Capítulo 31: Venganza triunfal

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El lunes me despierto emocionada (aunque también por culpa del despertador) y busco rápidamente mi ropa.

El fin de semana ha sido estupendo aunque Jon y yo no hemos vuelto a besarnos ni hemos hablado sobre eso, pero sí que pasamos tiempo jugando a videojuegos.

Cuando bajo a desayunar, saludo a Julia y a mi padre y, al ver que no está Jon y con él su desayuno tampoco, decido preparar dos tazones de mis cereales favoritos.

¡Hoy estoy generosa! ¡Normalmente no compartiría mi comida!

Cuando mi hermanastro baja soltando un bostezo aunque perfectamente preparado (¡Jo! ¿Por qué tiene que ser tan guapo?), le señalo el tazón que hay junto a mí emocionada.

  -Te he preparado el desayuno, ¿a que no te lo esperabas?- Pregunto alzando la barbilla con superioridad.

Julia se ríe un poco por la escena y después, vuelve a su cuaderno de diseños.

Jon pone los ojos en blanco.

  -Tampoco es para tanto. Yo hice crêpes mientras que tú sólo has vertido leche y cereales en un bol.- Dice sentándose a mi lado pero comiendo el desayuno.

Humm... Todavía recuerdo esos jugosos y deliciosos crêpes.

Una gran sonrisa se forma en mi rostro.

  -¿Es que piensas hacer más?- Pregunto ilusionada.

Jon se me queda mirando. Al contrario de lo que hubiera hecho en otra ocasión, que sería mostrarse enfadado y decir que no, puedo ver cómo intenta detener una sonrisa.

  -Claro que no. Además, ya no da tiempo.

Sí, sí. Excusas, excusas...

Cuando acabamos el delicioso desayuno preparado por mí y estamos listos para ir hacia la parada del auto bus, en la calle, saludo a nuestra querida vecina Rosa que está limpiando las ventanas. Ella sonríe y también me saluda con una mano mientras que Jon aparta la mirada.

¿Cómo no puede caerle bien?

  -¿Por qué no has saludado a Rosa?- Pregunto curiosa mientras subimos al bus y Jon paga.

Jon hace una mueca sentándose a mi lado. ¡Bien! ¡La ventanilla es mía!

  -Es una vecina un poco pesada. Como ya te dije, intenta hacerme engordar con galletas y además, le encanta el cotilleo.

  -¡Ah!- Exclamo dándome cuenta de una cosa.- A mi mejor amigo Alex también le encanta el cotilleo.

Jon aparta la mirada de mí hacia el frente y sus labios se aprietan en una firme línea.

Sólo entonces me doy cuenta de que le ha molestado un poco que hable sobre él. Aunque no se el motivo exacto.

Mi hermanastro suspira y, finalmente, vuelve a posar sus ojos en los míos.

  -¿Cuando vuelvas a Londres, tú... vas a decirle a Charlie lo que sientes?- Pregunta en voz un poco baja.

Mis ojos se abren como platos.

  -¿¡Qué!?- Exclamo sorprendida.

Jon mira al suelo unos segundos antes de volver a mirarme.

  -Sé que es el de quien... estás enamorada. Y no me mires con esa cara.- Dice entrecerrando los ojos al divisar sorpresa en ella. Después, suspira.- Deberías decírselo y aprovechar la oportunidad. Estoy seguro de que a él también le gustas.

Mi corazón late dolorosamente durante unos segundos. ¿Me está diciendo que vaya con Charlie?

El auto bus se detiene y, antes de que pueda hablar con él, se aleja rápidamente. Le sigo al aire fresco.

¡My English Best Friend Es Hipster!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora