Cap. 5

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*Narra Kai*

Mataron a mi hermana. Mataron a Lía.

Ella era una persona indispensable para mí, porque a pesar de ser mi hermana mayor, era mi mejor amiga. Siempre estaba ahí cuando yo me metía en algún lío y me salvaba el culo. Cuando no teníamos un lugar donde quedarnos, siempre íbamos nosotros dos a cazar para alimentarnos. Recuerdo cuando Paul, un tío que nos había comprado droga intentó matarme, estrángulandome. Para mi suerte Lía estaba allí y lo mató primero.

Nosotros andábamos por el bosque buscando una pistola que se le había caído a mi padre mientras se iba a la ciudad a jugar póker. Cuando aquella tipa terminó con la vida de mi hermana me sentí una basura. No pude detenerla, y no la pude salvar. Cuando la que se apellidaba Yeun y el pequeño niño que habíamos secuestrado salieron del lugar de los hechos, me acerqué sigilosamente al cuerpo de mi hermana.

- No te vengues. Acuérdate lo que le sucedió a Diana cuando su corazón se llenó de rencor. No quiero que tu termines así. Eres mi hermanito menor, y siempre lo seguirás siendo. Desde el infierno mataré a quien se quiera acercar a ti con malas intenciones. Ven, dame un abrazo. - dijo mi hermana con apenas un hilo de voz. Cada palabra me mataba más. No quería despedirme de ella. Era uno de mis complementos. Hice lo que me pidió hasta que noté que su pecho dejó de moverse. Miles de lágrimas empaparon mis mejillas.

- LÍA, NO! - grité sacando todo lo que guardaba dentro.


*Narra ___*


Escuché un grito proveniente del bosque, desgarrador. Agarré a Tomas y lo llevé a la cocina con mi abuela que en ese preciso momento estaba haciendo un pastel, como cada fin de semana.

- Abuela, cuida al niño, tengo que hacer algo - dije sentando al niño en la encimera.

- Adónde vas? - dijo girándose con su batidor en la mano.

- Olvidé cerrar la puerta del establo. - mentí.

- Bien, ve.

Cuando llegué al hall de entrada, busqué en el baúl mi arma.

Me adentré en el bosque y descubrí a Kai tumbado sobre la rubia que acabé de matar.

Algo se quebró dentro de mi cuando vi sus ojos llorosos. Esa persona debía ser muy importante para él. Me sentí un poco culpable cuando vi aquella escena, pero enseguida me retracté ya que ellos habían matado a mi madre.

- Deberías enterrarla, su cuerpo comenzará a descomponerse y el bosque quedará impregnado con ese olor. - dije apareciendo de la nada.

- Tu no deberías opinar. - dijo sin levantar la mirada.

- Claro que si. Yo la maté. - dije con semblante serio. - Levántate - le dije ofreciéndole mi mano.

- Puedo solo.- (Kai)

- Bien. - dije y acto seguido se levantó sacudiéndose los pantalones y sorbiéndose la nariz. - La enterramos aquí, o la entierras en tu casa? -

- La enterraré al otro lado del río. - dijo.

- Está bien, te acompañaré. Y tu familia?-

- Por lo pronto no deberán enterarse -

- ¿Y que les dirás cuando llegues a casa y ella no esté contigo? -

- No lo sé. Algo se me ocurrirá. -

- Bien, y..... ¿ con qué piensas cavar? -

- Sólo vámonos. -

Destructora (Kai y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora