Capítulo 27

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Narra Sam:

-Hola, chicos.- saludó papá.

Saludamos y comenzamos a comer. Estaba delicioso.

-Alex.- dijo papá.- Lo siento. No debí tratarte así. No quería aceptar la situación. Cuando finalmente hablé con Sam, me di cuenta de que estuve equivocado con respecto a mi forma de pensar...

- Señor Parker, entiendo que puede ser difícil, lo importante es que ahora puedo estar con Sam sin escondernos y eso es lo que más feliz me hace.- Entrelacé nuestras manos por debajo de la mesa para no incomodar.

- Sólo no le hagas daño, suficiente tuvo con nosotros.- dijo mirando el plato de comida.- No lo lastimes, por favor.

- No lo haré.- Alex sonrió.- Lo amo demasiado como para soportar verlo triste. Lo voy a cuidar mucho.

Mamá sonrió.

-Eres un buen chico, Alex.- mamá le sonrió mas ampliamente.- Supongo que también te debo una disculpa.- nos miró.

- No se preocupe, señora Parker.

- Dime Jess.- miré a Alex y él sonrió apretando mi mano por debajo de la mesa.

- Gracias...- Agradecí.- Digo, gracias por entenderlo o tratar de entenderlo.

- Hacen bonita pareja, ¿No?- habló por primera vez Cat.

Mamá asintió y yo sonreí en grande para luego seguir comiendo.

(...)

- Amor... Puedo preguntar si puedes quedarte a dormir...

-No quiero incomodar.- bostezó. Se veía muy cansado y no quería dejar que se fuera así.

- Pero te puede pasa cualquier cosa y...- Alex me calló con un beso.- No puedo dejar que te vayas así.

- Está bien...- Alex cedió y lo besé. Miré hacia el lado y mamá estaba allí.

- ¿Desde...?- asintió.

- Puede quedarse.- mamá sonrió.- Ya me voy a dormir, hijo.- besó mi frente y entró a su habitación.

- Buenas noches.- papá se despidió y siguió a mamá.

- ¿Vamos?- Alex me sonrió y asintió.

Subimos las escaleras corriendo.

(...)

Me recosté al lado de Alex y él pasó su brazo por debajo de mi cuerpo cariñosamente.

Me acerqué más a él sin levantarme y me acurruqué. Estaba en el sitio perfecto: podía escuchar su corazón y sentir su respiración tibia contra mi piel. Cerré los ojos.

-¿Sam?- lo miré.- No te duermas. Faltan sólo unos minutos.

-Lo siento.- susurré.

Le había prometido a Alex que vería el amanecer junto a él, pero me estaba entrando sueño.

-Te mantendré despierto.- lo miré sonrojado.

Alex me besó lentamente y luego comenzó a aumentar la velocidad. Gemí cuando succionó mi labio inferior y su mano subió por mi espalda. Se me erizó el vello del cuerpo y Alex sonrió.

La cadena con la letra "S" que llevaba en el cuello colgaba cuando se ponía sobre mí.

Giré dejando a Alex debajo mío e hice un camino de besos en su cuello.

-Mierda, cariño.- murmuró.

Me separé de Alex y miré a mi alrededor. Estaba amaneciendo.

-¡Alex! Ya amanece.

Narra Alex:

Lo miré mordiendo mi labio inferior. Tenía las mejillas acaloradas y rojas y sus labios estaban ligeramente hinchados.

Salimos al balcón y llevé mi cámara fotográfica para capturar este momento.

-Wow.- susurró Sam al observar los colores del cielo. Luego me miró y justo le hice una foto. Rio.

-Te ves lindo.- dije con ternura.

-Mi turno.- Sam sonrió y le di mi cámara.- ¡Alex!- me miró riendo y señaló las marcas en mi cuello. Reí nervioso. Acomodó mi camisa para esconder las marcas y me sacó la foto.

-Ahora los dos.- pusimos la cámara en una silla y el temporizador para alcanzar a prepararnos. 

En el último segundo, giré la cabeza para besar su mejilla, pero él pensó lo mismo y nos besamos. La cámara justo capturó ese momento.

(...)

-No dormimos nada.- dijo Sam con un lindo mohín.

-Durmamos ahora.- sugerí.

Sam se desvistió frente a mí y lo miré embobado.

Se metió en la cama y se escondió bajo las sábanas. Me desvestí rápidamente y lo imité.

Saqué la linterna de mi llavero e iluminé nuestro "escondite".

-Hola, bebé.- susurré.

-Hola, Alex. Estamos en una cueva.- me dijo jugando. Reí.

-Eres muy dulce.

Salí un momento y luego volví a entrar.

-¿Qué pasó?- preguntó.

-Lo siento. Me estaba ahogando.- Sam rio adorable.

-Shhhh... Somos los únicos despiertos.

Entrelazó nuestras manos y se acercó a mí.

-Te amo, ¿Sabes eso?- me dijo.

Mordí el lóbulo de su oreja y gimió.

Sam murmuró palabras sin sentido y se quedó dormido. Decidí hacerle una sorpresa. Agarré su teléfono y me saqué una foto haciendo una mueca. La puse como fondo de pantalla bloqueada. 

Le hice una foto mientras dormía y la puse como fondo de pantalla de inicio. Sonreí y me quedé dormido junto a él.

Sentí un beso en mi mejilla y desperté. Abrí los ojos lentamente y descubrí un Sam sonriente frente a mí.

-Buenos días, amor.- me dijo. Sonreí y cerré los ojos con fuerza mientras me estiraba.

-Buenos días, Sammy.- contesté.- ¿Qué hora es?

-Ni idea. Recién despierto.- Sam tomó su teléfono y lo encendió. Rio explosivamente. Me acerqué y vi mi foto en su pantalla. Eran las diez. Desbloqueé su teléfono y Sam se sonrojó al ver su foto durmiendo. Besé su mejilla.

Amarte sin miedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora