Cambiando el futuro (James Potter y tu)

Capitulo 44

Despierto con un fuerte dolor en mi vientre y recuerdo que he tomado la poción para todo lo que ocurrirá esta semana. Me levanto de la cama rogando a Merlín que James y Sirius no decidan hacerme ninguna broma o comentario o sino les lanzaría un Calvario o un Cruciatus. Marlene sigue durmiendo así que decido no despertarla y camino hacia la sala común.

Aún estoy en pijama, aquel pijama verde con líneas rojas navideño que tenía un reno con una nariz roja en el centro que había sido regalo de los gemelos la última navidad que estuvimos juntos. Sorpresivamente me quedaba bien. Mi mirada pasa a la chimenea y decido leer un poco cerca del fuego. Hay demasiada paz y nadie está para molestar o hablar.

—un pastel de calabaza por tus pensamientos—susurra James a mi lado haciendo que salte de donde estaba y lo mire sorprendida.

—Me has asustado—le respondo notoriamente asustada. Me brinda su mano y la tomo para ponerme en pie y seguirlo al gran sillón donde ambos nos sentamos

— ¿Qué haces despierta tan temprano?

—bueno...espera ¿Qué haces TU despierto? ¿Estabas con el mapa? —pregunto sonriendo aunque se la respuesta. James sonríe y yo no retengo mi risa—eres...

— ¿guapo? ¿Inteligente? ¿Perfecto? ¿El mejor novio del mundo? —me dice dejando lucir su ego

—iba a decir que eres alguien sin reparación pero.... Todas esas otras cualidades también—respondo burlona mientras le doy un beso en la mejilla y él me toma el rostro rápidamente y me da un beso en los labios— James... ¿Cómo va Sirius con su idea de invitar a Dumbledore al baile?

—Aunque no lo creas, canuto está muy serio sobre eso... incluso, me asusta un poco—susurra viéndome mientras sonríe—pero... ¿Qué haces despierta? Es sábado y aun.... ¿es ese día? No me digas que es ese día—pregunta preocupado

—Es ese día—respondo mientras él me mira con ternura y me abraza.

—ahora se que tengo que consentirte aún más de lo normal—susurra mientras deposita un beso en mi frente.

Comenzamos a hablar sobre cualquier cosa, su sonrisa se hacía cada vez más grande y yo solo pensaba en lo perfecto que sería envejecer al lado de James; la sala común se llena de un viento helado que hace que las ventanas se empañen, James mira mi rostro y sonriendo coloca sus brazos alrededor de mi para evitar el frio o buscar una excusa para abrazarme.

—¿tienes planes para hoy?

—bueno... comer pastel de chocolate todo el día cuenta. ¿Verdad? —pregunto mientras mi rostro se contrae por el dolor

—¿deberíamos ir donde Madame Pomfrey? —el rostro de James muestra preocupación pero le sonrío divertidamente.

—No... me daría Esencia de Murtlap y sabes que eso es horrible, sabe a pescado con cerveza de mantequilla...—le respondo con un tono de nervio en mi voz— ¿podemos solo dormir? —pregunto esperanzada

—algo mejor—sonríe mientras me mira emocionado—iremos a las afueras del castillo y tendremos un picnic—la emoción en su voz me causa ternura, asiento mientras estoy a punto de hablar pero me interrumpe—con mucho pastel de chocolate, de calabazas, de queso y sobre todo...

—té de mora azul—respondo sonriendo mientras el asiente—por merlín, es demasiado perfecto... gracias Jamie—él no me deja terminar cuando ya está besándome y mientras estamos besándonos siento como la sonrisa de James se hace más notoria.

—Busquen una habitación por favor—la voz sarcástica de Sirius hace que nos separemos y mientras James mira a canuto enfadado, yo soy consciente que soy un tomate en este momento.

—¡Sirius! —grito al sentir como mi mejor amigo se lanza sobre mí para quedar en medio de ambos—no puedo creer que me alejes de James...

—Cornamenta es mío pelirroja, lo siento... yo estaba primero—dice mientras escucho la carcajada de James y veo como Lunático y Colagusano se acercan.

—retira tus palabras Black...

—Oblígame perdedora—responde burlón el chico de cabellos oscuros mientras me da un giño y yo, infantilmente,  le saco la lengua.

—Deja de molestar a _____—le dice Remus mientras lo toma de la camisa y se lo lleva fuera de la sala común seguido de Peter que estaba comiendo varitas de regaliz.

—¿vamos? —pregunta James sacándome de mis pensamientos

—¿Dónde?

—a ducharnos, te espero en la entrada del castillo ¿te parece?

—claro... James, te quiero—le menciono mientras le doy un pequeño beso en su mejilla y mientras subía hacia mi dormitorio escuche perfectamente como él decía que también me quería.

Una hora después, el castillo se encontraba casi vacío, la mayoría de los estudiantes estaban fuera disfrutando de la libertad y de la alegría que llevaba los sábados. Corro hacia la entrada del castillo y me doy cuenta que mi vestido celeste pudo haber sido un error por el clima.

— ¿lista? —pregunta James una vez que estamos juntos

—Lista... —susurro mientras mi vista se detiene en Lily y en Severus que estan montándose en un carruaje.

James no dice nada, solo toma mi mano y las entrelazamos mientras en su otra mano está cargando una cesta mediana, el silencio en el que nos encontramos es tranquilo, relaja y es perfecto. A medida que vamos alejándonos más del castillo james sonríe más y eso no lo puedo pasar de desapercibido.

La nieve está cubriendo una gran cantidad de tierra y es casi difícil caminar sobre esta, llegamos a un área que está completamente verde, se siente un calor propio de la primavera y sonrío viendo a mi novio. Él está colocando la manta mientras me da una mirada tan típica de él.

— ¿difícil? —pregunto mientras intento ayudarlo, el niega mientras me obliga a regresar a la esquina y quince minutos luego, ambos estamos sentados comiendo un delicioso pastel de chocolate.

—Esto esta delicioso... los elfos domésticos son lo mejor—susurra James mientras lo veo enfadada— ¿Qué? Me han hecho un favor, eso es todo

— ¿estás seguro?

—Vamos amor—sonríe mientras me ve y se acerca a mi rostro—tienes chocolate

— ¿Dónde? —pregunto mientras coloco mi mano cerca de mi boca pero es apartada por james en el momento.

—Justo aquí—susurra uniendo nuestros labios.