Me perdonas?

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Ya habían pasado 2 semanas desde que Paulina se había marchado,todo iba más o menos bien sin ella,la casa se desordenaba rápido y nadie se daba el tiempo de ordenar,así que contratamos una empleada,pero ella no cocinaba,así que todos los días íbamos a comprar comida china,algo que me dejó cansada,mi padre no cocinaba,yo sí pero no sabía mucho,y a mi padre le gustan las cosas bien hechas... 

En esas dos semanas,fuimos a la playa con mi padre,salíamos al centro comercial,y llegábamos muy tarde a casa,era divertido,pero luego volvimos a lo mismo.

Eran las 6 de la tarde,un día viernes y yo estaba escuchando música en la TV de Demi Lovato,hasta que veo que la puerta se abre,y no era mi padre,era Paulina,con un nuevo look,estaba maquillada y se había hecho flequillo,algo que no le veía mal.

-Sofía.

-Paulina.

Me levanté para saludarla de la mano fríamente,pero ella me abrazó,y se acurrucó en mí,como si fuera su hija o un ser muy querido,me acarició el cabello y me susurró al oído. 

-Perdóname,no fue intención reaccionar así,yo..yo no quise.-Me dijo.

-Tranquila....-Le dije calmada y aflojando una leve sonrisa.

Mi padre llegó al living en donde estábamos,y interrumpió todo,pero ya quería que llegará él.

-Se reconciliaron?.-Dijo sonriendo. 

Me acerqué a él y le pregunté que hacía ella aquí,al parecer iban a volver a estar juntos. 

-Sofía me gustaría hablar contigo....-Me dijo Paulina tímida y llevándome al comedor,para sentarnos en la mesa y hablar calmadas "como mujeres que somos".

-Sí claro.-Tomé asiento y ella también.

-Sofía,yo....-Dijo Paulina pero yo la interrumpí. 

-Siempre hablas tú,pero ahora voy a hablar yo y te dejaré en claro muchas cosas. Tú siempre me haz dicho que hable y argumente como la "mujer que me creo".-Dije haciendo comillas con las manos.-Y eso haré ahora,si eres tan mujer,entonces te diré que una mujer fina como tú te crees no le dice perra ni malcriada a una chica de 13 años,tú tienes 27 años,y por lo tanto merezco respeto como tú también,y otra cosa,no vuelvas a hablar de mi madre como anoréxica,ella no influye en tu vida,y si ella tiene un cuerpo bonito,es delgada y se cuida no es tu problema, y si tú eres una mujer envidiosa eso déjatelo para ti,no quiero una barbie para mi padre,quiero algo mejor,y ya te dije como debería ser,y si tú quieres ser esa mujer bienvenida,pero lo último,si escucho un insulto más tuyo hacia mí o hacia familiares,incluyendo a mi padre,yo soy capáz de denunciarte,porque eso no lo hace una mujer decente como tú dices que eres,te perdono,pero ya lo sabes,una más y no te aguantaré,entiendes?.-Le dije clara,con volumen adecuado y con respeto,agradezco que se lo dije calmada,lo justo y lo necesario,ella necesitaba saberlo todo,y se quedó sin palabras. 

-Bueno...yo siempre soy la que habla,pero esta vez creo que entendí todo lo quisiste decir,sólo te digo,empecemos de nuevo,que todo fluya bien entre nosotras,y con la familia sí?.-Dijo ella mirando al piso,tímida,no era capáz de mirarme a los ojos como ella lo hacía,eso me hizo sospechar,pero ya estaba preparada.

-Está bien.-Le dije buscando su mirada. Mi padre me miraba atento,ya que él escucho toda la conversación,estuvo ahí.

-Esa es mi hija.-Dijo él sonriéndome con orgullo.

-No exageres.-Me reí y Paulina sonrió. 

Esa tarde todo fue bonito,fuimos todos en familia a comer helados,con Oscar nos divertimos,y vi varias veces a mi padre conversar con Paulina,de como sería todo desde ahora.

Al siguiente día vi a Paulina en la cocina lavando loza y decidí ayudarle,para que estemos más juntas,ya que no compartíamos nada,a veces habían días completos que no nos dirigíamos ni una palabra,esta vez quise cambiar eso,no hablamos mucho,pero de a poco se empieza. 




Una gota de valentíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora