AGRIDULCE

CAPITULO 1 - MI VIDA

Hola a todos espero les comience a gustar esta historia!

Aprecio mucho que la lean

Es una historia totalmente original mia y con una gran ayuda de redacción y consejos de una de las chicas que mejor escribe aquí en wattpad  @caroysuapellido04  

Espero les guste aprecio sus comentarios y sus votos! Pero mas que eso que la historia sea del agrado de todos!

Ann :)  besos! ^^

Mis parpados ya estaban cerrados, todo mi cuerpo relajado en sosiego, mi ser en un profundo sueño, podía escuchar ruidos a la lejanía. Escuché la puerta abrirse, y me congelé ante el sonido, No fui capaz de abrir los ojos, ni abrir la puerta, por el ensimismamiento y mi mente pasmada, De un momento a otro sentí una mano cogiéndome- tomando mi cabello, mis manos, mis brazos, aun siendo incapaz de abrir los ojos y despertar a la realidad. Solo sentía el pánico corriendo por todo mi cuerpo, y mis pensamientos lentos, como los pasos en un sueño, o cuando intentabas correr en ellos, solo terminando varada en medio de la nada. Escuché esa voz que por algún motivo me daba miedo, pero no era capaz de saber ese proveniente sentimiento. La voz era pulsante, resonando en mi cabeza como un fuerte martilleo:

-Ya llegó tu hora....

Entonces, comencé a llorar y desperté abruptamente, con el corazón latiendo caóticamente en mi pecho; todo dentro de mí oscilando, y zarandeándome en mi propia cama, con las sabanas enredadas en mis piernas, como serpientes asfixiándome, Era un sueño. Todo había sido un simple sueño. Me lleve mi mano a mi corazón, cuidando mi ritmo, e inconscientemente, tomé mi dije en forma de R, tocando mi pecho que aun subía y bajaba ante tal impacto.

El reloj de mi cama me indicó que eran las siete de la mañana. Mi monótono día estaba a punto de comenzar, y con eso, mis tres trabajos: ser camera en un hotel, en la tarde era mesera, y en la noche, cantaba en el mismo restaurante junto con mis dos mejores, y únicos, amigos.

Me vestí con mi uniforme correspondiente, una camisa blanca de botones y una falda demasiado corta para mi gusto, con el bordado del logo del hotel, que también estaba tallado en la blusa, Y salí de mi habitación.

-Veo que ya estás lista. Te estaba cogiendo la tarde- dice Salomé mientras entraba a la cocina, sin voltear a verme.

-Gracias por despertarme, Salomé- le dije en un tono claramente sarcástico, sonriendo cansadamente.

-De nada, guapa- se volvió hacia mí para sacarme la lengua. Solté una carcajada, y ella, después de guiñarme un ojo, volvió a hacer el desayuno en nuestra pequeña estufa.

Me quedé observándola, probablemente creando que luego me preguntara porque la veía, pero no pude evitar sonreír: le daba tantas gracias a Dios de tenerla en mi vida. Salomé era mi mejor amiga, la conocía desde los 9 años. No sabía qué habría sido de mi vida sin ella, todo sería muy diferente. Era de ese tipo de personas que dejan una marca en tu vida, que cambian todo y que no puedes volverte hacia atrás, sin esperar encontrar algún recuerdo sin ella, Las que siempre vivían y vivirían en el mismo rumbo que tú.

- Buenos días – dijo Damián, entrando a la cocina ya vestido con su correspondiente ropa, y sacándome de mi ensimismamiento.

-Vamos a comer rápido, que ya llegamos tarde – dijo Salomé, quien normalmente, siempre se encargaba de poner todo en orden.

Nos devoramos el desayuno, y después salimos de nuestro pequeño departamento. Salomé y yo nos montamos en un taxi solas, ya que Damián tenía que ir a entrenar lejos del mismo rumbo al que nosotras íbamos. Él jugaba fútbol en una escuela, la cual se pagaba trabajando en la tarde con nosotras como meseros y durante la noche, cantando.