentimientos y se enfrenta ahora a su amor por Peeta.