Al escuchar esa voz me alivié. Era el pequeño Tomas.
- Tomas, que haces aquí? -pregunté alarmada pero aliviada a la vez.
- Mami, Jacob te estaba buscando y yo tenía miedo porque estaba solito. - me dijo el pequeño. Olvidé decir que desde hace unos días él me había comenzado a llamar así, y lo entendía. Él había perdido a su madre y al tomarme cariño sus labios no podían articular otra palabra que no fuera esa. "Mami" me llenaba el alma oírlo decir eso. - Mami, el chico que esta contigo es el que me llevaba comida cuando tenía mucho hambre. - luego de decir eso se abalanzó hasta los pies de Kai y los abrazó - Gracias señor -
Kai sonrió levemente y golpeó los hombros de Tomas satisfactoriamente.
- Kai, muchas gracias por alimentarlo, de verdad - dije completamente agradecida. El pequeño estaba bien gracias a él. Creo que Kai es una buena persona.
- Es un niño inocente. ¿Por qué lo dejaría morir de hambre en el sótano?
- Porque mataron a sus padres.
- Y lo estaban por matar a él. Yo los detuve.
- Te lo agradezco infinitamente, Kai. Tomas, vete de aquí y cuidate mucho, en un rato regresaré.
- Bueno mami, la abuela hizo un pastel de chocolate y banana y yo la ayudé a decorarlo, quiero que lo pruebes! - me dijo contento y orgulloso.
- Pues entonces guárdame un pedazo grande, sí?
- Claro - dijo y se fue corriendo contento hasta donde se encontraban papá y Claudio.
- ¿Es tu hijo? - preguntó Kai.
- No, me dice así porque pasa gran parte del tiempo conmigo. El perder a su madre a la edad que tiene, es muy duro, busca contención y apoyo.
- Ah. Oye, me meteré un rato al río.
- Métete, yo me iré. Deben estar preocupados.
Cuando di la media vuelta para volver a casa, sentí como alguien jaló de mis manos.
- Métete conmigo. - me dijo Kai a pocos centímetros de mi cara. - Anda, estás cansada y con el calor pesadísimo que hace hoy, peor. Vamos, por favor.
- Y yo cómo sé que no me quieres ahogar o algo por el estilo? -
- Tú me ayudaste con mi hermana. -
- Pero yo la maté. Y maté a Nuria también. -
- A Nuria? Me hiciste un favor. -
- Si? ¿Por qué? -
- No me dejaba tranquilo. Y nunca me atreví a agredirla física o verbalmente.
- Lo entiendo. Quería contigo verdad? -
- Sí. -
- Así era con todos. -
- ¿La conocías? -
- Como a mí misma. Era una perra. -
- Se nota que la querías mucho -
Quererla mucho? Pfff, sí. Cuando era una pequeña e inocente niña ingenua. Ahora mi forma de pensar cambió, y mi manera de ver a las personas también. Todos son peligrosos.
Me saqué la camiseta quedando sólo en corpiño y short. Subí al pequeño puente y me tiré al agua haciendo una mortal. Era de mis preferidas cuando era niña. Me la había enseñado Sam, mi tío, papá de Carl. Él se hallaba entregando unos pedidos en Texas con su esposa Alexa. Texas siempre fue nuestro lugar favorito y el cual frecuentábamos siempre, claro, para entregar merca. Se vendía muy bien allí y eso nos beneficiaba bastante ya que más de media población consumía drogas, pocas veces como medicamento. Y eran todos jóvenes de secundaria hartos de sus padres, y con problemas psicológicos y depresivos.
Kai se quitó su remera y también se metió al agua pero no con tanto espectáculo como yo. Era un tipo aburrido.
El agua estaba más que podrida. Pero eso no le importaba a nadie, todo el pueblo se bañaba aquí. Además es el río más cercano que tenemos. De lo contrario deberíamos gastar gasolina e ir hasta la ciudad y pagar para meternos a una miserable playa.
- Buena mortal.
- Gracias.
- Sabes? Mi hermana iba a matarte.
- Pues alguien cambió los roles.
- Cómo es que eres tan audaz y rápida?
- Entrenamientos desde niña.
-Oh, veo.
De un momento a otro comencé a sentirme mal. Mi panza estaba comenzando a doler mucho.
- Tengo que salir, me siento mal.
Hice caso a mis palabras y salí del río. Estaba comenzando a sentir náuseas y se me dio por vomitar todo lo que anteriormente había tragado. Maldita sea. Lo que sea que me esté pasando es un infierno. Siento que me va a explotar el estómago y se me van a salir todas las tripas. Tal vez este sea un pequeño karma por lo que le hice a Lía y a Nuria.
Kai inmediatamente salió del agua y corrió hasta donde me encontraba, se posicionó a un costado mío y tomó mi cabello entre sus manos formando una cola de caballo.
- ___, estás muy pálida. Vayamos por el doctor Harris.
- ¿eres idiota o qué? Salió de vacaciones y no vuelve hasta el próximo mes.
- Entonces tendremos que ir hasta Texas.
- No es necesario, tomaré algo en cuanto llegue a casa.
- Si te vieras correrías a los pies de tu madre inmediatamente.
- ¿Es eso una indirecta?
- No. Dejé mi carro cerca del lugar donde mataste a Lía. Vamos.
- No puedo ni pararme, imbécil.
- Traeré el auto hasta aquí entonces, pero te subirás sola.
Kai se fue y yo me sentía cada vez más débil e indefensa. Mis párpados se volvían pesados cada segundo que pasaba.
****************
Me sentía muy incómoda, estaba en un lugar parecido a los asientos traseros de un coche. Muy poco espacio. Tenía frío. Cuando abrí mis ojos vi un televisor viejísimo colgado de una pared completamente blanca y con manchas de humedad. Giré mi vista y divisé una especie de cama muy baja y a alguien desplomado sobre ella. Mi mente no parecía reconocer a aquella persona.
Mis muñecas comenzaron a picar, por lo que, obviamente, me rasqué instintivamente. Mis uñas hicieron contacto con un pedazo de cinta de papel y algo sólido que tenía forma de aguja. Bajé mi vista y efectivamente era una aguja clavada en mi piel sostenida por el adhesivo. La aguja conducía a una manguera fina que terminaba en una bolsa de suero.
¿Qué carajos me pasó?

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Destructora (Kai y tú)
FanfictionNoralí Yeun pertenecía a una familia narcotraficante. Un día, los Vélez quisieron tomar su territorio y comenzó una gran guerra de familias. ¿Alguna de éstas dos familias ganará? Para los jóvenes de las familias la guerra es casi inexistente.