Capítulo 35

11 2 2
                                    

ADVERTENCIA:
Este capítulo contiene lenguaje sexual y contenido explícito.

Narra Sam:

Ya en la escuela, caminé hacia Alex sonriendo.

-Hola, amor.- me besó lentamente.

-Alex.- dije cuando nos separamos.- Yo... Tenía preparada una pequeña cita hoy en el parque, ¿Te parece?

-Oh.- dijo y su sonrisa se borró.- Yo...  Tengo que ir a casa de Matt. Lo siento.

Apreté la mandíbula y Alex besó mi mejilla rápidamente y se fue.

Se fue. Y siquiera se despidió. Abrí la boca confundido. Me acababa de dejar parado sin explicarme nada.

Bufé molesto y me di la vuelta para caminar a casa.

¿Qué rayos pasaba entre Alex y Matt?

Pateé un par de piedras del camino mientras avanzaba con la cabeza gacha.

Pero Alex me amaba, ¿O no?

Pude notarlo muy desinteresado en mí cuando se fue y eso me dolió.

Bueno, al parecer mi cita tendrá que esperar. Prefiero pensar que sólo fue un día en el cual no coincidimos, por más que me cueste...

Llegué a casa y toqué la puerta.
Cat abrió y la saludé con una sonrisa fingida. Me avisó que iría a dormir a casa de una de sus amigas.

Asentí y subí los escalones corriendo, tomé mi guitarra para desconcentrarme un poco.

Toqué una par de canciones y decidí dormir una siesta.

Al rato desperté y vi la hora.

7:30 pm.

Me quedé viendo el techo y suspiré. En serio no paraba de pensar mal sobre Matt.

Mi teléfono comenzó a vibrar y atendí la llamada.

-Hola amor, voy camino a tu casa.- sentí que sonrió.

- De acuerdo...

Narra Alex.

Sam se veía triste y sabía que debía disculparme, me acerqué y me senté junto a él en su cama.

- Sam.- no recibí respuesta, sólo miró sus manos.- Bebé...

- No lo hagas.- al principio la voz fue prácticamente un susurro.- No me llames bebé cuando le dices mi amor a otro.- fruncí el ceño.

- Oye.- hablé serio.- Jamás le dije mi amor.

- Da igual.- estaba evitando mirarme.- No me diste ninguna explicación. Me dejaste solo y te fuiste. Eres como un cristal roto, te recogí y me hiciste daño.- dijo y me hizo sentir peor, en serio lo había dañado.

- Sam, en serio me gustas... Mucho.- dije y tomé sus manos.- Sé que a veces cometo errores, te daño y pareciera como si no me importara, pero créeme, claro que me importa por que tu...- lo miré y besé su mejilla para luego decir.- Eres mi mundo entero.

Sam no dijo nada, entonces seguí hablando.

-Bebé, fui a casa de Matt por un trabajo de la escuela. No pasó nada entre él y yo. Te lo prometo.

Sonrió un poco mientras miraba el piso.

-Sam, mírame.- levanté su barbilla.- Te amo.

Sonrió y se acercó a mi cuello. Comenzó a dejar pequeños besos en éste y gemí riendo un poco.

Narra Sam.

Alex se acercó a besarme subiéndose bruscamente sobre mí. Sus manos afirmaban mi rostro y mis manos reposaban en sus muslos subiendo y bajando por estos.

El beso se intensificaba con cada  caricia y sinceramente no quería parar. Levanté mi pelvis haciendo roce con la suya e hice que nos diéramos vuelta, quedando yo al mando.

Apoyé mis manos sobre su pecho y me moví hacía adelante lentamente.

- Sa-am.- gimió Alex y gruñí. Dejé un camino de húmedos besos sobre su cuello y él metió sus manos bajo mi playera. Acariciaba tan dulce y rítmicamente que me aceleraba el pulso notoriamente.

- A-Alex.- jadeé mientras quitaba mi playera de un solo movimiento. Quité la suya.

- Ven aquí, gatito.- desabroché el cinturón de mi pantalón y me quité estos quedando en bóxer.- ¿Te ayudo con eso?- levantó una ceja terminando en bóxer también.

Asentí.

Se arrodilló frente a mí y sentí como mi cuerpo ya no podía estar en un grado más alto de excitación. Alex acercó su boca a mi pelvis y besó la piel bajo mi ombligo. Se me erizó el vello del cuerpo. Alex quitó mis bóxers y liberó a mi amiguito.

- Alex, no te quedes mirando.- reí nervioso. Alex se levantó, me tiró a la cama bruscamente y quitó sus bóxers.

- Amor...- jadeó. Tenía mucho miedo, temblaba sinceramente, pero quería hacerlo.

- ¿P-Puedo?- me acerqué a él y él asintió. Miré a Alex y comencé a mover mi mano de arriba hacia abajo. Tiró su cabeza hacia atrás mientras gemía cosas inaudibles.
Sentí como mi mano se llenaba de líquido y Alex gruñó.

- Date vuelta, bebé.- le obedecí. Ahora venía.- ¿Estás seguro?- asentí frenéticamente.- Ok.- posó sus manos en mis caderas y posicionó la punta en mi entrada.- Aquí voy.- sentí como entraba y aguanté el dolor.

- Mierda. Me duele, Alex.

- Perdón.- frenó y me miró.- ¿Quieres que siga o...?- no lo dejé terminar y asentí. Comenzó de nuevo y una lágrima bajó por mi mejilla, dolía como mil patadas.
Ahogué un grito en la almohada y sollocé, pero luego el dolor se convirtió lentamente en placer. Alex se detuvo y lo miré.

-¡Estás llorando, Sam!- Alex casi gritó. Lo hice callar y me abrazó.- Lo siento. No quise hacerte llorar.- besó mis lágrimas y refregó su mejilla con la mía.- Noooo. Hice llorar a Sammy Parker.- susurró.

-Basta, Alex. 

-Estás temblando, amor. ¿Te dolió mucho?- asentí riendo por su preocupación.- Lo siento, lo siento, lo siento.- repitió y besé sus labios.

-No te disculpes, fue la mejor sensación.- confesé.

- Podemos repetirlo cuando quieras, bebé.- rió y escondí mi cabeza en su pecho desnudo.

- Alex.- lo regañé mientras reía y el también rió.

-Te amo mucho, Sam... No sé como llegué a amarte en tan poco tiempo. Vivía asustado, ya que no soy muy suertudo en el amor, pero sé que contigo gané la lotería.- iba a hablar, pero me calló.- Nunca antes había sentido algo así por alguien y sé que esto durará mucho.

- Por suerte durará mucho, mi amor, porque no sé qué haría sin ti. Sin tu risa, tus bromas, tus besos, tu perfume... Te quiero tanto...

- Pero yo más.- dijo seguro.

- Yo te amo.- contesté.

-Yo te adoro.- corrigió.

-Yo también, Alex.- dije acariciando su cabello.- Tengo mucha suerte de tenerte.

_______
4/5

Amarte sin miedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora