ADVERTENCIA:
Este capítulo contiene lenguaje sexual y contenido explícito.Narra Sam:
Ya en la escuela, caminé hacia Alex sonriendo.
-Hola, amor.- me besó lentamente.
-Alex.- dije cuando nos separamos.- Yo... Tenía preparada una pequeña cita hoy en el parque, ¿Te parece?
-Oh.- dijo y su sonrisa se borró.- Yo... Tengo que ir a casa de Matt. Lo siento.
Apreté la mandíbula y Alex besó mi mejilla rápidamente y se fue.
Se fue. Y siquiera se despidió. Abrí la boca confundido. Me acababa de dejar parado sin explicarme nada.
Bufé molesto y me di la vuelta para caminar a casa.
¿Qué rayos pasaba entre Alex y Matt?
Pateé un par de piedras del camino mientras avanzaba con la cabeza gacha.
Pero Alex me amaba, ¿O no?
Pude notarlo muy desinteresado en mí cuando se fue y eso me dolió.
Bueno, al parecer mi cita tendrá que esperar. Prefiero pensar que sólo fue un día en el cual no coincidimos, por más que me cueste...
Llegué a casa y toqué la puerta.
Cat abrió y la saludé con una sonrisa fingida. Me avisó que iría a dormir a casa de una de sus amigas.Asentí y subí los escalones corriendo, tomé mi guitarra para desconcentrarme un poco.
Toqué una par de canciones y decidí dormir una siesta.
Al rato desperté y vi la hora.
7:30 pm.
Me quedé viendo el techo y suspiré. En serio no paraba de pensar mal sobre Matt.
Mi teléfono comenzó a vibrar y atendí la llamada.
-Hola amor, voy camino a tu casa.- sentí que sonrió.
- De acuerdo...
Narra Alex.
Sam se veía triste y sabía que debía disculparme, me acerqué y me senté junto a él en su cama.
- Sam.- no recibí respuesta, sólo miró sus manos.- Bebé...
- No lo hagas.- al principio la voz fue prácticamente un susurro.- No me llames bebé cuando le dices mi amor a otro.- fruncí el ceño.
- Oye.- hablé serio.- Jamás le dije mi amor.
- Da igual.- estaba evitando mirarme.- No me diste ninguna explicación. Me dejaste solo y te fuiste. Eres como un cristal roto, te recogí y me hiciste daño.- dijo y me hizo sentir peor, en serio lo había dañado.
- Sam, en serio me gustas... Mucho.- dije y tomé sus manos.- Sé que a veces cometo errores, te daño y pareciera como si no me importara, pero créeme, claro que me importa por que tu...- lo miré y besé su mejilla para luego decir.- Eres mi mundo entero.
Sam no dijo nada, entonces seguí hablando.
-Bebé, fui a casa de Matt por un trabajo de la escuela. No pasó nada entre él y yo. Te lo prometo.
Sonrió un poco mientras miraba el piso.
-Sam, mírame.- levanté su barbilla.- Te amo.
Sonrió y se acercó a mi cuello. Comenzó a dejar pequeños besos en éste y gemí riendo un poco.
Narra Sam.
Alex se acercó a besarme subiéndose bruscamente sobre mí. Sus manos afirmaban mi rostro y mis manos reposaban en sus muslos subiendo y bajando por estos.
El beso se intensificaba con cada caricia y sinceramente no quería parar. Levanté mi pelvis haciendo roce con la suya e hice que nos diéramos vuelta, quedando yo al mando.
Apoyé mis manos sobre su pecho y me moví hacía adelante lentamente.
- Sa-am.- gimió Alex y gruñí. Dejé un camino de húmedos besos sobre su cuello y él metió sus manos bajo mi playera. Acariciaba tan dulce y rítmicamente que me aceleraba el pulso notoriamente.
- A-Alex.- jadeé mientras quitaba mi playera de un solo movimiento. Quité la suya.
- Ven aquí, gatito.- desabroché el cinturón de mi pantalón y me quité estos quedando en bóxer.- ¿Te ayudo con eso?- levantó una ceja terminando en bóxer también.
Asentí.
Se arrodilló frente a mí y sentí como mi cuerpo ya no podía estar en un grado más alto de excitación. Alex acercó su boca a mi pelvis y besó la piel bajo mi ombligo. Se me erizó el vello del cuerpo. Alex quitó mis bóxers y liberó a mi amiguito.
- Alex, no te quedes mirando.- reí nervioso. Alex se levantó, me tiró a la cama bruscamente y quitó sus bóxers.
- Amor...- jadeó. Tenía mucho miedo, temblaba sinceramente, pero quería hacerlo.
- ¿P-Puedo?- me acerqué a él y él asintió. Miré a Alex y comencé a mover mi mano de arriba hacia abajo. Tiró su cabeza hacia atrás mientras gemía cosas inaudibles.
Sentí como mi mano se llenaba de líquido y Alex gruñó.- Date vuelta, bebé.- le obedecí. Ahora venía.- ¿Estás seguro?- asentí frenéticamente.- Ok.- posó sus manos en mis caderas y posicionó la punta en mi entrada.- Aquí voy.- sentí como entraba y aguanté el dolor.
- Mierda. Me duele, Alex.
- Perdón.- frenó y me miró.- ¿Quieres que siga o...?- no lo dejé terminar y asentí. Comenzó de nuevo y una lágrima bajó por mi mejilla, dolía como mil patadas.
Ahogué un grito en la almohada y sollocé, pero luego el dolor se convirtió lentamente en placer. Alex se detuvo y lo miré.-¡Estás llorando, Sam!- Alex casi gritó. Lo hice callar y me abrazó.- Lo siento. No quise hacerte llorar.- besó mis lágrimas y refregó su mejilla con la mía.- Noooo. Hice llorar a Sammy Parker.- susurró.
-Basta, Alex.
-Estás temblando, amor. ¿Te dolió mucho?- asentí riendo por su preocupación.- Lo siento, lo siento, lo siento.- repitió y besé sus labios.
-No te disculpes, fue la mejor sensación.- confesé.
- Podemos repetirlo cuando quieras, bebé.- rió y escondí mi cabeza en su pecho desnudo.
- Alex.- lo regañé mientras reía y el también rió.
-Te amo mucho, Sam... No sé como llegué a amarte en tan poco tiempo. Vivía asustado, ya que no soy muy suertudo en el amor, pero sé que contigo gané la lotería.- iba a hablar, pero me calló.- Nunca antes había sentido algo así por alguien y sé que esto durará mucho.
- Por suerte durará mucho, mi amor, porque no sé qué haría sin ti. Sin tu risa, tus bromas, tus besos, tu perfume... Te quiero tanto...
- Pero yo más.- dijo seguro.
- Yo te amo.- contesté.
-Yo te adoro.- corrigió.
-Yo también, Alex.- dije acariciando su cabello.- Tengo mucha suerte de tenerte.
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4/5
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Amarte sin miedo.
Teen FictionLa adolescencia siempre ha sido difícil, digo, te das cuenta de quienes en realidad han sido tus amigos, también te das cuenta de lo que quieres lograr con tu vida y, por supuesto, tu orientación sexual. La adolescencia siempre ha sido temida en cie...