Narra Noah:
Sonreí y desordené el cabello de Harry.
Lo miré: tenía la boca entreabierta. Levanté su cabello. Se veía muy guapo así. Puse su cabello hacia un lado y Harry se movió un poco. Me sonrojé. Estaba jugando con el cabello de un chico dormido. Me quedé un rato mirándolo de cerca para recordar siempre cada parte de su rostro. Su boca entreabierta. Sus ojos verdes y brillantes. Su cabello castaño y ondulado. Mi ángel.
Narra Sam:
Hablar con Penny me sirvió mucho. Aclaré un poco mi mente con su ayuda. Ella me dijo que le pareció haber visto a Harry por la descripción que le hice y que le encantaría conocerlo mejor. Le conté todo lo que me había pasado mientras que ella no estaba. Incluyendo lo que me dijo Luke. Y cómo me hizo sentir. Me encantaba contarle cosas porque sus reacciones eran muy divertidas.
A la hora de irse a casa, encontré a Alex en la puerta principal.
-Sam. Te quería contar una idea que estuve pensando. La vez que íbamos a salir juntos y fui al cine con Luke, te quedé debiendo nuestra salida. Y ahora te la quiero recompensar.
-¿Cómo?- pregunté.
-Me gustaría invitarte a mi casa. A cenar. ¿Te gustaría?
-Claro.- contesté. Me gustaba la idea, aunque me producía nervios conocer a la familia de Alex.
-¡Genial! Entonces vamos.
Alex y yo fuimos caminando hacia su casa. Él me guiaba. Cuando ya estábamos llegando, me di cuenta de que Alex conocía a un montón de vecinos que estaban cerca. De pronto, se detuvo de golpe y tocó el timbre de una casa grande y de aspecto antiguo. Yo me detuve también, pero en ese instante Alex salió corriendo a esconderse tras un ancho árbol. Y me di cuenta de que esa no era su casa.
Corrí detrás del auto y Alex se estaba partiendo de la risa en silencio.
-¿Por qué hiciste eso?
Casi no podía hablar con la risa, pero finalmente contestó:
-Por diversión, Sammy.
Cuando pronunció la última palabra sentí una extraña sensación. Me encantaba el sonido de mi nombre en sus labios.
Negué con la cabeza riendo y lo seguí hasta unas casas más lejos. Se detuvo ante una casa alta y con aspecto acogedor. Alex volvió a tocar el timbre.
-Dime que esta sí que es tu casa.- le dije riendo.
-Lo es, tranquilo.
Una mujer de mediana edad abrió la puerta y saludó a Alex con alegría.
-Mamá: te presento a Sam. Mi amigo.
Sonreí.
-Hola, señora.- la mayoría de las veces era muy tímido hablando con la gente que no conocía, pero sentí confianza al ver la sonrisa amable de la madre de Alex.
-Hola, Sam. Bienvenido.
-Gracias.
Entramos a la casa y colgué mi mochila donde me indicó Alex. Lo seguí escaleras arriba hasta una habitación. Me indicó que guarde silencio con un dedo en sus labios. Avanzó sigilosamente a través de la puerta. Lo seguí. Dentro había un pequeño bebé recostado en una cuna.
-Hola, Thomas.- susurró Alex acercándose a su hermano.- Sam: éste es mi hermanito.
-Hola, Tommy.- abrió los ojos. Se parecía a Alex. Me gustaban los bebés, pero no tenía un hermano pequeño, por lo tanto no sabía muy bien cómo tratarlos. Alex alzó a su hermano en sus brazos. Se veía muy lindo sosteniéndolo.
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Amarte sin miedo.
Teen FictionLa adolescencia siempre ha sido difícil, digo, te das cuenta de quienes en realidad han sido tus amigos, también te das cuenta de lo que quieres lograr con tu vida y, por supuesto, tu orientación sexual. La adolescencia siempre ha sido temida en cie...