—¿Disculpa? No estoy hablando contigo. —contestó el camarero muy frío.
—Me vale con quien mierda hables, te he dicho que no tiene celular.
—Que ridículos. Tu, camarero bonito, tengo novio. No te hagas ilusiones.
—¿Tienes novio? —preguntaron ambos hombres al unísono.
—Si, uno realmente guapo, atento y que me ama como yo a el. — dije con una sonrisa cómplice en mi rostro. Claro que no tenía novio, pero me refería a Tomas, es el único que me hace feliz, por ahora.
—___, no me has dicho nada. —dijo Kai con un tono de voz medio forzado.
—Tampoco sabía nada —agregó el camarero.
—Ahora lo saben, y tú, hazme el favor de retirarte, quiero comer en paz.
Un poco consternado por la noticia, el camarero dio la vuelta y regresó hasta su puesto. Kai había agachado la cabeza y la mantenía intacta mirando fijamente su hamburguesa.
—¿Por qué no sabía nada de que tenías novio?
—Porque tiene tan solo 7 años, estúpido. —dije devorándome mi segundo cupcake.
—¿Tomas? Por dios, que tonto soy. —dijo Kai estallando en risas. — Oye, ¿te comerás ese cupcake?
—Si. Por algo lo compré.
—Bueno, señorita bipolar. Hablando enserio. Tengo algo que repetirte, y mírame a los ojos.
¿Algo que quiere repetirme? No recuerdo nada de lo que me haya dicho.
—¿Qué cojones dirás ahora, Kim?
— ___, creo que es la décima vez que te digo esto. Pero estoy enamorado de ti. Y quisiera que me respondieras esta pregunta, ¿sientes algo por mi? No me importa cual sea la respuesta, solo necesito saber eso.
¿Si estaba enamorada de Kai? ¡Por supuesto que si! Pero no lo aceptaría, aunque estoy recordando los dichos de mi abuela materna. "Dí que si cuando te pidan esa respuesta. Nunca sabrás si tendrás otra nueva oportunidad de decirlo. Arriésgate." Me quedé pensando mucho en eso, que ni me había dado cuenta de que Kai se estaba comiendo una de mis donas. Era el momento, no sé por qué iba a hacer esto, no formaba parte de mi carácter, pero supongo que esta vulnerabilidad y culpabilidad que me generó el ver a mi primo así, era el causante de la tremenda cagada que me estaba por mandar.
—¿Sabes? Yo soy hija de dos personas que decían odiarse por culpa de sus familias. Él, mi padre, era igual que tu a la hora de joder las pelotas con mi madre. Sus familias los limitaban a quererse, o simplemente a respirar en territorio prohibido. Y pues, soy una Yeun, tú un Kim. Relaciona nuestra historia, nuestra familia. Y no sé por qué mierda estoy diciendo esto, pero me encantas, hijo de puta. Te odio.
—Sin dudas creo que si luchamos juntos, ___, lograremos la historia de tus padres. Claro, si lo quieres. —dijo Kai sonriendo ampliamente, tomando mis manos.
Justo en ese momento me di cuenta de la cagada que había hecho. Me declaré. Y al gilipollas de Kai. No me quedó otra opción que correr, lejos, muy lejos. Me sentía avergonzada, y desilusionada de mi misma.Hacía mucho no sentía amor por alguien. Pues claro, mi último amor fue a los 12 años, me había enamorado del hijo de un amigo de mi padre. Y cuando me declaré pasó lo mismo, salí despavorida de su vista, y me alejé. A partir de eso, cada vez que mi padre invitaba a su amigo, yo fingía estar enferma para no bajar a comer, ya que sabía que él iba a estar ahí.
Logré llegar a un gran lago, pero cuando me fijé bien, atrás mío estaba Kai, intentando alcanzarme. La adrenalina corrió por mis venas y me desesperé por ver a dónde iría ahora. Logré divisar un puente que cruzaba por el lago más adelante. Sin dudas, me dirigí hasta allí.
Justo en la mitad del puente, sentí que alguien impedía que siguiese avanzando. Temerosa, giré y pude ver a Kai agarrando mi blusa.
