Safe and sound

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El doctor prohibió rotundamente mi salida, así que pasare 1 semana en el hospital. Odio los hospitales, nunca me han gustado, me recuerdan al Capitolio. Con sus maquinas modernas y sonidos extraños. Yo preferiría estar en mi casa, al cuidado de mi madre, con mi pequeña en brazos y Peeta a mi lado.

Nadia resulto ser la niña más perfecta del mundo, y es cierto, tiene los ojos azules como los de Peeta y el poco cabello que tiene es color negro. Una pequeña mezcla de Peeta y yo. Una dulzura, cada gesto que hace me provoca llorar, simplemente porque no creo aun que tanto sufrimiento haya sido aplacado por tanta felicidad. Y aquí estoy con ella en mis brazos, mientras duerme y cuento cada uno de sus diminutos dedos.

- En qué piensas? –Peeta me habla y yo volteo a verlo sonriendo-

- En lo feliz que soy.

- Casualmente pienso en lo mismo. –ambos sonreímos y alguien llama a la puerta-

- Se puede? –la voz de Haymitch me hace reír-

- Adelante. –Peeta dice-

- Hola preciosa, como estas? –dice acercándose a mi-

- Muy bien, vaya… no pensé decir esto. Pero estoy perfectamente bien, muy feliz.

- Eso me alegra mucho. –mira tiernamente a Nadia- Vaya, es más preciosa que tu.

- Quieres cargarla?

- No te da miedo de que se me caiga?

- Uhm, no, confió en ti.

- Ya que venga Effie, fue a la cafetería. Si la cargo antes que ella, me mata.

- Jajajajajajaja te lo advirtió? –pregunta Peeta riendo-

- Sí y con la mirada de maldad al rojo vivo.

- Hablando de eso, como van las cosas entre ustedes Haymitch? –pregunto-

- Bueno, ya saben ustedes que yo no soy bueno para expresarme. Pero, todo va marchando bien, perfectamente.

- Me alegro mucho Haymitch, ambos lo merecen. –dice Peeta-

- Gracias muchachos. Ustedes también merecen esta felicidad que se nota, tienen ahora. Ya han crecido, no son los mismos niños de 16 años que creí iba a perder en la arena. Han madurado y avanzado y ahora, son padres. Quien lo diría?

- Somos muy afortunados. –Effie entra y al verme con Nadia, comienza a llorar-

- Oh, mi pequeña Katniss… mírate, te ves radiante. –se acerca a Haymitch- Por Dios, es bellísima.

- Gracias. –sonrió-

- Puedo cargarla?

- Claro. –con cuidado le entrego mi hija a Effie y ella no deja de sonreír-

- Es lo más hermoso que he visto en mi vida. Ya tiene nombre?

- Si, se llama Nadia. –responde Peeta-

- Bueno Nadia –le habla a la bebe- yo soy tu tía Effie, y mientras yo viva me asegurare de que siempre estés preciosa. Te enseñare modales y cómo comportarte como una princesa.

- No olvides que es hija de Katniss, no vaya a ser que saco su mismo carácter. –le dice Haymitch en tono burlón-

- Oh cariño, yo misma me encargo de aplacar ese carácter desde temprana edad.

- Permíteme cargar a esta belleza. –Haymitch se talla las manos en gesto de emoción-

- Ten cuidado con su cabeza, cariño. –Effie le pone a Nadia entre sus brazos- Dios, que bello que te ves con una bebe en los brazos. –comienza a llorar-

- Ya les hace falta una –digo en tono burlón-

- Con esta sobra y basta. –dice Haymitch-

- Vamos a ser los mejores tíos Katniss, que no te quepa ninguna duda.

Y no lo dudo, desde que Effie y Haymitch viven juntos, el hombre ha dejado de beber y ha cambiado para bien. Se le ve más feliz y francamente, eso también me hace feliz a mí también. Después de conocer toda su historia, no puedo estar más alegre de que por fin allá algo de luz en su vida, lo merece más que nadie. Effie también ha cambiado, sigue siendo el alma de fiesta, pero ya no es tan extravagante. Eso sí, sigue siendo exigente. Ha sabido como amar a Haymitch y le agradezco infinitamente por eso. Son una pareja solida y sé que van a traer alegría a la vida de mi hija.

- Puedo pasar? –pregunta mi madre quien está en la puerta-

- Claro.

- Solo pasaba para saber si no necesitas nada más Katniss?

- No mamá, estoy bien. Gracias.

- Bien, entonces yo iré a casa, voy a dormir un poco hija, estoy cansada.

- Por supuesto, muchas gracias por todo. –le responde Peeta-

- Va a la aldea entonces? –pregunta Haymitch-

- Si. -mi madre asiente- 

- Pues vámonos todos, no hay que agobiar tanto a la familia.

- No, no nos agobian. –les digo-

- Katniss, Nadia no tarda en despertar y querer comer. – puntualiza mi madre, eso es cierto-

- Bueno, es verdad.

- Entonces, no se diga más. Nos vamos… pero volvemos mañana. Verdad Haymitch?

- Claro. –le entrega la bebe a su Peeta- Vendremos todo el tiempo que ustedes quieran. –se acerca a mí y me besa la frente, lo cual me sorprende totalmente- Pórtate bien preciosa.

- Siempre.

Mi madre, Haymitch y Effie abandonan la habitación y de nuevo, somos solo nosotros tres. Que plenitud siento. Como una vez Peeta me dijo ‘’Quisiera congelar este momento, justo aquí ahora y vivir en el por siempre’’ así, exactamente así me siento. 

SiluetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora