Capítulo 38

14 2 2
                                    

Narra Sam.

Hoy serían las finales de fútbol de las que tanto ha hablado Alex, así que me levanté con ánimo, para apoyarlo en uno de los últimos partidos de la temporada.
Me di una ducha y me vestí con unos jeans azules y una playera negra cuello en V.
Me sacudí el pelo con la toalla para que pudiera dejar de gotear.
Bajé a la cocina y me despedí de mamá.

- Mándale saludos a Alex.

- Claro.- dije saliendo por la puerta. Caminé hasta la escuela. Hoy no había clases, ya que veríamos el partido de los chicos y luego cada uno se iba a casa o se quedaba a celebrar.

- Hola, amor.- sentí unas manos rodearme por detrás y luego los labios de Alex posarse en mi mejilla.

- Hola.- me di vuelta y besé sus labios.- ¿Listo?

- Siempre.- se veía perfecto con su uniforme. Reí.- Ven, te iré a dejar al mejor puesto de todos.- lo seguí y me sentó al ángulo del arco.- Podrás ver todos mis goles.- dijo presumiendo y yo reí.

- Gracias, Alex.- dije aún sonriendo.

- Recuerda que todas mis glorias son dedicadas a ti.- dijo besando mi mejilla izquierda.

- Ve, amor.- dije mirando sus ojos.

-Ya me voy, te amo.

- Yo a ti.- susurré ya que ya se había ido.

Se veía jodidamente bien. Pasó su mano por el cabello mientras miraba al suelo y trotaba hasta el centro de la cancha a reunirse con sus compañeros.
El uniforme rojo con rayas negras era perfecto en él. El número 13 lo identificaba, pero para mí era imposible no hacerlo.

Alex sonreía mientras controlaba la pelota en sus pies. Amaba ese brillo en sus ojos al hacer lo que le gustaba, amaba que él fuese feliz.
Alex le cedió la pelota a uno de sus compañeros y éste se la entregó a Matt, Matt corría detrás de la pelota y se la entregó de nuevo a Alex, Alex pateó la pelota  y esta se dirigió hasta el arco a una gran velocidad, haciendo a Alex anotar el primer gol, todos celebraron y Alex se giró, hizo un corazón con sus manos mirándome a mí y movió los labios susurrando "Te amo".

(...)

El juego ya iba a la mitad e iban muy bien, el marcador anotaba 2-0 y ganaba el equipo de Alex, él había metido sólo un gol.
En un momento, Alex era quien controlaba la pelota, esquivó a uno de los defensas, levantó la pelota y la dominó con la rodilla. De un momento a otro pateó fuerte y vi como la pelota entraba al ángulo, desde el lugar perfecto. Me levanté junto a toda la multitud y celebramos.

Todo el equipo fue a felicitar a Alex. Matt se acercó a él y lo abrazó, luego le dijo algo y vi como finalmente lo besaba, frente a mis ojos. Todos parecían haber ignorado la situación, pero yo no podía, mi corazón se había roto en ese instante. Alex ni siquiera se giró a verme, solo siguió jugando.

Salí rápidamente de ahí y fui a los pasillos de la escuela, había gente pasando por ahí, pero la mayoría estaba viendo el juego. Escondí mi cabeza entre mis manos y sollocé en silencio.

- ¿Sam?- asomé sólo mis ojos y era Harry.- ¿Qué pasa? ¿Por qué no vas a ver el partido?- escondí nuevamente la cabeza entre mis brazos.- Sam...- se sentó a mi lado.

- Lo besó.- balbuceé.- Lo besó frente a mí y ni siquiera le importó.

- ¿Alex? ¿A quién besó?

- A Matt, el chico que te había comentado...

- Pero Alex te ama, seguro fue un accidente.- palmeó mi espalda. Negué.- Sam, eres su mundo entero, todo lo hace pensando en ti, su relación es perfecta, él no echaría todo a perder por un hueco rubio jugador de fútbol, menos teniéndote a ti de espectador.

Amarte sin miedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora