Era un día Lunes,de invierno,teníamos estacionamiento y mi padre tenía auto,así que no había problema,cuando la alarma de mi celular sonó a las 7:00 am.
-Es lunes?oh no...es lunes,no puede ser!.-Grite en mi mente,no me dí cuenta pero mi cara estaba húmeda de lágrimas,estaba desesperada.
-Sofia,ya es hora levántate!.-Grito fuera de mi puerta Paulina para despertarme.
Sequé mi cara,y disimulé como podía.
-Sí gracias!.
Dios,yo estaba llorando porque era lunes? que tontería. Tomé mi uniforme y me lo coloqué lentamente,sin querer ir a la escuela,sentía que me harían bulliyng pero estaba equivocada,mientras me ponía mi uniforme miré las cartas que tenía en mi pared de mis amigas de la otra ciudad,y empecé a sollozar silenciosamente.
Me dirigí al baño que estaba en frente de mi habitación rápido para que no me vieran llorar,me miré al espejo y me veía llorar,estúpida...Me lavé la cara,los dientes,cuando se me ocurrió una idea.
-Duaj! duaj!.-Actúe como si estuviera vomitando.
Mi padre tocó la puerta del baño.
-Sofia,¿qué ocurre?.-Dijo mi papá preocupado.
-Estoy vomit....duaj.-abrí la llave del agua para que se crea que era vómito el que caía.
-Sofia,abre.
-No papá,no quiero que veas esto.-me quejé.
-Estas mintiendo?
-No.-Dije sobresaltada.
Abrí la puerta del baño,no era para nada buena actriz,supongo que tenía una cara de mentirosa que la notaría hasta el más ciego.
-Vamos al colegio,no mientas con que estás enferma.
-Si,papá.-Agaché la cabeza cuando las lágrimas querían salir.
Tomamos el ascensor y bajamos al primer piso donde estaba el estacionamiento,me senté atrás con Oscar y mi papá como piloto,el ya estaba listo para la escuela,no hablábamos mucho.
Miré hacia la ventana y me caían las lágrimas,la verdad...no lo entendía.
-¿Porqué lloras?.-Pregunto mi padre.
-No lo sé.
-No llores hija,te queremos mucho aquí.
-Lo sé.-Sollocé.
Llegamos a la escuela y yo entre al salón cubriendo la cara con mis manos,rogué que llegara la profesora luego,no quería concentrarme sólo en que estaba llorando. Llegó Diego,a saludarme,pero yo tenía la cabeza en la mesa,mientras sollozaba.
-¿Estas bien?.-Me preguntó agachándose a mi altura.
-Si,estoy bien.-Dije intentando parar de llorar.
-No,levanta la cabeza sí? puedo ayudarte.-Dijo cariñosamente.
Levanté la cabeza,secando mis lagrimas y mirándolo destrozada.
-No sé que me pasa,es solo que siento mucha tristeza,no sé porqué.-Lloré otra vez.
-Pero porqué? no lo entiendo,ven abrázame.-me estrechó sus brazos.
-Lo abracé y sentí que el mundo se calmaba,él estaba conmigo.
Empezó la clase,de inglés,Diego se sentaba atrás y yo no paraba de mirarlo,nuestras miradas se conectaban,era algo verdaderamente extraño,al lado mío se sentaba Héctor,un buen amigo,un chico bajo,de pelo negro y corto,ojos oscuros,algo gordo,pero muy simpático.
-Te gusta Diego?.-Me dijo Héctor.
-Tú estas loco?.-Reí a carcajadas.
-Se ve que tú igual le gustas.-Me dijo haciendo un corazón en sus manos,y sonriendo burlón.
-Ya deja de molestar.-Le pegué suavemente con el codo.
Héctor era un chico muy tranquilo,nos juntábamos en los recreos junto con mis amigas,Sayenn y Carolina,eran excelentes amigas,les contaba todo.
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Una gota de valentía
Teen Fiction"Es tan difícil querer luchar cuando eres tus propias rejas". Esta chica es alguien llena de inquietudes en su vida,hay momentos en que decide ya no seguir en el mundo,¿Podrá ella enfrentar sus problemas a pesar de todo,lograr su sueño y alcanzar l...