Capítulo 7.

37 7 2
                                    

Narra Sam:
Faltaban minutos para que llegara mi hermana, pues había salido a comprar un par de cosas. Necesito contarle todo, necesito desahogarme con alguien que me pueda aconsejar, necesito saber qué es lo que siento por Alex y qué es lo que siento por Harry.
(...)
- Cat.- grité desde la escalera apenas escuché la cerradura de la puerta.
- ¿Qué pasa, hermanito?- preguntó.
- Ne... Necesito hablar contigo.- dije jugando con mis dedos.- Estoy... Demasiado confundido, Cat, no comprendo qué me pasa...- dije mientras bajaba las escaleras.
-¿Sam...?- me miró confundida.
- Es que...- dejé de hablar.
- ¿Es que, qué?- dijo bajando las bolsas del supermercado al que fue.
- Creo... Yo creo... Es que...- mis manos comenzaban a sudar.- Me... Me gustan...
- ¿Te gustan qué? ¿Estás bien?
- Cat, creo que me gustan los chicos.- susurré la palabra "chicos".
- Ah.- ella soltó una pequeña risa.- Ya lo sabía...
-¿Qué?- si ella lo sabía, probablemente mamá igual y eso no era bueno...
- Bueno... La verdad es que siempre sentí que eras distinto a los demás chicos y creí que te consideraba especial por el hecho de que eres mi hermano, pero luego te comparaba con otros chicos que conocía y sabía que no era sólo eso. Siempre me gustó cómo eras, la verdad. Me sentía mucho más cómoda contigo que con otros chicos y, de nuevo, supuse que era porque eras mi hermano, entonces simplemente dejé de pensar en eso. Además, unas amigas me lo dijeron y ahora que lo dices sé que es cierto...
-¿Tus amigas como supieron?- dije mientras le hacía una seña para que subamos a mi habitación.
- Dijeron que era obvio.- se encogió de hombros.
- ¿Lo encuentras tan normal? Parece no importarte.- dije asustado.
- Sam...- me miró.- De todos modos seguirás siendo mi hermano y te amo por como eres, no por tu orientación sexual...- la abracé.
- Bueno, yo... Es que conozco a una persona... Y...
-Owww.- me interrumpió.- Estás enamorado.- dijo con ternura.
- De eso se trata, no sé lo que siento...
- Cuéntame.- dijo demasiado entusiasmada sentándose en mi cama.
- Su nombre es Harry.- yo le daba la espalda a Cat, me daba vergüenza verla.- Él es adorable, cariñoso, lindo y divertido, con él paso los descansos en la escuela, es atento y siempre intenta sacarme una sonrisa.- Me giré y vi a mi hermana sonreír.- Por otro lado está Alex, él es condenadamente sexy, tiene una sonrisa genial, ganadora de premios y, aunque por su apariencia no lo parezca, es tierno y sensible. Tiene una voz preciosa, es simpático y divertido, sociable... Amo como guiña el ojo.- Cerré los ojos recordándolo.- Cuando canta escondido... Cuando se va a la parte trasera del edificio y se pone a dibujar y, antes de que se me olvide porque podría nombrar miles de cosas más, dibuja hermoso. No hablo mucho con él, pero sí que lo conozco... Yo...- Cat rió demasiado fuerte.
- Hermanito...- me miró tratando de calmarse.- Ya lo tienes claro, pero no te das cuenta...Te encanta el tal Alex, tienes que presentármelo.

Narra Alex.

Estaba finalizando mi nuevo dibujo, no era nadie en especial. Era un rostro casi perfecto, al acabar la sombra, contemplé todo y me di cuenta de que el dibujo lucía como Sam, no sé como llegué a dibujar esto, solo trataba de dibujar un rostro perfecto, simétrico y exacto.
Bostecé.
Ya era de noche, me acerqué a la ventana y cerré las cortinas. La luna se veía brillante y luminosa.
Me desvestí y me quedé en ropa interior, me arropé entre las sábanas y me dormí, mañana tendría que ver a Luke... Sería un largo día.

Narra Harry.

Ugh, odio cuando pasa esto... Levaba 15 minutos de atraso. Tomé todas mis cosas y de montones las eché en mi mochila.
Bajé los escalones de dos en dos afirmándome de la baranda de la escalera. Tomé una manzana para el camino y salí de mi casa corriendo mientras colgaba mi mochila sobre mi hombro.
Al llegar quedaban unos cuantos adolescentes entrando a los salones y me relajé, sin embargo debía correr aún para que me dejaran entrar. Ya con el corazón en la garganta seguí corriendo, la entrada estaba despejada, apresuro más el paso y siento como el vidrio de la puerta impacta con mi nariz.
Ouch.
Sentí como la sangre comenzaba a escurrirse por esta y como se me cristalizaban los ojos por el hecho de haberme lastimado allí.
- ¿Harry?- Sam...

Amarte sin miedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora