Capítulo 28: #Friendzoneado y roturas del corazón

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Una hora después sigo encerrada en el mismo cuarto, pero he dejado de llorar. Y, sinceramente, me siento fatal.

No, no. No es por lo que ha ocurrido antes ni por haber oído a Jon recorriendo toda la casa sin encontrarme.

Es porque no tengo mi móvil. ¡Si lo tuviera podría enviar mensajes a Alex o incluso a Charlie! Pero se quedó en mi habitación.

¿¡Por quéééé!? ¡Este es el fin! ¡Moriré de aburrimiento!

Además, no puedo dejar de pensar en lo ocurrido. ¿De qué cosa tan importante habrán hablado? ¿Habré acertado al suponer que hablaban de estar juntos de nuevo?

Pero entonces... ¿Por qué escuché a Jon llamarme por toda la casa en un tono casi desesperado diciéndome que no era eso y oyendo que echó a Anne de casa porque dijo que quería estar a solas conmigo?

Agh. Y sí, también escuché cómo le prometía en voz baja que lo haría conmigo en cuanto solucionáramos todo. Si salgo de aquí se van a enterar, porque la despensa está tan cerca de la puerta que no me van a mentir diciendo que entendí otra cosa.

Suspiro y rodeo mis rodillas con mis brazos en esta posición tan incómoda. ¿Se habrán notado demasiado mis celos? Porque espero que no.

Además, no puedo darle esperanzas, no puedo...

Como dijo Alex, tengo que olvidarle.

De repente, la puerta de la despensa es abierta y entrecierro un poco los ojos por toda la luz que sale de ella.

¡Mierda! ¡Me han pillado! ¡Retirada!

  -¿Mac? ¿Qué haces aquí?- Pregunta una voz suavemente.

Exacto. No es Jon y ahora me siento más tranquila.

Aunque no del todo porque tengo que responder a su pregunta.

  -Nada, Julia. Sólo... vigilaba la comida.- Digo débilmente mientras me levanto y señalo con una mano los alimentos que se encuentran detrás de mí.

Julia me observa divertida.

  -¿Vigilar la comida? ¿En serio?

Mierda, no me cree.

Asiento con seguridad.

  -Sí, así mi padre no vendrá a comer en secreto y se pondrá más gordo.- Al darme cuenta de lo que estoy diciendo, doy un pequeño bote y la miro algo asustada. Después, susurro:- No le digas eso a mi padre, por favor.

  -De acuerdo.- Dice sonriendo. Pasa un brazo sobre mis hombros y me saca de mi refugio. ¡Nooo! Además, ¡la luz me quema en los ojos!- Pero creo que deberías saber que Jon te está buscando. Incluso acaba de irse a casa de Rosa para ver si estás allí y pedirle unas galletas para dártelas como cebo para que hables.- Ríe un poco, pero luego continúa más seria y preocupada.- ¿Ha pasado algo entre vosotros dos?

¿Aparte de que estar a su lado me está rompiendo el corazón? No, no mucho.

  -No.- Respondo con la sonrisa más creíble que sé hacer. Aparto su brazo de mis hombros con cuidado y camino hacia las escaleras.- Ahora... creo que voy a hacer deberes.

Corro hacia mi habitación haciendo caso omiso de que Julia me llama.

En cuanto llego a mi cuarto, cierro la puerta detrás de mí y respiro agitadamente. Subir tantas escaleras a toda velocidad no es tan simple.

Tras revisar que Jon no está escondido en ningún lado, me dispongo a coger el móvil. Durante toda una hora me he sentido desconectada del mundo. Y, por si fuera poco, sólo me ha hecho pensar en lo mismo.

¡My English Best Friend Es Hipster!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora