Capítulo 12: Lluvia de meteoritos

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-¡CHICAS CHICAS! ¡No os podéis perder esto!- Desiré entró eufórica a la cafetería dónde Daniela se estaba tomando su café solo y Diana su zumo de siempre. La chica cogió una silla y se colocó justo en medio de las dos poniendo delante de ella el periódico de esa semana que fue editado justo ayer.- Han sacado una nueva sección de las diez mejores parejas del internado ¿Y a que no sabéis quién está en el top ten?- Desiré miró con unos ojos llenos de inocencia y felicidad hacía Diana.

-¿Angelito y tú?

-Daniela, por septuagésima vez: NO ESTOY CON ÁNGEL.

-Ya, claro ¿Y dónde estuviste ayer hasta al medio día? Porqué dormir en nuestra habitación no lo hiciste.

-Sí que dormí, pero tú estabas en un profundo sueño después del polvo que te echo Félix ¡Y no estropees el momento!- Desiré dejó a un lado los comentarios de Daniela y se centro en su amiga pelirroja.- ¡Tú y Berto sois la pareja más querida del internado!- Desiré le mostró esa nueva sección dónde salían fotos de las diez parejas elegidas y dónde una más grande salían ellos dos en una bailando agarrados en la discoteca y en otra riendo sentados en la barra de la cafetería. Enseguida ella palideció.- ¿No es fantástico?

-Claro.- Diana mostró su mejor sonrisa intentando ocultar sus lágrimas que querían salir cómo cascadas.

-¡Mira por ahí viene Berto!- Desiré lo llamó con entusiasmo para que se acercase al grupo de Las Diosas al cubo. Al principio el chico frunció el ceño, se mostró con vacilación. Pero fueron pocos segundos, porqué el chico se acercó con una sonrisa que Diana pudo notar que era forzada, cómo la suya.

-Ey chicas ¿Cómo estáis?

-Creo que el día de fiesta no nos ha servido de nada. Todavía me duele todo.- Dijo Daniela divertida.

-¿Viniste a la fiesta? Púes no te vi.- Dijo Berto encogiéndose de brazos.

-¿Y quién dice que este cansada por eso?- El camarero soltó una carcajada que no eran cómo las que siempre desprendía, parecía que estuviese apagado. Cómo si algo le faltase.

O alguien.

-Berto mira.- Desiré no pudo aguantar más y le entregó el periódico a su amigo con una enorme sonrisa de oreja a oreja.- Diana y tú habéis sido la pareja más querida de todo el internado ¿No es algo increíble?

Berto se quedó mirando el periódico, sus ojos se movían de un lado a otro, estaba leyendo el artículo dónde explicaba muy resumidamente su historia que realmente no lo era. Segundos más tarde miró a Diana con el ceño fruncido, aunque ella seguía mostrando su sonrisa. El chico se agacho al nivel de Diana y la besó.

Aunque fuese un beso de un par de segundos los labios de la chica se endurecieron al máximo y su estómago dio un gran vuelvo. Reprimió las ganas de cogerlo del cuello con sus manos y que ese beso no terminase nunca, aunque eso no lo hizo.

-Es increíble.- Dijo finalmente el chico. Desiré desprendió un chillido pequeño, lleno de felicidad, mientras que Daniela se mantenía callada, pero sonriente. Las dos amigas se alegraban por sus amigos.

-Daniela, por ahí viene Félix.- Desiré le indicó con su mirada el paradero del chico de rizos voluminosos que se acercaba a la barra de la cafetería para pedir su Colacao de siempre.

-¿Te ha devuelto las llamadas?- Preguntó Diana para intentar borrar de su mente el calor de los labios de Berto, quién seguía a su lado agachado a su altura sosteniéndole la mano.

-¿Y quién dice que lo he llamado?

-Daniela cariño.- Comenzó Desiré diciendo con su ceja derecha finamente levantada.- Que te escondas en el lavabo y enciendas el grifo de la pica no significa que no te escuchemos maldecirlo en voz alta por no cogerte el teléfono.

Perdona pero, te vas a enamorar de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora