Capítulo 25

17 6 6
                                    

Narra Sam:

"Bebé, ¿Quieres que salgamos a tomar un café?" Alex me había enviado un mensaje, pero no estaba de humor para salir, sólo quería quedarme en casa y no hacer nada.

"No, gracias, Alex. No estoy de humor."

"¿Puedo ir?"

"Prefiero que no, Alex." Estaba apunto de presionar el botón enviar, pero borré el texto y finalmente le respondí "Está bien".

Minutos después Alex llegó por la ventana.

- Hola, amor.- me levanté y fui hacia él.

- Esto es tan difícil, Alex.- dije abrazándolo.

-Lo sé, bebé, lo sé.- besó mi frente.- ¿Fuiste a la escuela hoy? No te vi.- lo abracé con más fuerza.- ¿Sammy?

-No quiero hablar de eso.- susurré.

-Mi amor. Puedes contarme todo lo que quieras. Te ayudaré.

-Intenté leer tu carta durante una clase y el profesor me descubrió y la leyó en voz alta.- susurré en su pecho. Alex pareció sorprenderse mucho.

-Sam, lo siento muchísimo. Debí haberte avisado que te la daría.- Alex me miró preocupado y arrepentido.

-No te disculpes, fue mi culpa. Debí haber leído la carta en el descanso.

-¿Qué pasó después?- preguntó Alex.

-El profesor se detuvo al leer la palabra "chico", todos me miraron y yo le arrebaté la carta y me fui llorando.- contesté avergonzado.

-Lo siento mucho, Sam. Es mi culpa.- Alex me estrechó entre sus brazos.

-No te preocupes. Me encantó la carta.- sonreí y Alex me imitó.

-Te compré algo, bebé.- dijo Alex.

-No tenías que hacerlo.

Introdujo su mano en el bolsillo de su pantalón y sacó una cadenita con la letra "A". Lo miré sorprendido. La puse alrededor de mi cuello y Alex la abrochó.

Él tocó su cuello y me enseñó la que tenía puesta con la letra "S". Lo besé.

-Gracias.

-¿Y tus padres?- preguntó Alex.

-Están abajo. Me peleé con ellos. Les conté a mis abuelos. Ellos me apoyan y mis padres creen que les mentí para que estén "de mi lado".- mis ojos se llenaron de lágrimas y parpadeé repetidas veces para evitarlas. Ya no quería seguir llorando.

-Pero qué idiot... Lo siento.- de disculpó al notar que ofendería a mis padres.

-No me molesta.- contesté.

Narra Alex:

La tarde se nos pasó muy rápido, ahora ya era de noche. Habíamos estado hablando sobre diferentes temas, claro que sin salir del cuarto de Sam.

Me recosté en su cama mientras él estaba en el baño de su habitación.
Cuando salió lo miré y él me sonrió.

- Amor, ven.- lo llamé para que se acostase a mi lado. Vino caminando y se acurrucó dentro de las sábanas sobre mi pecho.- Eres tan lindo, bebé.- acaricié su cabello mientras él hacía figuras imaginarias sobre mi abdomen.

- Tú...- dejó de hablar.- Para mí tú eres la definición exacta de perfección.- murmuró. Sonreí.

- Te quiero mucho, ojitos.- dije ya que solo se le veían los ojos de tan cubierto que estaba por las sábanas.

Amarte sin miedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora