Capítulo 30

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Narra Sam:

Luego de un día con Alex en la escuela, fuimos a su casa otra vez.
Entramos riendo y saludamos a su mamá.

- Hola, Señora Cooper.- saludé sonriendo.

- ¿Cómo les fue, chicos?

- Bien.- respondimos al unísono subiendo las escaleras aún riendo. Antes de entrar, Alex había chocado con el pilar de la casa.

Llegamos hasta su habitación, tiré la mochila al lado de la mesita de noche y me senté en su cama.
Observé ésta y vi un cuadro con una foto de nosotros haciendo muecas divertidas.

- ¿Fue cuando fuimos al centro?- pregunté con el cuadro en mis manos. Asintió y se sentó a mi lado.
La foto ocupaba todo el cuadro, pero en una esquina había otra que nos sacamos en una cabina de fotos. En esta, yo me encontraba besando la comisura de los labios de Alex y él tenía los ojos en blanco con las mejillas infladas.

- Te amo.- besó mi mejilla y se levantó.- ¿Tienes hambre?

- Noup.- negué exageradamente riendo.- Estoy llenito, comí mucho hoy.

- Está bien.- rio.- Yo muero de hambre. ¿Quieres algo para beber o...?

- Yo te acompaño.- me levanté y entrelacé nuestros dedos mientras bajábamos las escaleras y entrábamos a la cocina.
Alex abrió el refrigerador y yo saqué dos vasos, él me dio el jugo y nos serví mientras se hacía un sándwich.

- Alex, voy al supermercado, cuida a tu hermano un rato, por favor.- la mamá de Alex salió por la puerta y él me miró y se encogió de hombros. Reímos.

Dejé mi vaso en el fregadero y Alex y yo volvimos a subir, sólo que ésta vez con dirección a la habitación de su hermanito, verificamos que estaba bien y fuimos a la habitación de Alex.

Alex dejó su teléfono sobre la mesa. Lo agarré, lo desbloqueé y comencé a jugar mientras él comía.

- ¿A qué juegas?- se sentó a mi lado.- ¡Hey! Tú también tienes ese juego.

- Te estoy ayudando a pasar de nivel, perdedor.- reí.

- Está bien, de todos modos soy mejor.

- Sí.- contesté con ironía que al parecer no notó.

(...)

- ¿Quieres dibujarme?- pregunté riendo.

- Sí, solo quédate quieto un momento para hacer los contornos y luego ya puedes moverte mientras lo voy perfeccionando.

Narra Alex:

- ¿Listo?- preguntó por enésima vez.

- Casi...- estaba terminando de dibujar a Sam y ahora estaba acabando con su cabello.- Listo, ¿Te gusta?- mordí mi labio inferior.

- Alex... Dibujas muy bien, en serio...- sonreí.- Gracias.

- No hay de qué.- me acerqué a él y lo abracé, aún sentado en la silla mi cabeza llegaba a su abdomen.

- S-sal de ahí, Alex.- rió. Me levanté, quedando más alto que él y lo besé dulcemente.

-Tu risa es preciosa, Sammy. Jamás me cansaría de escucharla.

Lo empujé suavemente a la cama y comencé a hacerle cosquillas mientras que Sam intentaba escapar, riendo fuertemente e intentando salir, sin fuerzas debido a la risa.

-Bas-ta.- dijo entrecortadamente y sacudiéndose. Me detuve y lo miré. Sus mejillas estaban sonrojadas y seguía riendo.- Voy a despertar a tu hermano.

Amarte sin miedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora