Dos días para volver a Londres.
Contando este, por supuesto.
Mi día en clase es tan normal como siempre ya que Victoria no nos tiene en el punto de mira ni nosotros a ella. Es como si, simplemente, viviéramos en dimensiones diferentes sin comunicarnos.
Anne me cuenta un chiste muy malo sobre un profesor virojo y me tapo la boca para que no nos eche la bronca. Entonces, mientras este está distraído mirando la pizarra, le pregunto si de verdad está preparada para venir a Londres.
Y ella, como está tan súper mega ilusionada, grita en medio del silencio:
-¡Claro que sí!
Y el profesor virojo le mira.
O al menos eso sospecho ya que uno de sus ojos la observa.
-Anne, sal ahora mismo de mi clase y, cuando te calmes, vuelve.- Le ordena.
Esta se levanta intentando ocultar una sonrisa pero no lo logra y suelta una risita antes de cerrar la puerta detrás de ella.
Yo me río por dentro porque, si lo hago por fuera, el profesor me echará también de clase.
En ese instante, suena el timbre y pienso que vamos a librarnos de los deberes. Pero estoy equivocada.
—Quiero que hagáis los ejercicios de la página cuarenta y ocho. Todos. Para el próximo día— dice con voz seria—. Que alguien se lo diga a Anne cuando vuelva a por sus cosas.
Antes de que pueda irse, levanto la mano con una sonrisa. El profesor asiente con la cabeza en mi dirección dándome permiso para hablar.
—¿Yo también los tengo que hacer? Es que el próximo día no estoy porque vuelvo a Londres— digo.
Al menos consigo algo bueno al irme: no tener que hacer una página entera de deberes.
Pero veo a Jon mirarme de reojo desde unos asientos delante de mí y la tristeza me invade por dentro.
—Supongo que entonces no los hagas— dice el profesor de español—. Pero te vendría bien hacer los ejercicios para mejorar un poco más.
Asiento con la cabeza aun sabiendo que no los voy a hacer.
El profesor sale por la puerta y Anne entra enfadada.
—He llegado a una conclusión— anuncia recogiendo sus cosas. La observo con curiosidad—. Si tú no me hubieras hablado de Londres con los típicos chicos rubios de ojos azules y sexy acento inglés, no hubiera gritado emocionada y el virojo no me habría echado de clase.
Me río cargando mi mochila en la espalda.
Si supiera que el chico con el que pienso juntarla no tiene nada de ese aspecto.
Aunque supongo que sí tiene acento inglés.
Pero no puedo decir que sea precisamente sexy.
—¡Venga ya! ¿Y qué pasó con esa idea hippie tuya sobre que lo importante es que sea un buen chico y que daba igual las apariencias?— pregunto mientras nos sentamos en la mesa.
Los chicos llegan unos segundos después mientras Anne me frunce el ceño en respuesta a mi pregunta.
—Sólo estoy diciendo que siento curiosidad por los chicos ingleses. ¿Son más guapos que aquí?
Miro el techo tratando de meditar. Charlie es guapo, pero Jon... ¿quizá lo es más?
No es como si pudiera compararlos.
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¡My English Best Friend Es Hipster!
HumorBienvenidos al mundo de Mackenzie ("Mac" para los amigos) y a la manera en la que va a resultar mi vida ahora: En primer lugar, mis padres se separan por una infidelidad entre ellos. ¿Lo siguiente que es horrorosamente horrible? Tengo que vivir con...