—Eres muy rápida, luego tienes que darme el número de tu entrenador. —dijo a modo de burla, mientras se encargaba de girarme para que quedase frente a él. Me resistí lo más que pude, pero resulta que el cabrón tiene mucha fuerza. Finalmente quedé a centímetros de él.
Estaba nerviosa, y odiaba sentirme así sólo por una persona. Kai no esperó más y lo hizo. Acercó sus labios hasta los míos, uniéndolos en un profundo beso. No sé de donde saqué valentía para corresponderle, pero lo hice. Por fin me sentía fuerte. Kai pudo eliminar todas mis putas emociones negativas con un simple beso. Un beso que sentía, y que pase lo que pase, recordaría siempre. Es hora de ser feliz, ¿no? Me lo merezco.
Corté el beso por falta de aire. Aunque en estos momentos me gustaría ser un tanque de oxígeno.
—¿Quieres ser mi complemento, ___ Yeun? Porque yo quiero ser el tuyo. —preguntó Kai con una media sonrisa mientras posaba su mano en mi cintura y con la otra acariciaba mi mejilla.
—Quiero ser tu complemento, Kim. —dije rindiéndome mientras pensaba en todas las cosas que teníamos por delante. —Y quiero que seas el mío. —completé.
Kai sonrió y volvió a mis labios nuevamente.
—Ya, basta. Regresemos al hospital. —dije frenando nuestro acto cursi.
Decidimos regresar hasta el auto de Kai y emprendimos regreso al hospital. Por el camino, recordé a su hermana, Sarah.
—Sarah, ella ¿como está?
—No fue nada grave, está en observación y aproximadamente a las... mierda —dijo Kai mirando el reloj que tenía en su mano. —Ella debe hacerse una ecografía, dentro de diez minutos!
—¡Kai! —protesté, sin dudas quería estar allí para presenciar la primer imágen de mi futuro sobrino o sobrina. Agradecí que ya estábamos llegando al hospital.
Cuando llegamos, logramos estar a tiempo en la sala donde se realizaría la eco. Hasta que recordé algo.
— Disculpe doctor, puede esperar para que el padre del bebé venga? Iré a buscarlo, está en el piso de arriba. —dije rogando que el doctor me diera chance.
—Claro, pero por favor apúrese, hay otras mamás esperando.
— ¡Si! Ahora vuelvo. —aliviada, corrí en busca de mi hermano. Subí hasta el piso de mi primo y allí estaba, sentado en el piso con Tomas a upa, por lo que se veía, estaban jugando con sus manos.
—Hola bebé. Tobias, tu novia está a punto de hacerse una ecografía, apúrate y sígueme.
—¿Una qué? —dijo desconcertado.
—Está a punto de ver a su hijo por primera vez! Vamos, corre. —sin más no esperé, y bajé nuevamente hasta la sala donde estaba Sarah, Tobías me había seguido así que el doctor recostó a Sarah en una camilla y echó un poco de gel en su barriga. Luego conectó unas máquinas y apagó las luces. Con una cosa rara, comenzó a esparcir el gel por su barriga y poco a poco, las luces de una pantalla se iban iluminando.
Tobias emocionado, fue hasta donde estaba Sarah y tomó su mano.
— Podemos ver su manito, y por aquí también su nariz. —dijo el doctor señalando las partes indicadas en la pantalla. Me emocioné mucho. — ¿Quieren escuchar sus latidos? —preguntó. Todos contestamos afirmativamente.
Y así fue, comenzaron a escucharse pequeños latidos rítmicos. Miles de lágrimas comenzaron a caer por mi rostro, de veras me emocionaba. Era mi sobrino. Sarah, también se unió a mi llanto, y me di cuenta de que ahora si iba a luchar por su hijo.
Kai se acercó a mi y acarició mi cintura disimuladamente.
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Destructora (Kai y tú)
FanficNoralí Yeun pertenecía a una familia narcotraficante. Un día, los Vélez quisieron tomar su territorio y comenzó una gran guerra de familias. ¿Alguna de éstas dos familias ganará? Para los jóvenes de las familias la guerra es casi inexistente.